miércoles, 25 de agosto de 2010

Kochkayotl: el festejo

La cita era a las 2:00 de la tarde. Apresurado, llegué tarde 20 minutos y la gran sorpresa fue que no había nadie. Al filo de las 15:00 horas llegaron los invitados y la festejada. Con una comida sencilla pero suculenta, el acompañamiento de un acordeón, seguido de más de dos horas de mariachi, fue algo que disfruté grandemente. La novedad fue haber escuchado al mariachi cantando canciones que no son tan comunes en este género (por fin, algo novedoso ante lo más repetitivo y cansado del mariachi).

Las personas invitadas se caracterizaban por ser del ámbito político, legal, artístico y educativo, con perfiles desde criminalistas hasta músicos. Una combinación interesante para contrastar formas de pensar.

Con una ausencia de mi presencia por casi tres horas, a mi regreso pensé que todo habría terminado, no obstante, algunos invitados seguían en el festejo. Me reincorporé para seguir conociendo gente, intercambiar formas de pensar y sobre todo concluir con un día bastante interesante.

Y curiosamente, allí volví a disfrutar de la caipiriña, una bebida del Brasil (país que conocí hace casi tres años). Aunque realmente, algo le faltó en la preparación para que fuera excelente. Pero aún así se sacó un 9. ¡Salud!

Por cierto, disculpen la redundancia en el título de esta entrada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario