martes, 8 de enero de 2013

Jugando con las matlatls sociales

Todos sabemos cómo reacciona la gente de las redes sociales cuando alguna figura política o artista comete un “resbalón” con sus palabras. Inmediatamente se generan tópicos de moda donde todo mundo se entera que A dijo algo de B y hasta que no se disculpa A públicamente, todo vuelve a la quietud.

Pues bien, haciendo algunos experimentos para ver cómo la gente reacciona ante estos casos, he comprobado que es una verdadera bola de nieve cualquier detalle que se publique. Resulta que si se publica una mentira, digamos que A no hizo algo acorde, congruente, obvio, aceptable sobre B, instantáneamente todos coinciden en que A se pasó de listo. Todo tipo de respuestas aparecen casi de la nada.

Esto lleva a darse cuenta de varias cosas:
  1. Una red social está activa las 24 horas, y es evidente que aunque duermas, trabajes, descanses, juegues, lo que sea, es más importante el chisme que cualquier prioridad.
  2. La gente se traga todo lo que se publica, sobre todo si es chisme al estilo de una novela.
  3. Te pueden levantar falsos interesantes sin que te des cuenta.
  4. La virtualidad supera a la realidad.
Entre muchas otras cosas que podría decir, creo que es bastante claro que el poder de la red social hay que saberlo manejar, sobre todo si de credibilidad se trata. Así como una mentira puede hacerse verdad, una verdad puede ser siempre una mentira. Como diríamos: “no hagas cosas buenas que parezcan malas ni malas que parezcan buenas”. Así, ¿las redes sociales son una mentira o una verdad? ¿Son válidas o no?