martes, 21 de mayo de 2013

AFI: la des-integración tras la “integración”

Al parecer, el problema de muchas compañías cuando tienen mucha tecnología para ofrecer productos y/o servicios es que simple y sencillamente nunca lleva un registro que les permita saber cómo van sus seguimientos.

Si bien los bancos nunca han consolidado sus diferentes bases de datos para evitar mala información de/con/entre sus clientes, las compañías telefónicas tardan en actualizar sus bases datos para ya no cobrar ciertos servicios, otras compañías no sabe ni cuántas veces han ofrecido al mismo cliente el mismo servicio y hasta en el mismo día (¡e incluso en la misma hora!).

Todo parece indicar que tanta tecnología es un sinónimo de desorganización. Sin embargo, esto está asociado a varios factores: 1) si en E.U. hay un déficit de al menos un 40% de personas en tecnología, en México es terriblemente drástico; 2) las instituciones educativas que se suponen tiene profesores que dominan sus asignaturas, no generan un aprendizaje significativo; 3) muchos profesores están en zona de confort y por nada en el mundo se actualizan (¡uy, y no hablemos del sindicato!); 4) las empresas que trabajan para otras empresas, como las que se dedican a cobrar en nombre de un banco, no consultan fuentes confiables de bases de datos que realmente existen para evitar falsos cobros; 5) la apatía a la tecnología, donde lo más fácil es simplemente “otro lo hará por mí”, cayendo en el esquema de “como que hago que trabajo”.

Desde luego existen muchos otros factores, pero veamos el caso de la AFI (Administración de la Función Informática) que si bien es muy claro su objetivo, al menos en México es un desastre y todo por la simple y sencilla razón de que todo se hizo desde su inicio “como Dios nos dé a entender”. Y este problema abarca a todo tipo de instituciones y a todas las escalas. Es como el famoso caso de finales del milenio con los “dot com” (.com) que en la bolsa de valores cotizaban muy por arriba de lo que realmente valían.

Honor a quien lleve a cabo en forma real y tangible su AFI.

lunes, 13 de mayo de 2013

La recursividad del aprendizaje y del machilistli

Aquella famosa frase que dice: “Entre más sé, más me doy cuenta de lo ignorante que soy” siempre será cierta. No importan qué tanto te especialices, que tanto aprendas, qué tanto domines un área… al final siempre te encuentras que tan sólo es un granito de arena ante una playa enorme.

Y aunque entres a un nivel más fuerte de conocimiento, al final te das cuenta de lo mismo: es tan sólo un granito de arena, pero ahora en una playa mucho más grande y enorme.

No obstante, ese granito de arena es suficiente para retroalimentar a un sin número de personas que necesitan tan solo un granito de arena de tu playa de conocimiento, y esas personas harán posiblemente lo mismo, compartir un granito de arena de su enorme conocimiento. Así, entre más sabes, más playas puedes ofrecer… La recursividad ha quedado definida.

jueves, 2 de mayo de 2013

El jardín salvaje dice...

Creo que la comida basura sabe buena porque es mala para ti.

Creo que tus padres hicieron el mejor trabajo que supieron hacer.

Creo que las revistas de belleza promueven la baja autoestima.

Creo que soy amado cuando estoy completo conmigo mismo.

Creo en el karma: lo que das es lo que obtienes.

Creo que no sabes lo que has tenido hasta que dices adiós.

Creo que no puedes controlar o escoger tu sexualidad.

Creo que la confianza es más importante que la monogamia.

Creo que tus características más atractivas están en tu corazón y en tu alma.

Creo que la familia es mejor que el dinero y el oro.

Creo que los únicos que no están de acuerdo son los millonarios.

Creo que Dios no apoya a los evangelistas de la televisión.

Creo que el amor sobrevive a la muerte en la eternidad.

Sin embargo, este jardín dice más cosas. Podemos estar de acuerdo, podemos estar en contra, lo que no podemos ignorar es la verdad: no nos conocemos y vivimos en un mundo de fantasía. Les dejo la fuente.