sábado, 29 de diciembre de 2012

El arranque de la nueva era

Así como mucha gente tuvo una preocupación exagerada por la terminación del mundo, resulta que los días siguen pasando y seguimos respirando en cada uno de ellos. Parece ser que muy pocos comprendieron que sólo se terminó un período y una era, sólo se acabaron los registros de las observaciones de antiguas civilizaciones como los Mayas. O como en muchas otras creencias, sólo se cumplieron los 5 períodos de 500 años. Así, nuestra vida diaria sigue.

En lo personal, el 21 de diciembre se acabó una era solar, y el 22 de diciembre dio inicio una era planetaria de equilibrios duales. Las constelaciones de todos los multiversos se alinearon para dar paso a la nueva era. La nueva era, consecuentemente marca la llegada al templo de las máximas expresiones internas. La nueva era permite simple y sencillamente la adoración en su máxima expresión.

Como dice Osho, mucha gente llega al templo, pero se espanta ante su majestuosidad. Yo decidí entrar y no hay temor de nada, el templo es lo mejor que puede haber y el pasillo de bienvenida es esplendoroso. El templo por sí mismo es indescriptible... sólo se siente la paz y la felicidad, la armonía y la relajación, el complemento y el presente.

Bienvenidos a la nueva era, espero que sepan apreciar lo que eso significa, sobre todo si hay consciencia.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Lo que cuenta es la pakiliskayotl

El caminar pausado daba tiempo a la reflexión, al discurso, a lo cómico. Las horas pasaron y cuando menos se esperaba, ¡la diversión llegó! Así, sigo comprobando aquella frase que un buen amigo me dijo hace algunos años: “nunca dejes de hacer lo que te gusta, porque es lo único que te mantendrá y sacará adelante”.

Detrás de la diversión aparecieron los niños que esos adultos siempre llevan dentro, pero que generalmente se reprimen y castigan. No obstante, en ese espacio de entretenimiento, los adultos desaparecieron, y los niños hicieron de las suyas. Así, sigo comprobando que los niños viven en un mundo lleno de mayor felicidad que el de los adultos.

La agitación de los juegos hizo que desapareciera el tiempo, y esos niños entraron en un nivel de armonía perfecta, donde el presente se disfruta al máximo con las consecuencias gratas de disfrutar de la consciencia. Así, sigo comprobando que al no tener noción de pasado y futuro, la atención, la razón de ser, la existencia y cualquier otro sinónimo, es uno solo con nosotros, ¡es vivir! ¡Es felicidad!

Al agotar las opciones de juego, los niños se preguntaban qué hacer. Unos se inclinaban por más juego, otros por seguir caminando. Sin embargo, tras la sintonía del presente, el juego llegó de nuevo. Así, sigo comprobando que la libre decisión de escoger la mejor opción y entrar en el mundo del compartir, es sin lugar a dudas la mejor que se puede hacer.

Progreso = conocimiento aplicado

La noche del jueves 6, platicando con un colega, me mencionó una frase muy importante y que incluso, después de meditar un rato al respecto, puedo decir que es trascendental en el desarrollo de un país. La frase que mencionó fue:

“Conocimiento que no se aplica, no tiene sentido”

Después de abordar una serie de cuestiones derivadas de esa frase, hubo un común acuerdo de ideas acerca de que es imperante capitalizar las cosas en bienes, productos y servicios (como dirían los de administración).

Haciendo una recapitulación en mi mente de un sin número de experiencias cuando estuve en la industria y complementando con miles de cuestiones en la generación de conocimiento, aunado a las propias experiencias en la academia, podemos ser una potencia como China, pero no nos hemos dado el espacio para detonar los puntos estratégicos. Después de que éramos líderes en América Latina, ahora somos lo segundos y los terceros y tal vez no nos hemos dado cuenta que estamos a la baja.

Siempre he dicho que la industria y la academia deben ir al psicólogo para aplicarles Terapia Gestalt, y que cierren el círculo de vinculación para progresar de manera efectiva. Pero cada parte sigue arrastrando sus culpas del pasado y aún no se logra, y creo que seguirá pasando un tiempo en que se pueda ver.

Afortunadamente me he encontrado con colegas, tanto expertos como novatos, que han cambiado su mentalidad. En la industria y en la academia hay inquietudes comunes. Y creo que es hora de que las cosas cambien.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

La falta de puntualidad

El cuidado y el acuerdo en llegar a un lugar convenido en la hora pactada es uno de los grandes males del mexicano. Pretextos sobran, si se trata de que alguien vive muy lejos: carga vehicular fuerte, al metro se le acabó la gasolina, manifestación, se descompuso mi reloj, chocó el autobús. En ciudades grandes puede que sea tolerable, pero no es una justificación para llegar tarde. Pero en ciudades donde todo es muy cerca, incluso viviendo a un par de calles del lugar, es verdaderamente increíble, inesperado e inaudito que la gente llegue tarde. Y en todos los casos no me refiero a que sean 10 ó 15 minutos, que eso ya es una impuntualidad, llegan después de media hora o hasta una hora posterior a lo pactado.

Todos somos conscientes que llegar tarde no es correcto, pero no hacemos nada por evitarlo, lo dejamos siempre a la deriva y a la justificación de miles de cosas. Pero la contraparte también admite de alguna manera que es aceptable y deja que todo marche como si no pasara nada. Y mostrado está que aunque de trabajo se trate, hay retardos... y no les importa que les descuenten.

¡Tenemos fama a nivel mundial de que
somos de lo más impuntuales!

Lo peor de todo es que es parte de nuestra cultura. Así como los amigos se cuentan con los dedos de las manos, las personas que conozco que sí son puntuales también las cuento con los dedos de las manos. Atrévete a cambiar esto, sé aparte de algo nuevo, ¡no marches como pez en el agua!

Y por tratar de llegar a tiempo... miles de enfermedades por estrés, miles de accidentes...

martes, 4 de diciembre de 2012

¿Amatlakuilolis subliminales?

Es curioso cómo los bancos establecen ciertas configuraciones de una banca por Internet. Mientras que los montos de transferencias pueden variar considerablemente, por ejemplo 500 pesos para las cuestiones de celulares, algunos miles para cuestiones de transferencias, etc., cuando se observa el monto por default para pago de impuestos es exorbitante. Así es, para el pago de impuestos los valores automáticamente permisibles son de ¡999 millones de pesos!

Me da la impresión que “alguien” trata de decirnos que todo lo que sea por concepto de impuestos es bienvenido, pero “no uses tu dinero” para pagar otra cosa que no sean impuestos...

Aunque los valores se pueden configurar, es incongruente que si alguien percibe un millón de pesos al mes, nunca podrá pagar esa cantidad de impuestos. Entonces, ¿por qué configurar las entradas con un valor menor al de pago de impuestos? Digo, si alguien percibe, tal vez por ser un empresario, muchos millones de pesos al mes, obvio va a pagar también otros millones de pesos al mes en impuestos (pensando que realmente pague, ya que entre más se gana, más acceso se tiene a ciertas leyes que omiten el pago de impuestos, tal vez, pensemos en algo inconcebible: ¡una fundación!). ¿Por qué entonces no dejar todos los valores homogéneos en 999 millones de pesos?

Con esos mensajes subliminales… ¿será que el gobierno nos quiere exprimir? No, no, no, si eso no es así... yo y mis malos pensamientos.