martes, 28 de agosto de 2012

Tlajtokayotl del iluikatl

En la película Kingdom of the Heaven con Orlando Bloom, hay un diálogo interesante, que dice así:

No creo en la religión.
La palabra “religión” ha sido usada por fanáticos de todas las confesiones para referirse a la voluntad de Dios.
He visto demasiada religión en los ojos de demasiados asesinos.
La santidad se encuentra en las acciones justas y en el valor en favor de aquellos que no pueden defenderse.
Y la bondad, lo que Dios desea, se encuentra en la mente y en el corazón y según lo que decidas hacer todos los días, serás un hombre bueno o no.

Y aunque las preguntas son duras, vale la pena pensar la respuesta dos veces: ¿Tienes una religión? ¿Eres religioso(a)? ¿Eres católico(a)? ¿Eres creyente? Algunos estudios revelan que la gente no sabe las diferencias de lo que implica cada pregunta. Increíble pero así es.

lunes, 27 de agosto de 2012

El regreso a los mejores tiempos

La música, una de las más maravillosas creaciones del hombre, fuente de inspiración, creadora de sueños instantáneos, origen de poesías, impulsora de energías internas del cuerpo humano, generadora de una gran cantidad de sensaciones, obra maestra de muchos artistas, deleite de deleites entre acordes…

Los ritmos, lentos, rápidos, cadenciosos, folklóricos, acústicos, volátiles, inusitados, llenos de alegría, acompañados de humor, creados desde los sentimientos más insospechados del ser humano, resultado de grandes romances, hechos para los grandes sentimientos, representación de la naturaleza, producto cultural…

El círculo, un todo que no tiene principio ni fin, una representación de que todo vuelve a su origen cuando termina, la curva perfecta, el misterio, un símbolo de excelencia entre diferentes formas de pensar, una abstracción matemática con un valor universal infinito, vibración armónica constante…

La energía, el todo en el universo, el todo en el multiverso, la constante en todo lo que nos rodea y en todo lo que somos, presente en todos los mundos, presente en todos lados, presente en toda escala concebida, transformación eterna…

El hombre, un ser sobre la faz de la Tierra que siente la energía, interpreta la energía, visualiza la energía, genera ritmos a partir de la energía, encierra energía, crea música de la energía, genera energía de la música, que consciente o inconscientemente está en un círculo que recorre una sola vez en su vida, tarde o temprano se da cuenta que está marcado por aquellos ritmos que vivió y sintió en su niñez y en su juventud…

No importa cuantos ritmos nuevos se generen con el paso del tiempo, no importa qué clase de música esté de moda, no importa qué éxitos musicales surjan, no importa cuánto tiempo dure la moda de esa música, no importa si hay nuevas grandes voces, no importa si se rompieron los records de ventas, al final lo único que importa es que ese ser humano se da cuenta que los mejores ritmos siempre serán los de su niñez y los de su juventud, y tal vez, y sólo tal vez, tan sólo algunos cuantos en su adultez y resto de su vida.

Así, cada uno de nosotros, tarde o temprano volverá a su música de origen. Cada uno de nosotros siempre dirá que: la mejor música es la de nuestros tiempos

martes, 21 de agosto de 2012

Los seres tlakamej tienen sed de información: chismes y coaliciones

Recordando un poco sobre el famoso libro de Carl Sagan, Los Dragones del Edén, acerca de que nuestro cerebro evolucionó como una necesidad de procesar información, y que ahora tenemos computadoras para procesar lo que nuestro cerebro ya no puede hacer, nuestra vida en el medio de la información se vuelve cada vez más dependiente del contexto.

Veamos otro escenario de la información. Los seres humanos tenemos la necesidad de saber todo lo que sea posible del contexto en el que nos desenvolvemos, nuestro comportamiento se basa en ciertos parámetros para la toma de decisiones, es decir, par actuar de acuerdo a las circunstancias. Así ha sido a lo largo de nuestra historia, desde aprender a conseguir comida en forma rudimentaria, pasando por las experiencias de la caza, hasta nuestro entorno en el que nos desenvolvemos a diario. Los antropólogos llaman a esto el medio de la información.

Pero más allá de saber lo que acontece en nuestro contexto diario, el ser humano necesita cooperar para conseguir información, necesita cooperar para para desarrollar actividades, necesita cooperar para que otras personas hagan su parte, necesita cooperar para coordinarse en cosas grandes, y lo interesante es que necesita cooperar para sobrevivir. ¿Se han preguntado por qué en su contexto diario necesitan cooperación para saber el estado mental de los demás? ¡Para saber sus negras intenciones! Bueno, el color que sea, pero es necesario saber las intenciones: desde el trabajo, matrimonio, diversión, etc. Y de allí, se desprende, aunque no quieran, el mundo del chisme. Sí, entre más sepamos, ¡mejor! Lo curioso es que el chisme es interesante siempre y cuando tenga alguno de estos tres sabores: sexo, posición social, recursos. Y como dice Pascal Boyer: “no hay sociedad humana sin chismes”.

Con la información del contexto sobrevivimos en cualquier situación (o casi siempre). Pero dicha información nos permite evaluar confianza y hacer coaliciones. Podemos incrementar los beneficios del grupo, podemos esperar la misma disposición de otros, cada uno tenemos representatividad del grupo, manejar lealtad… Y el cerebro, gracias a los sistemas de inferencia complejos, detecta hasta el más mínimo detalle para actuar.

Política, sociedad, cultura, religión… todo en movimiento y funcionando gracias a la información o ¡¡¡chisme!!!

El vengador del futuro (2012): otra película tlasoli

22 años después de la versión original, este año se estrenó el refrito-adaptación-basura de la película protagonizada por Arnold Schwarzenegger: El Vengador del Okachiuali.

Si bien la adaptación es un tanto interesante, deja mucho que desear, ya que pareciera que es un revoltijo de muchas otras películas. Por mencionar sólo algunas: escenarios al estilo de la bóveda donde se supone está El Cubo, un montón de policías robot al estilo de Yo Robot con un toque-mezcla de La Guerra de los Clones, automóviles voladores al estilo de Sentencia Previa (Minority Report) y El Demoledor (Demolition Man), un ambiente obscuro al estilo de Inframundo, entre muchas otras.

En la versión original, cuyo escenario es en Marte, está completamente justificado por qué aparece una mujer de tres senos: hay mutantes. En esta nueva versión, de la nada, sin menor explicación lógica y congruente, aparece también una mujer de tres senos. Al menos yo no encontré motivo alguno, excepto tal vez por el morbo del director. (¿O acaso sólo hay un único mutante tras un desastre nuclear?)

Las cuestiones de realidad aumentada, muy bien manejadas en otras películas como en Iron Man o Avatar, dejan mucho que desear para esta película.

Me quedo definitivamente con la versión de 1990 que además tiene nuestro metro de la Ciudad de México (Chabacano) y la Glorieta de Insurgentes.

Inferencias y categorías ontológicas

En el contexto del aprendizaje, hay numerosas cuestiones interesantes en cómo el conocimiento se va generando, acumulando y puliendo. Un niño aprende (porque se le dice o por observación) que una coneja pare conejos vivos y que una gallina empolla huevos. Pero lo interesante es que al niño no se le necesita decir que esto ocurre para todas las conejas y gallinas. ¿Cómo es esto posible?

El cerebro es extraordinario, ya que en realidad no es un contenedor vacío, hay ciertas cosas que están en el cerebro en forma predeterminada, que desde luego también se desarrollan. Así, ir más allá de la información recibida es posible gracias a un sistema de inferencia.

A partir de las inferencias se crean nuevos conceptos, no importa la complejidad. Por ejemplo: conforme se sabe que una cosa de cuatro patas es un ANIMAL, todo lo que sea similar también lo es. Pero especificar que esa cosa tiene ciertas características la particulariza. Así, ANIMAL es un esquema conceptual y Caballo, Perro, Gato, etc., son conceptos. ¿Fácil?

Si ahora decimos que un Xterokyl tiene cola, cuatro patas, un cuerno y una cresta, evidentemente decimos que es un animal. Esto es una inferencia, ya que no necesitamos la información completa. Y de la misma forma, podemos decir que un Xterokyl nace de otro Xterokyl. Esto es una inferencia predeterminada. Dado que un Xterokyl lo categorizamos en un animal, entonces ANIMAL es una categoría ontológica (o esquema conceptual). Así, a partir de ANIMAL (lo abstracto) inferimos todo lo necesario para nuevos animales (lo concreto).

¡Las categorías ontologías son esquemas conceptuales para atrapar conceptos!