lunes, 31 de mayo de 2010

El poder de la vitamina C

Caminando por la calle y sobre la misma acera me encontré con una persona que traía sus herramientas de trabajo y algo más. Me dijo: “Disculpe, pero no he comido, estas son mis tortillas y no me ha caído chamba, pero si pudiera completarme para un chilitos y comer”. Sin pensarlo le di cinco pesos.

Indistintamente de la necesidad de comer o no, o incluso si era verdad lo que me dijo, recordé que mucha gente se alimenta de tan solo tortillas, chiles y si bien le va posiblemente de frijoles y arroz. La complexión de dichas personas es por supuesto generalmente delgada y por el tipo de actividades que hacen día a día, también resultan ser bastante fuertes. Y curiosamente, dichas personas son muy sanas.

Si las personas comen bastante chile, por supuesto que ingieren una carga muy fuerte de vitamina C en su dieta diaria. Y vaya para tipo de estómago que deben tener, que les aseguro no tienen tantos problemas de gastritis.

Eso tal vez sea a lo que se refería Linus Carl Pauling al publicar que la vitamina C en determinadas cantidades (10 gramos o más al día) genera una protección natural contra las kokoxkayotls, que van desde el clásico resfriado hasta enfermos de cáncer. Es evidente que por mucho chile que comamos no tendremos una ingesta diaria de 10 g. de vitamina C, pero es una de las fuentes más ricas dicha vitamina.

Previamente ya tenía referencias de Pauling, pero en aquella ocasión (hace unos 10 años) fue solo como algo novedoso en las conversiones filosóficas que a veces aparecen. Hoy, gracias a esta persona con hambre, recordé muchas cosas alrededor de la vitamina C y al menos, es evidente que si a nuestro organismo le ofrecemos lo que por alimentación natural no obtiene, nuestra salud mejora.

domingo, 30 de mayo de 2010

Hasta la naturaleza cuesta

Antiguamente, la raza humana caminaba en el paraíso, todo lo tenía a su disposición con tan solo estirar la mano. Grandes bosques, ríos, lagos, selvas, entre muchos otros atractivos naturales. Todo gratis y con el mínimo esfuerzo. Posiblemente la caza tenía un cierto costo en determinadas ocasiones: la vida.

Actualmente, mucha gente trabaja duro para conseguir un pequeño espacio de pasto, y probablemente algunos árboles y sus mascotas. Y si no puede hacerlo, entonces adorna su casa con detalles que reflejen algo de naturaleza: artificialidad total. Y no necesariamente todo esto es barato: también puede costar la vida por tratar de construir un paraíso. Mientras tanto, otras personas destruyen con gran facilidad lo poco que queda de la naturaleza.

¿Qué diferencia hay en el costo por conseguir la naturaleza? ¿Cómo se ha llegado hasta este punto? ¿Acaso no es contradictorio? ¿Habrá que dividir el planeta en dos? Me parece que hasta que no tengamos un holocausto natural entenderemos nuestra realidad y comprenderemos mejor este mundo que vivimos.

lunes, 24 de mayo de 2010

Experiencia y práctica: el poder de la actualización

Tras unas breves palabras de presentación, la conferencia dio inicio. Un tema de actualidad impartido por una persona de la industria explicando los contrastes entre lo robusto y la sencillez, entre la imposición y el liderazgo, entre lo tradicional y lo diferente e innovador.

Bastó tan solo 1 hora, un tiempo muy corto para aprender lo que tal vez no se aprenda en un curso de pura teoría. Así de rápido es el poder actualizarse y al mismo tiempo, la forma más práctica de comprender la realidad. Las preguntas no se hicieron esperar, y la retroalimentación fue mucho más amplia.

Mientras se rumoraba una plática pesada, el resultado fue todo lo contrario. Hasta los más escépticos vieron con buenos ojos la conferencia.

Cuando se enfoca todo a un objetivo, el resultado es muy bueno.

lunes, 17 de mayo de 2010

El despilfarro de bicente y cente

Crisis:
Cambio decisivo, brusco o importante.
Escasez y carestía.

Si desde hace algunos años estamos en crisis como país (carestía), hemos afrontado situaciones complejas (cambios) y nos están exprimiendo con los impuestos (más cambios) para solucionar (según) muchas cosas, entonces ¿con qué derecho llega “bicente” (y de paso su cuate “cente”) y tranquilamente se les da dinero?

Hasta la fecha (y si me equivoco, corríjanme), se desconoce el presupuesto destinado para el famoso cumpleaños, incluso hay informes de que pasarán algunos años antes de saber el costo de la fiesta. Aunque se ha pedido hacer público todo esto para estar a la par con la transparencia (¿será de bolsa negra?), aún no hay respuesta. La reina carestía que debe estar gobernando en nuestro país resultó ser también un títere. No es de extrañarse.

Desde luego es emocionante que cuando cumplo cierto número de años, me dan ganas de hacer algo relevante, diferente y trascendental. Pero si no me alcanza, tendré tal vez que recortar la lista de mis invitados o tal vez cambiar mi platillo favorito por un más sencillo pero igual de suculento, o cambiar mi vino francés por uno mexicano, total, de todas formas puedo perder el conocimiento si bebo en exceso y a la cruda (realidad) no le importa la finura de la bebida. Alternativas hay, y puedo hacer fiestas trascendentales sin tronarme los dedos.

Hay una frase cruel que dice: “somos o nos hacemos”. Yo no sé de qué lado estamos, pero la realidad es que tal vez me muera, y se mueran varias generaciones de mi descendencia y posiblemente, tal vez, se llegue a ver un granito de cambio. Por lo pronto si alguien me dice qué celebraremos realmente, se lo agradeceré. Y lo digo así, enfáticamente: ¿qué celebramos?, porque si seguimos arrastrando la mentalidad de colonizados, de nada sirve ser independientes.

Patioyotls excesivos... ¡la ruina!

lunes, 3 de mayo de 2010

Preámbulo (...)

El ser humano se halla
a medio camino entre los dioses y las bestias.

= Plotino =

Ha llegado la hora, es el momento justo, lo acumulado debe distribuirse. Discernimiento, reflexión, silencio, observación, meditación, criterio... solo unas cuantas herramientas, entre otras no menos importantes, a lo largo del camino en nuestro retorno a las estrellas.

Así lo pide el dragón,
aunque al preguntarle lo niegue.

domingo, 2 de mayo de 2010

Cosmos: neyolnonotsalistlis sobre un pasado

Disculpen que los deje, pero se me hace tarde, tengo un compromiso importante, es “un viaje personal” que no puede esperar y casi es la hora...

¡Justo a tiempo! Son las 17:00 horas exactas. Otro poco y no abordo la nave. Gracias a la tecnología, solo necesito mover una palanca y listo, la nave se enciende y sin darme cuenta, me encuentro en algún punto del inmenso universo. Bien, veamos que tenemos el día de hoy. Veo las galaxias, los planetas y otras cosas que no comprendo pero resultan fascinantes. ¿Cómo? ¿Qué? Interesante, me encuentro en los inicios del universo... Ahora estoy viendo el momento cuando se forman los planetas... ¡Excelente! La evolución pasa frente a mi y apenas comprendo muchas cosas. Mi nave es extraordinaria ya que ahora me encuentro en Egipto, paso rápidamente a Grecia y a otros lugares que nunca he oído... El viaje continúa por el tiempo... Pitágoras... Galilea... Alejandría... Expediciones lunares... Magnetismo... Gravedad... Mundos dentro de mundos... Lo micro y lo macro... Dejen prendo mi radio porque la música es interesante... Sí, escuchar los “sonidos” del universo y de la historia es bastante placentero. ¡Qué aprendizaje: ciencia, historia y misticismo! El viaje ha terminado, ahora dejemos esto para otro día, tengo que hacer tarea... qué aburrido.

Hace algunos meses conseguí una serie de televisión bastante exitosa de los años setenta. Después de pasar algunos fines de semana recordando muchas cosas con cada uno de sus interesantes episodios me di cuenta de algo que tal vez nunca fui consciente o al menos, no en su totalidad. Por la edad que tenía, no podía comprender todo el material que veía, pero algo sí fue seguro: se despertó mi curiosidad por todo lo que hay alrededor, lo pudiera ver o no. Ahora que he puesto toda mi atención a cada uno de los episodios, redescubrí de dónde se fijó mi gusto por determinado género musical que sin saberlo lo reencontraría a mediados de los noventa. Por primera vez fui consciente que desde esa época siempre buscaba no un porqué, sino una razón o justificación de las cosas. La inquietud de saber de dónde venimos y hacia dónde vamos coincidía, al menos, con la evolución, mas no era suficiente porque la parte del misticismo siempre nos ha envuelto y la consecuencia de ello es que ahora dedico cierto tiempo a la educación del espíritu (que no tiene nada que ver con religión). También comprendí porqué me dediqué a la ingeniería, tal vez como un ideal que en mi inconsciente prevaleció desde aquella época y que quizás, como una forma de aproximarme al cosmos, tengo un espacio donde puedo crear mis propios universos para trabajar.

Tal vez estén o no de acuerdo en que algo tan simple como una serie de televisión pueda formar un ideal en una persona, pero de que la televisión es influyente, lo es y lo comprueban muchos estudios realizados. Pero hay algo que realmente es seguro: nunca he conocido mejor programa del universo que Cosmos, la razón es simple: tiene una riqueza no solo científica al alcance de los que no somos expertos, su riqueza va acompañada de cosas filosóficas, históricas, reflexivas y de conciencia. Y a todo esto, ¿cuál fue la música interesante? Bien, la serie va acompañada de uno de los grandes exponentes del New Age: Vangelis.

Se dice que lo que recibimos y absorbemos cuando somos niños nos moldea para cuando crecemos...

sábado, 1 de mayo de 2010

El árbol se fue

Llegando, todo parece en orden. Algunas personas caminando, otras festejando. Hay un coche atravesado y tengo que bajarme antes para poder pasar. Pero hay algo que se ve raro, parece que la cuadra tiene algo diferente, no puedo identificar qué es pero empiezo a sentir un ligero descontrol de ubicación, hay algo que no está bien. De repente noto que la casa del vecino se ve totalmente despejada del frente. ¡He ahí!

Finalmente los vecinos se salieron con la suya. Cortaron el gran árbol que daba su sombra, el árbol donde muchos pájaros se juntaban para ofrecer sus cantos, aquel que por más de 7 años hacía parecer las tardes de primavera y verano muy frescas. Todo terminó.

Yo me pregunto: ¿Las autoridades correspondientes les dijeron que debían sembrar 10 árboles por semejante asesinato? No lo sé, pero un árbol es un árbol. ¿Qué tan felices se sentirán los vecinos porque ahora ya no hay “basura” que recoger? Creo que podrán festejar no barrer, pero también respiran algo de menor calidad. ¿Extrañarán los cantos de las aves? Creo que no porque la vida citadina es solo ruido y escándalo ensordecedor. ¿Se sentirán culpables de algo? Sospecho que hasta han de sentirse orgullosos porque no van a sacrificar calorías para barrer y eso los hará sentirse mejores.

Mientras tanto, desde mi casa, las tardes nunca volverán a ser igual de frescas, no habrá sombra que mitigue los resplandecientes rayos solares y no escucharé con la misma intensidad el canto de las aves en cada amanecer.