jueves, 4 de julio de 2013

El regreso

La vida es agitada… la gente está muy alocada… las actividades cotidianas exprimen… los compromisos amenazan… los días se acortan… y el universo parece contraerse.

Mantenerse en el camino es un reto, indistintamente de las circunstancias. Hay que tener un impermeable donde todo lo negativo se resbale y sólo deje pasar la parte positiva. La instrucción debe repasarse cada día, cada instante, momento a momento o de lo contrario por cada paso hacia adelante es posible que en realidad des dos pasos atrás. Los egos del entorno deben resbalarse también, o tu ego crecerá y te destruirá. Cada sacudida en la vida diaria debe permitir la eliminación de ego, pero al parecer, a veces esa sacudida atrapa más ego.

Sin embargo, ese mágico reír siempre llegará para salvar y aliviar. La sonrisa real y la risa verdadera son enemigas del ego, son enemigas del lastre del pasado. Si aunamos la templanza, será posible mantenerse en el camino correcto o incluso regresar a él. Y si tienes más armas, todo será más fácil. El dolor se alivia y te permite sentirte sin peso alguno, sin lastre.

Obsérvate detalladamente… si no ves una sonrisa honesta y legítima, hay un ego enorme que te consume.

Cada vez que pase la tormenta, tendrás la oportunidad de regresar al camino, a ese renacer que buscas y buscas y que al final te das cuenta que no necesitas buscarlo porque te encuentras en él, sólo sonríe para que estés en armonía. ¡Lo demás llega solo!

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