-¿Tienes cuenta en Flicker? Bien, intercambiemos datos para posteriormente entrar y comunicarnos.-
-No puedo buscar, algo pasa.-
-Veamos, creo que tienes que buscar en esta otra parte.-
-¿La entrada principal?-
Los minutos pasan...
-¡Es que estaba buscando en el contenido para móviles! Cambiaré.-
Los minutos pasan...
-¿Y si mejor intercambiamos correo?-
-Pero no sé porque no funciona esto, ya veo, ¡este no es touch screen!-
-Así pasa.-
Los minutos pasan... Y yo digo: ¿no tienen algo en dónde anotar y listo?
-Pero no tenemos bolígrafo.-
Y vuelvo a preguntar: ¿Entre tanta tecnología no tienen algo en dónde escribir y guardar su correo o cuenta y luego se escriben?
-¡Cierto!-
¡Asunto arreglado! “Mi no entender”... pero la dependencia tecnológica, independientemente de lo divertido, como en esta historia, nos sobrepasa. Y yo además me pregunto, con tanta tecla miniatura, hecha para dedos “no humanos”, ¿acaso no se estresan más?
Si algún día llego a tener un teléfono inteligente será solo por el hecho de no conseguir un modelo que solo funcione como un simple y sencillo teléfono celular.
¡Me declaro un individuo
antisocial virtual!
antisocial virtual!
A veces suena ridículo, pero es el mundo que enfrentamos, apegamos tanta la tecnologia y olvidamos cosas tan sencillas que ya sabemos. Me cuerdo en un mexamen, se me olvidé llevar la calculadora, y me quedé preocupado sin saber que hacer, luego pensé si en mi tiempo de primaria y segundaria núnca se ocupa la calculadora para las examenes y pude pasar las examenes. y porque ahorita no? Me di cuenta que la tecnologia me hace olvidar la matematica.
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