jueves, 25 de marzo de 2010

Tekipanoa y equilibrio

El tekipanoa, algo indispensable en nuestro mundo moderno y, al mismo tiempo, un elemento que para muchos llega a alterar drásticamente el ritmo de vida. Existen personas adictas al trabajo, que desde luego, si no trabajan se deprimen y por el contrario, hay quienes desearían no tener que trabajar nunca en toda su vida.

Al respecto, estas últimas dos semanas han estado llenas de muchas actividades. Tal pareciera que se trata de una trampa maliciosa que para salir de vacaciones hay que trabajar más para merecerlas. El punto es que mientras las actividades sean de nuestro interés, no hay problema.

Sin embargo, indistintamente de las cosas de trabajar mucho, hay otras muy importantes que no debemos dejar pasar. Primero, como diría una amistad del mundo de la ciencia: “no importa qué tengas que hacer, nunca dejes de hacer lo que te gusta porque esas actividades te mantendrán en la vida”. Segundo, no hagas de tu trabajo el centro de tu vida. Tu vida debe ser un equilibrio de persona, familia, trabajo y gustos. Tercero, lo más importante es tu salud, nunca permitas que el trabajo (u otra cosa) te estrese de tal forma que te enfermes. He allí la importancia del equilibrio. Cuarto, no te aísles porque por naturaleza, el ser humano necesita de otros. Somos interdependientes, aunque nos cueste trabajo reconocerlo. Quinto, tu trabajo es solo eso, tu trabajo, y no debes permitir que invada tus otros espacios para mantener tu equilibrio. Sexto, si no te gusta tu trabajo, cambia, pero lo que hagas, hazlo con gusto, porque así, el día de mañana no sentirás que dejas algo y ni que te hizo falta algo más. Sabrás que lograste lo necesario. Séptimo, no olvides que el trabajo te dará siempre el potencial de realización (no de ambiciones) que necesitas para tus otros tres ingredientes del equilibrio (segundo punto).

Por lo pronto, a descansar…

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