lunes, 5 de noviembre de 2012

El banquete en honor a Mictlan

Las 2:00 de la tarde en punto. Tras unos minutos de espera, llegaron los amigos. A escasos 15 minutos llegamos al lugar de la cita, al lugar donde se celebraría una comida por la festividad de Mictlan. Entre las personas de la honorable casa, sólo una cara conocida. Tras las presentaciones, un vaso de refresco y en seguida la comida. Nada de especial en los diferentes platillos... pollo con mole, arroz, tamales de frijoles y pan con ajonjolí. Cada platillo es una delicia que disfruto desde hace algunos años. El arroz, el más común en toda mi vida. Después de servir el pollo con mole y arroz, vino la combinación inesperada. ¡Los tamalitos de frijoles en acompañamiento del mole!

Aún y cuando he disfrutado enormemente de los tamales de frijoles en numerosas ocasiones, sobre todo al estar en el famosísimo Xochimilco, jamás me imaginé que esta combinación con mole fuese extraordinaria. El sabor es indescriptible. Y aunque quería comer más, mi estómago me sugirió ser prudente.

He de mencionar que al término de la reunión, tuve la gran fortuna de salir con un itacate para disfrutar en casa de esta deliciosa combinación. Así, a partir de hoy puedo sugerirles que prueben esta combinación. Donde quiera que tengan la oportunidad de conseguir tamalitos de frijoles y hacerse también de un buen mole rojo, combinen ambas cosas y prepárense a disfrutar de un sabor muy agradable. El paladar se los agradecerá.

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