jueves, 18 de octubre de 2012

Nuestra nemilistli artificial

En la actualidad, la raza humana es dependiente de muchas cosas. No importa cuántas cosas podamos nombrar, no importa qué tanto hayamos avanzado en tecnología, no importa qué tanto sabemos de muchas áreas, nada importa ante la dependencia de nuestras vidas a un solo hecho que sin él, nos morimos. Tal hecho, no es otra cosa que una palabra de tan sólo 8 letras: MEDICINA.

Dos cosas elementales. 1) La vacuna, ese montón de micro organismos aturdidos que hacen que nuestras defensas sepan cómo combatirlos, es lo que nos da una vida artificial. 2) Los medicamentos, un montón de químicos que curan de enfermedades pero que generalmente afectan de otra forma al organismo.

Sin vacunas, sin medicamentos, nos morimos ante cualquier amenaza, hasta una simple gripe es tan mortal que no tenemos nada que hacer ante ella.

Tal vez se pregunten que soy un tanto exagerado y radical. Pero precisemos algo: la selección natural, aquella que garantiza la supervivencia o éxito reproductor para que se extienda a la población, ha sido alterada con la medicina. Si en este momento dejamos de vacunar y nos olvidamos de que existe la medicina, ¿cuántos seres humanos sobreviven? Sólo los MÁS APTOS NATURALMENTE.

Agreguemos un tercer elemento: trasplantes. Incrementamos el carácter artificial a este concepto que conocemos como vida. Y ahora que se trasplantan cerebros, ¿somos o no somos? Debate abierto. Y si gustan un cuarto: prótesis.

Si bien todo lo anterior nos permite estar en mejores condiciones de vida, también es muy cierto que hay muchos que tienen una agonía en vida gracias a estos avances médicos: simplemente pensemos en las personas que desafortunadamente tienen una muerte cerebral o tienen un estado vegetal. ¿Quieren más cuestiones artificiales?

Aprendamos a aprovechar la oportunidad que nos dan los avances que el mismo ser humano ha desarrollado. Si ya tenemos una vida natural complementada con una parte artificial para vivir mejor, entonces vivamos mejor. Caso contrario, no tiene sentido. Termino con dos citas interesantes de Hipócrates:

“Tus fuerzas naturales,
las que están dentro de ti,
serán las que curarán tus enfermedades”


“Ni la sociedad, ni el hombre,
ni ninguna otra cosa deben sobrepasar para ser buenos,
los límites establecidos por la naturaleza”

No hay comentarios:

Publicar un comentario