viernes, 23 de diciembre de 2011

¿Monopolio de autobuses?

El pasado 8 de noviembre se anunció que Grupo ADO podría comprar acciones de Asur. Esta puede parecer una operación empresarial común y corriente, como muchas que hay alrededor del mundo, y que desde luego no se duda que tenga grandes beneficios entre las personas y empresas involucradas. ¿Y para el pueblo?

Es muy respetable lo que hagan con sus empresas. Pero la cuestión es la siguiente. Nuestro grupo de oriente, con sus múltiples integrantes y adquisiciones que ha tenido a lo largo de los últimos años (AU, OCC, Estrella de Oro, Autotur, Turibus, entre al menos otras 15), prácticamente se ha apoderado de las rutas de autobuses del centro – sureste del país. Frecuentemente viajo en este bloque territorial de México y desde luego que utilizo los autobuses de oriente. Si bien los períodos vacacionales tienen aumentos significativos en las tarifas, me ha llamado mucho la atención que no solo es en el período vacacional, sino que se dan el lujo de “extender” dicho período antes y después de las vacaciones oficiales.

Evidentemente no es la única empresa o grupo que hace esto, ni tampoco cuestiono que no lo deban de hacer, pero resulta que el incremento, que oscila al menos en un espantoso 7%, va más allá de lo que el gobierno aumenta al salario mínimo, que es de tan solo 4 a 5%. Tal vez yo esté mal, es probable que ni idea tenga de lo que estoy diciendo y que no debería incluso hablar de este tipo de cuestiones y menesteres, pero evidentemente lo veo como un abuso total.

Desde luego que hay otras empresas que no solo es un 7%, es un 100%, 200% o más, caso de las aerolíneas. No obstante las aerolíneas tienen un mercado económico diferente, pero tampoco se me hace congruente lo que sucede.

Regresando a las cuestiones de autobuses, si vemos un poco al lado norte del país, hay también situaciones similares, pero me encuentro con algo diferente: hay autobuses que realmente muestran servicios de lujo, tales como televisiones individuales de touch screen, canales de radio también individuales, baño de hombres y baño de mujeres, servicio de cafetería, bocadillos, bebidas y hasta asientos amplios que ofrecen un mejor confort y descanso.

Comparando los servicios que ofrecen en el sureste (línea regular, conocida como “Primera Clase”) y los del norte, resulta que en tramos de igual longitud e igual tiempo de viaje, los autobuses que viajan al norte son más baratos que los de nuestro grupo de oriente. Y si queremos los mismos servicios en la parte sureste del país, entonces hay que pagar una lanota para disfrutar de ellos. Evidentemente tampoco se me hace congruente. Probablemente, yo no quiero ver la realidad y digo mentiras. Y no quiero hablar de la puntualidad, no, no, no, solo porque uno tiene la necesidad, pero...

La gran cantidad de adquisiciones dada por nuestro grupo, y ante la competencia prácticamente nula por parte de otras líneas de autobuses, me hace sospechar, o como dirían por allí, “tengo el sospechosismo” que tenemos un monopolio más en el país (disculpen lo redundante del tener). Y si de plano estoy mal, pues díganmelo.

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