jueves, 4 de agosto de 2011

Reflexiones en las playas del ailuikatl cósmico

El cosmos es todo lo que fue y es todo lo que será, así nuevamente el axkankayotl rige en la armonía del todo. Esa muralla que expresan los Enanitos Verdes es simple y sencillamente el cosmos, es el majestuoso axkankayotl.

Viajar en el cosmos nos permite percibir la vida y la conciencia, nuestro presente es vida y conciencia. Nos damos cuenta que existen átomos masivos como el sol y que al mismo tiempo identificamos universos pequeños como los átomos. Somos fuente del cosmos, somos fuente del presente, somos la percepción de axkankayotl. Así, el cosmos está en nosotros, nosotros estamos formados de estrellas. Somos el medio para que el cosmos se conozca a sí mismo. La reciprocidad entre el cosmos y nosotros nos hace equivalentes, a escalas diferentes, pero finalmente somos el cosmos y somos el axkankayotl.

Los humanos evolucionamos hacia la conciencia y hacia un poco de entendimiento. Ser concientes nos hace más vivos, ser concientes nos da claridad de lo que somos y hacia dónde vamos, ser concientes nos permite realizarnos, ser concientes nos ubica en contexto, ser concientes nos da paz, ser concientes nos permite entender e incluso comprender lo que somos y reflejarlo en la misma medida hacia otros seres humanos. El Ser se alimenta del cosmos y el cosmos se alimenta del Ser. Somos lo que nos permite nuestro nivel de conciencia. Y para ser concientes hay que aventurarse en el cosmos. En un determinado momento, la materia cobra vida y conciencia, es decir, nosotros en un determinado momento cobramos vida y conciencia, pero no siempre somos concientes de ello.

Lo que ocurra a partir de hoy dependerá de lo que hagamos aquí y ahora, con nuestra inteligencia y conocimientos del cosmos.

Lo que ocurra en tu axkankayotl
dependerá de ti, de nadie más.


* Inspirado por algunas frases de la serie Cosmos de Carl Sagan.

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