viernes, 26 de agosto de 2011

El nuevo grupo

Todos estaban atentos a su hoja. La mayoría con una actitud relajada, pero al mismo tiempo, recuperando datos de su cerebro. Observé cada expresión en cada uno de ellos y me pregunté cómo me habré visto yo haciendo lo mismo en ese instante.

Descubrí que hay a quienes les interesa mucho lo que pueden aprender, algunos otros con un poco de temor tal vez no dejaron aflorar su realidad. Pero más allá de todo lo que se puede percibir de ellos, puse atención en algo que por primera vez hice: observar su respuesta ante mis cambios de actitud. ¡Muy interesante!

Tal vez no es tan evidente, pero mientras me comporté serio, lo cual no me cuesta mucho trabajo, el grupo resultaba serio. Al menor cambio de actitud, digamos un poco relajado, el grupo se mostraba relajado. Algunos de ustedes dirán que es obvio, mas no siempre ocurre así. Pero lo más peculiar fue el tono y el poder de la sonrisa. Mostrar mi sonrisa ligeramente marcada en el rostro ante un grupo de personas, especialmente jóvenes, resultó en una experiencia formidable. No había un cambio de actitud tal vez notorio, pero se percibía una armonía poco vista. No me refiero a lo que se ve, si no a lo que se siente. Es un poco complicado describir la sensación, pero al final casi todos se despedían con un tono de agradecimiento.

Quise por primera vez ser consciente de lo que ocurre en un aula de clases con estrés. Y compruebo por primera vez lo que alguna vez aprendí: la capacidad de influencia de una persona manejando energía, ¡es enorme!

2 comentarios: