lunes, 23 de mayo de 2011

Revolución del alma

Nadie es dueño de tu felicidad,
por eso no entregues tu alegría, tu paz,
tu vida en las manos de nadie,
absolutamente de nadie.

Somos libres, no pertenecemos a nadie,
y no podemos querer ser dueños de los deseos,
de la voluntad o de los sueños de quién quiera,
la razón de tu vida eres tú mismo.

Tu paz interior es tu meta en la vida.

Cuando sientas un vacío en el alma,
cuando acredites que aún te está faltando algo, aun teniéndolo todo,
guarda tus pensamientos para tus deseos más íntimos
y busca la divinidad que existe en ti.

¡Deja de situar tu felicidad cada día más distante de ti!
No coloques el objetivo demasiado lejos de tus manos,
abraza a los que están a tu alcance hoy...

Si andas preocupado por problemas financieros,
amorosos, de relaciones familiares,
busca en tu interior la respuesta para calmarte,
tú eres el reflejo de lo que piensas diariamente.

¡Deja de pensar mal de ti mismo y sé tu mejor amigo siempre!

Sonreír significa aprobar, aceptar, facilitar,
¡entonces, habrá una sonrisa para aprobar el mundo
que quiere ofrecerte lo mejor!

Con una sonrisa en el rostro
las personas tendrán las mejores impresiones de ti,
y tú estarás afirmando para ti mismo,
que estas "próximo" para ser feliz.

Trabaja, trabaja mucho a tu favor,
deja de esperar la felicidad sin esfuerzos.

Deja de exigir de las personas aquello
que ni para ti has conquistado aun.
Criticar menos, trabajar más y,
no te olvides nunca de agradecer.

Agradece todo lo que está en tu vida en cada momento,
inclusive el dolor.

Nuestra comprensión del Universo aún es muy pequeña
para juzgar lo que quiere que sea en nuestra vida.

La grandeza no consiste en recibir honores;
sino en merecerlos...

= Aristóteles, 360 A. C. =



Después de La noche quedó atrás, es hora de revolucionar el alma…

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