sábado, 14 de mayo de 2011

Las hormigas en acción

Los días pasaron lentos y rápidos, ambas cosas simultáneamente, cada hormiga tenía su tarea específica, cada hormiga tenía que buscar y conseguir sus propias hojas, cada hoja desde luego muy importante, el futuro con mejores posibilidades dependía de cada hoja recolectada.

Como es clásico, las hormigas van y vienen con más hojas, algunas dejan determinadas hojas por otras que otra hormiga ya las llevaba en camino. Así, las vueltas constantes entre el ir y venir se veían interminables. Las fechas se fueron acercando y las hormigas cada vez más apuradas daban más y más vueltas en espera incluso de que otras hojas aparecieran. En esta sociedad de hormigas, gran cantidad de hojas debían tener el visto bueno de algunas hormigas reinas, que tras la aprobación, las hormiguitas aceleraban el paso para juntar las hojas con las demás.

La tarea final es llevar las hojas ante algunas princesas hormigas para que las cotejen y determinen si dichas hojas son aceptables o no. No es de extrañarse que algunas hormigas, tal vez, regresen a aquella parte del hormiguero con su montón de hojas que le fueron rechazadas, todo porque hubo detalles que las princesas hormigas no aceptaron.

Así, en este hormiguero hipotético, en esta sociedad pequeña, las hojas son tan importantes pero al mismo tiempo tan difícil de colectarlas, que la gran mayoría de hormigas decide solo seguir su tarea cotidiana, deciden solo trabajar al ritmo de costumbre y olvidarse de esta ardua tarea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario