martes, 6 de julio de 2010

Aprovechando el kauitl

El cansancio se siente, el bostezo se hace presente y la hora de salida está por llegar. En espera de que dé la hora me pregunté cómo se puede aprovechar el kauitl cuando no es posible descansar plenamente y por obvias razones no se quiere hacer más trabajo. Encontré algo que incluso me ayudó a organizarme… ¿Organizarme? ¡Si lo que se quiere es menos trabajo! He ahí la cuestión.

Recurrí a las técnicas de romper papel en cachitos. Efectivamente, como no quería hacer nada, vi que mi alrededor era un mundo de papel innecesario, ya saben, de esas ocasiones (muchas) que no sé porqué decide uno guardar cosas que luego ya no tiene sentido. El punto es que seleccioné todo el papel que ya era obsoleto, desde impresiones de revisión hasta avisos que ya no tenían validez y cosas adicionales como propaganda. Tan solo de romper el papel, el estrés bajó, recuperé espacio en mi escritorio, quedó todo más organizado, encontré cosas que pensé ya no existían y llegó la hora de la salida.

No escribo más porque hay que ir a dormir y con el gran arrullo de la lluvia, la noche pinta excelente.

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