domingo, 18 de julio de 2010

En memoria al maestro Manuel Cota Aguilar

Hace 10 meses aproximadamente me enteré del fallecimiento de una de las mejores personas que he conocido en el ámbito computacional y filosófico. Matemático de carrera y con maestría en filosofía, el maestro Manuel Cota dedicó gran parte de su vida al desarrollo de software aplicando métodos novedosos y de vanguardia.

A Manuel lo conocí por medio de una amistad con quien trabajaba. Tuvimos un sin número de reuniones para planear el desarrollo de varios proyectos, intercambiar información y opinar sobre diversos temas de moda tecnológica. A lo largo de esas reuniones, más que una cuestión formal de trabajo, fue un ambiente de trabajo mezclado con humorismo y filosofía. Así, después de hacer reuniones entre semana, prácticamente todo se convirtió en reuniones sabatinas para disfrutar de sus pláticas llenas de reflexión sobre cualquier tema que comentáramos.

A lo largo de todas esas reuniones supe que desde que salió de la carrera se involucró en el desarrollo de software, desde la época de los espaguetis cuando apenas el enfoque estructurado era como un mito. Dominando este tipo de enfoque, experimentó muy temprano con el mundo de los objetos innovando con sus desarrollos. Hasta donde supe y me pude dar cuenta, siempre fue una persona dedicada a ver lo último para poder desarrollar más rápido, en menos tiempo, reutilizar todo lo que se pudiera y ocupar la menor cantidad de gente. Con grandes habilidades en el análisis y el diseño, utilizó eficientemente los métodos y técnicas de modelado de objetos antes de que se unieran Los Tres Amigos e incluso antes de que la Banda de los Cuatro hiciera escándalo con sus patrones. Gracias a él supe que el lenguaje de Los Tres Amigos no es lo mejor para modelar software, es simplemente lo más comercial.

En el 2001 recuerdo una comida en donde nos platicó que llevaba algunos años utilizando métodos fractales para el desarrollo de software. Yo sin saber la magnitud de lo que expresaba no le di mayor importancia, simplemente pensé que por ser matemático le gustaba elaborar cosas complejas, no obstante, 8 años después que supe lo que era un método fractal me percaté que no era nada de lo que imaginé. Ahora los métodos fractales son parte de mis objetivos a corto, mediano y largo plazo.

Escuchar las pláticas de Manuel era un deleite. Yo me convertí en una especie de “esponja humana” tratando de absorber lo más que se pudiera, sobre todo si era una cuestión tecnológica. Recuerdo una tarde del 2005, aproximadamente a las 15:00 horas, que nos vimos para platicar acerca de los nuevos paradigmas de desarrollo. Pensé que la plática sería de un par de horas, tomando un poco de té, pero la gran sorpresa es que terminamos saliendo a las 23:45 horas y tuvo que ser de forma forzada porque me dejaba el metro.

Tuve el gusto de trabajar con él capacitando personal del INEGI en Aguascalientes. Allí me enteré un poco más de sus habilidades como negociador y hasta la fecha recuerdo sus sabios consejos para realizar proyectos.

Lo más admirable para mi fue cuando supe que su empresa, generadora de proyectos a nivel Latinoamérica, para bancos, industria y gobierno, constaba de la fabulosa cantidad de ¡2 personas! Sí, solo porque lo vi lo creo. Ocasionalmente incluía a algún otro colaborador, pero era raro. Cuando conocí sus diseños no podía dar crédito a que fueran tan simples y tan elegantes que aún me cuesta trabajo asimilar tanto refinamiento (y al mismo tiempo tanta abstracción). Todos decíamos: “Oiga, no invente, ¿esto es el diseño del sistema? ¡Pero si se trata de algo serio!”. Pues resulta que no conocí, ni he conocido, a nadie que haga las cosas tan serias como él.

A mediados del 2003 tuvimos una conversación telefónica. Le hablé para preguntarle acerca de componentes. Después de una pequeña cátedra y de múltiples recomendaciones, me dijo que había algo novedoso que ya se venía trabajando con gran auge y que él ya estaba considerando incorporar en sus diplomados de análisis y diseño. Me mencionó que lo nuevo eran los aspectos. El resultado de esa conversación fueron los estudios de doctorado que hice en dicha área, cuando esa opción nunca figuró en mis objetivos de vida. Con tanta experiencia acumulada, le pedí que fuera mi revisor de tesis, pero por sus múltiples ocupaciones no fue posible.

Hace 13 meses lo invité a que nos diera una plática sobre modelación de software, que nos platicara acerca de aquellos puntos finos realmente útiles y que son clave para las arquitecturas, sobre las perspectivas a futuro y de otras cosas que él estuviera enterado. Muy amable y gustosamente me respondió que sí. No obstante su respuesta afirmativa fue lo último que supe de él, un día 10 de junio del 2009. Posteriormente, el 30 de septiembre, uno de mis mejores amigos me comentó del desafortunado fallecimiento del maestro Manuel Cota. Q.D.E.P.

Para los interesados la siguiente liga, no sin antes comentarles que el nombre de su empresa significa “objeto” en griego.

http://ontica.org/ (antes http://www.ontica.com.mx/)

2 comentarios:

  1. Estoy Agradecido por tu gran dedicatoria en Honor al Maestro Manuel Cota Aguilar, mis experiencias y aprendizajes y practicas con El fueron inolvidables y la verdad un compañero de muchas aventuras.

    He leído y vuelvo a leer tu Dedicatoria al Gran Maestro, a nuestro Amigo (QEPD) y es tal como lo experimente.

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  2. Recordar es volver a vivir. Después de 9 años, sigo diciendo lo mismo: El Maestro Cota sigue siendo insuperable en todos los sentidos.

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