Recuerdo que el elemento de composición “tetra” lo aprendí en la primaria y justamente en aquellos tiempos se puso de moda por el envase de una marca de jugos que le llamaron Tetrapaq. Es decir paquete de cuatro caras, que coincide con un tetraedro o pirámide de cuatro planos.
Ahora que está de moda que todo mundo sepamos los colores de clasificación para los contenedores de basura me llama la atención que a todo envase de cartón, sin importar su geometría ni el número de caras le digan tetrapaq. Simplemente los envases de leche tienen seis caras y por consecuencia lo tetra ya no aplica.
Y alguna vez escuché a alguien que decía lo siguiente: tetra significa cuadrado. ¡No! Pues con razón estamos como estamos. Ya ni siquiera somos capaces de distinguir cuatro caras respecto a un cuadrado. ¿Acaso un tetraedro tiene caras cuadradas? ¡Todas sus caras son triangulares!
Y para colmo, si en una institución educativa no se puntualiza sobre esto, no se extrañen que sigamos igual o “pior”.
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