lunes, 28 de noviembre de 2011

Tekipanoa y tekipanoa…

Una semana trabajosa, actividades laborales por doquier, negociaciones de última hora para recuperar tiempo de donde sea posible, compromisos cumplidos y por cumplirse, exámenes y más exámenes, cuestiones administrativas, actividades personales, planeación de vacaciones, papeleo de todo tipo, búsqueda de información entre un enorme concentrado de datos y documentos, atención a alumnos y tesistas, algunas desveladas, … y la dedicación de unos minutos a este blog son solo algunas cosas por mencionar de entre miles que no hace falta decir.

El tekipanoa es una actividad diaria. Pero lo que siempre he dicho es que mientras uno se sienta a gusto, todo es factible. A tres semanas de salir de vacaciones, y con el riesgo de llevarse trabajo a casa, el tiempo se hace eterno. Bueno, el tiempo es eterno mientras el universo se lo permita. Pero para nosotros parece que todo se tarda más. El dicho de aquel personaje Kalimán: “Paciencia y serenidad mi querido Solín”, es algo que uno debe aplicar en la vida diaria y a cada instante.

Si uno no tiene paciencia, todo es insoportable. Si uno no tiene serenidad, podemos generarnos conflictos innecesarios. El tekipanoa no es lo único que requiere de la filosofía de Kalimán. Toda la vida la requiere. Así, cuando lleguen las vacaciones, todo será relajamiento bien merecido.

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