Pues bien, resulta que me he dado a la tarea de hacerlo y hay cosas muy interesantes atrás de todo esto. Esencialmente puede uno perderse fácilmente tras un pensamiento cualquiera y olvidarse instantáneamente de las preguntas. Pero si uno se concentra un poco, los sentidos incrementan su percepción de las cosas. Desde sentir cada una de las partes del cuerpo al caminar, hasta darse cuenta de mayores detalles de nuestro alrededor.
Evidentemente mis ejercicios no han sido lo suficientemente frecuentes como para estar más despierto o tener un hábito nuevo. Pero lo poco que he hecho me permite decirles que es increíble lo que uno se pierde al estar dormido.
Los detalles al final sí importan y mucho.
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