viernes, 25 de septiembre de 2009

Una noche de septiembre en Pluviosilla, pero del año 2008

La ciudad, aunque pequeña, llena de tráfico. Eso me recuerda algo mucho más grande, pero por el momento es interesante ver algo no común: calles saturadas, todos desesperados, claxonazos por doquier... la noche se hace más intensa, la gente caminando por todos lados y yo rumbo a la terminal y... ¡demasiada gente! Pensé un momento y llegué a la conclusión que todo este relajo es por las festividades patrias. Hoy es día 9, aproximadamente como a las 21 horas.

Después de 1 hora formado, de regreso al departamento. Pero parece que todo mundo está haciendo carnes asadas, el agradable olor llega constante y entre las luces del alumbrado público se ve la nube del asadero... ¿pero tanta carne se está preparando como para que se vea tanta nube? ¡Oh! Ya veo... La neblina está bajando, no es la carne asada...

Caminando entre la neblina solo se ven sombras, se sabe que viene un coche porque trae las luces encendidas, una que otra persona se ve a lo lejos, no, esperen ¿lejos? No es lejos, a media cuadra ya no se distingue mas que solo sombras caminando...

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