jueves, 8 de agosto de 2024

La Gestalt a los 80 y 90

El mes pasado estuve en casa de mi papá haciendo diversas cosas, entre ellas descubrí que había un pequeño arsenal de recuerdos que por alguna extraña razón quedaron congelados desde los 80 y 90 hasta la fecha. Particularmente fueron recuerdos de la vocacional y de la carrera. Inicialmente pensé en simplemente tirarlos, pero “algo” me dijo que debía leerlos y después tirarlos. Independientemente de lo que había, el efecto fue muy interesante no solo porque recordé muchos detalles que ocurrieron, sino porque al mismo tiempo entré en una etapa de relajación que hasta el día de hoy predomina.

Pareciera que ese “volver a vivir” cerró y concluyó inquietudes que incluso por la misma distancia del tiempo, tampoco percibía. No puedo expresarlo de otra manera, pero lo cierto es que esa paz interior se disfruta bastante. De hecho, las actividades en casa de mi papá evidentemente me llevan a toda la infancia y adolescencia disfrutada y no disfrutada en ese espacio especial, seguramente también influyeron en cerrar muchos elementos que son necesarios para hacer crecer el Ser y estar mental y emocionalmente más estable.

Nuestro pasado es relevante, y como lo dije una ocasión: el pasado es referencia, no residencia. Esta pequeña referencia hoy por hoy es una herramienta para vivir mejor, vivir feliz, vivir intensamente. 


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