Esta es una frase que me agrada bastante, dice mucho acerca de lo que casi nadie comprende o quiere aceptar. Generalmente vivimos en la residencia del pasado y nos negamos a salir de ella para admirar el gran paisaje de los alrededores (las personas del presente), los grandes bosques (las oportunidades que se nos van a cada instante), el canto de las aves (quienes nos quieren, admiran y dan consejos que nos negamos a escuchar) y el mágico sonido de los grandes ríos (los motivos que nos encausan a nuevas realizaciones).
Lo anterior es mi interpretación personal y coincido en que las experiencias del pasado deberían ser solo eso: experiencias y puntos de referencia para mejorar, no para empeorar o estancarse. Creo que no es necesario decir más.
¡ Libérate de tu tepostik !
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