Recuerdo que muchas ocasiones me tocó ver palabras o pequeñas frases en carreteras, que decían cosas como “Estudia para no ser esclavo”, “Maestro, enséñale al pueblo”, “Que el gobierno no te manipule”, y cosas muy similares, todas refiriéndose a que la ignorancia desencadena una manipulación muy fuerte en las personas, tanto con estudios como sin estudios.
Ahora con las
redes sociales en plena acción, donde todo mundo, preparado y no preparado, lee
(o eso parece al menos), oye y ve todo tipo de información líquida, se
incrementa el número de falsas creencias, de verdades a medias, de “expertos”
creados al vapor. Lo más interesante detrás de todo esto es que, aunque las
personas lean, realmente no leen, solo pasan la vista sobre el texto y se van
con lo primero que el cerebro les deja captar. Así es, nos encontramos
saturados de tanta información y no somos capaces de procesar con claridad todo
lo que vemos. Si a esto le agregamos el problema de que cada vez leemos menos,
entonces la problemática se acrecienta significativamente en una falta de
compresión de lectura.
Con todo lo
anterior quiero dar paso algunas cosas interesantes, divertidas e increíbles
que son principalmente el resultado de la desinformación, el fanatismo, la creencia
sin sentido y la falta de compresión de lectura: la gente que piensa que una
persona de ciencia es alguien que esconde cosas ultrasecretas, las personas que
con tanta revoltura mezclan diferentes contextos para justificar o tratar de
encontrar una verdad personal, individuos que se guían por un sentido común
equivocado y por una evidencia no científica que les hace pensar que vivimos en
una tierra plana e incluso infinita, gente que usa alguna religión para
explicar o tratar de entender nuestro planeta o el universo, hasta grupos que
piensan en grandes conspiraciones para tener un planeta esclavo a costa de
cualquier cosa.
En este caos, hay
revolturas de apreciaciones que por sí solas son válidas, pero que al mezclarse
no encajan para nada. Por mencionar un ejemplo: pensar en la interpretación
religiosa de la creación del mundo que nos rodea es correcta por sí sola, pensar
en la interpretación científica del origen del mundo que nos rodea también es
correcta por sí sola. Pero mezclar ambos enfoques no es lo correcto. Considero
personalmente que estos dos enfoques tienen una riqueza extraordinaria al
mantenerlos separados, ambos cumplen con un objetivo complementario a nuestras
vidas y creencias. En este caso, es responsabilidad de cada quién vigilar que
su pensar y actuar sea en consecuencia de valores y principios, no de
fanatismo.
La solución única
a este problema de la basura líquida
es simplemente LEER, LEER y LEER.