miércoles, 7 de enero de 2015

Una pequeña reflexión de año yankuik

Ha comenzado un año más, un año nuevo que siempre promete mejores oportunidades y hasta cambios radicales con el mejor beneficio. Y todos deseamos lo mejor de lo mejor.

Mientras los buenos deseos se ponen a la orden, nuestros vicios siguen sin alterarse. Por el contrario, pareciera que con cada año nuevo se fortalecen los vicios. Y para muestra basta un botón.

El día de ayer pasé a realizar algunas actividades en una plaza comercial. Buscando dónde era el mejor lugar para estacionarme y pensando que esos buenos deseos hicieran lo correspondiente, llegó la sorpresa: dos o tres autos entrando en sentido contrario para “ganar lugar”. Yo me pregunto si será muy difícil seguir indicaciones. No quiero cuestionar lo que no es, ya que todos estamos llenos de vicios, pero este es un simple ejemplo que desbarata los buenos deseos.

Así como este caso, podría escribir toda la vida sobre mis propios vicios y no terminar. Podría cuestionar muchas cosas y posiblemente verme mal al hacerlo, pero como todo buen deseo, quiero pensar que habrá algo que podré eliminar y podré decir que tengo un vicio menos dentro de los miles que tengo.

¿Y por qué no? Quiero pensar que todos podremos quitar algo que no nos funciona y que los buenos deseos se cumplan.

¡Feliz 2015 para todos!

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