sábado, 30 de junio de 2018

La danza de las horas

Las trompetas inician su sonar rítmico e inmediatamente el coro coordinado acompaña el melódico transcurrir del tiempo. El pandero y la batería complementan la armónica danza de las únicas 24 participantes. El escenario es infinito y las bailarinas pasan una y otra vez. No se cansan. Y lo más interesante es que la raza humana las inventó y las sincronizó, y han sido tan impactantes a tal grado de depender de ellas para todas sus actividades. Así, la danza suena una y otra vez cada día y cada instante.

En ese transcurrir de tiempo, o para ser más exacto, en ese túnel del tiempo pasa la vida en toda su magnificencia y el ser humano rara vez se percata de ello, aunque curiosamente lo único que no olvida son a las 24 bailarinas. ¿Quiénes disfrutan de la danza? Se dice que sólo los niños. Y precisamente cuando era niño conocí una pieza musical que describe imaginativamente ese túnel del tiempo con sus 24 participantes en escena: las 24 horas del día. Se trata de la pieza musical interpretada por Ray Conniff: la danza de las horas.

En seguida les dejo una de las grandes piezas musicales que marcaron mi niñez al escucharla en muchos momentos maravillosos de juego y, que actualmente, cada vez que la escucho me lleva a lugares increíbles con grandes recuerdos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario