sábado, 10 de septiembre de 2016

Hacia el yankuik panorama

A lo largo de 4 años de preparación, conociendo aquellos elementos que permiten desencadenar un poco de la verdad, me doy cuenta que el último año fue desaprovechado. Es decir, sólo tres años han sido efectivos. Hoy he retomado esa preparación, hoy he renovado mi meta de terminar para estar en condiciones de observar el nuevo panorama. Este yankuik panorama es de hecho algo que debo compartir con tres personas especiales, de las cuales dos inician su andar en este mundo.

En el último año he aprendido mucho de tantas cosas que se han inventado para tener una vida mejor, pero muchas de ellas realmente alimentan al ego y eso es algo completamente inadmisible. Sin embargo he de decir que las experiencias ganadas son tan importantes, tan confortables que todo lo demás se convierte en algo irrelevante. No obstante aprender de esas dos personas que prácticamente no tienen aún la influencia de la personalidad es tan confortable, que internamente la paz crece y se vuelca todo en un mundo de observación que hace flotar sobre las cosas mundanas de tanta gente.

Y tan fácil que es estar en el camino hacia la verdad y no nos damos cuenta. No obstante ese es el reto cada día, cada instante, segundo a segundo… sólo puedo decir que hay que dar el mejor esfuerzo, aunque suene trillado. Pero el 95% de las personas lo echa por la borda. Vaya desperdicio. Y no es que no pase nada, es que pasa que desperdiciamos la vida y nuestro objetivo no se cumple. El mejor esfuerzo nos da resultados inmediatos y es cuando decimos que “ha sido un buen día” y que “la actitud fue diferente”.

¿Cuántos buenos días al año tienes?

La respuesta que obtengas es la medida de tu mejor esfuerzo en ese año. Y es la medida de tu actitud ante la vida en ese año.

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