martes, 7 de enero de 2014

Reflexiones de un año (y más)

El año nuevo inicia. El famoso puente Guadalupe-Reyes ha concluido y nuevamente todo marcha como siempre. Los proyectos de todo tipo se renuevan y/o continúan. Nuevas experiencias se acumulan en el camino de la vida. Y una pregunta surge: ¿qué tanto has mejorado como ser humano? He allí el detalle.

Inmersos en las actividades cotidianas, solemos perder de vista cosas elementales. A veces creemos que todo marcha bien y nos damos cuenta que no es así. Y sucede lo contrario, pensamos que hay algo mal y obtenemos excelentes resultados. Escudados por mil pretextos, el descuido puede ser enorme en todos los sentidos, pero basta una palabra o una frase para pensar y proyectar una renovación.

Apelando como muchas veces lo hago, el desarrollo humano exige constancia y entrega. Dejar de lado el entrenamiento, trae como consecuencia dar mil pasos atrás y lo peor es que hay que volver a empezar. ¿Cuánto hay que volver a empezar tras un año de abandono? ¡Mucho! Y no es aconsejable bajo ningún pretexto volver a ser un pez, que inmerso en las profundidades de su “agua”, se olvida y hasta desconoce que arriba del agua hay aire.

Retomo aquello de la X-dependencia, es decir, pasar de la dependencia a la independencia y en el mejor de los casos a la inter-dependencia. ¿Diferencias? Dependencia es ser esclavo, no hay decisiones propias. Independencia es tener libertad, decisión propia. Inter-dependencia es saber que uno es independiente pero que junto con alguna otra persona se puede hacer más y mejor. Nos cuesta mucho trabajo dejar de ser dependientes y por increíble que parezca, a veces morimos con grandes lastres de dependencia. Si hemos sido afortunados en ser independientes, ¿lo somos en todos los sentidos? A mayor independencia, mayor libertad y mayor felicidad. Pero no hay que caer en el engaño, ya que a veces pensamos que estamos bien y sucede lo contrario. ¿Has logrado la independencia absoluta? ¡Felicidades, eres de los afortunados que incluso emocionalmente goza de un equilibrio en la vida y en todos los demás sentidos! Y si es así, ¿estás preparado para dar el último paso y entrar en una sinergia donde incluyes a los demás? Si te dices libre y excluyes, sospecho que tienes más dependencia que nada.

A lo largo de un año se comenten errores, pero hay aciertos valiosos. Lo importante es cómo se han superado esos errores y si se ha aprendido a no volver a cometerlos. Así, las experiencias de la vida se siguen incrementando. Ojalá que este nuevo año haya más independencia, ya no digamos una inter-dependencia. Como se dice, ayúdate para que puedas ayudar a los demás. Crece para que puedas hacer crecer a los demás. Y si estás en los albores de la inter-dependencia, ayuda a que otros sean también inter-dependientes.

¡Feliz año nuevo!

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