Hace algunas pocas semanas me di a la tarea de desempolvar el documento que permitió culminar mi carrera con éxito. El motivo de ello es lo de menos, lo relevante son los recuerdos asociados a todo ese proceso que me llevó prácticamente todo un año. Pero enfáticamente lo más significativo es la sensación viva de una etapa que marcó un período de grandes decisiones y sobre todo de lo que finalmente me llevó al lugar donde estoy. Y no hablo de que ese evento fuese el primer peldaño, hablo de que ese evento marcó el interés de continuar hacia lo que siempre fue mi pasión. El peldaño y mi pasión curiosamente son áreas no conexas.
Tras revisar
dicho documento, mi director de tesis, Dr. VMLH, inmediatamente llenó gran
parte de ese proceso con escenas vívidas, y como se suele decir comúnmente,
“pareciera que fue ayer”. Así es, pareciera que no ha pasado el tiempo. Eso me
llevó a contactarlo. Dado el espacio de tiempo transcurrido, pensé que
probablemente estaría retirado, sin embargo, para mi sorpresa ¡sigue activo!
Inmediatamente escribí por correo electrónico un saludo y a 24 horas de hacerlo
obtuve su respuesta.
Independientemente
del contenido de esa respuesta, el espacio de mi retentiva se llenó con más
recuerdos y vivencias. Sobre todo, con la peculiaridad de que mi pasión como
área desconectada de mi carrera esté en la memoria de mi director de tesis.
Solo puedo comentar que me nombra entre sus estudiantes como una persona que
logró un cambio de área, como seguramente a muchas personas les ha ocurrido, ya
sea por un objetivo o por cuestiones circunstanciales.
Esta distancia de
años marca toda una vida de lucha por ese cambio, de perseverancia por
lograrlo, de imposibles que fueron vencidos al tener una visión clara por
alcanzar. También, es meritorio mencionar que los años que llevo desde el
egreso de mi carrera más los años que ya llevaba mi director de tesis laborando
cuando incluso me dio clases, suman muchos años de una trayectoria profesional
en la academia. Ante este abismo de lo que llevo en la parte académica contra
su trayectoria, simplemente casi me triplica los años de dedicación a la
formación de profesionales. Esas son palabras mayores. Cabe mencionar que, aunque
llevo un cuarto de siglo en la enseñanza, cuando hablo de este abismo me
refiero a mi trabajo actual como profesor.
Los años
mencionados en la presente entrada parecen increíbles desde que dejé mi alma
mater, un grandioso lugar donde existe un queso enorme, un lugar donde los
laboratorios pesados “pesan”, un lugar donde aprendí que una formación marca no
un simple conocimiento, marca una base para la toma de decisiones.
Tras la
recuperación del escrito, lo actualicé lo mejor posible a un formato moderno y
en ese proceso pensé en que probablemente pudiera hacer un nuevo escrito con
tecnología moderna. Y creo que, si me doy prisa podré tal vez tener una
publicación con mi director de tesis. Creo que el tiempo apremia dadas las
condiciones, pero es un reto más en la lista. Y desde luego, de lograrse será
todo un placer cumplir el objetivo.