Mostrando entradas con la etiqueta autoconocimiento. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta autoconocimiento. Mostrar todas las entradas

sábado, 14 de septiembre de 2024

El espejo del Ser

Había una vez un anciano sabio que vivía en lo alto de una colina. Gente de todos los rincones del mundo acudía a él en busca de respuestas sobre la vida, la felicidad y el propósito. Su sabiduría era conocida, pero lo que lo hacía especial no eran las respuestas que daba, sino las preguntas que hacía.

Un día, un joven llegó hasta él, cargado de angustia y confusión. Había alcanzado el éxito material que siempre había soñado, pero, a pesar de ello, se sentía vacío y perdido. "Sabio, he logrado todo lo que me propuse, pero no encuentro paz. ¿Cuál es el propósito de mi vida? ¿Por qué, a pesar de todo lo que he alcanzado, no me siento realizado?"

El anciano lo escuchó pacientemente y luego lo condujo a una pequeña habitación en su casa. En medio de la habitación había un espejo antiguo, de marco dorado y brillante. El sabio señaló el espejo y dijo: "Mira dentro".

El joven obedeció y vio su reflejo. "Solo me veo a mí mismo", dijo, confundido.

"¿Qué ves exactamente?", preguntó el sabio.

"Veo mi rostro, mis ojos cansados, mi expresión de insatisfacción."

El anciano sonrió suavemente. "Ahora, cierra los ojos por un momento y respira profundamente. No pienses en quién eres o lo que has logrado. Solo siéntete a ti mismo, aquí, en este momento."

El joven cerró los ojos e inhaló profundamente. Durante unos instantes, todo lo demás desapareció: los logros, las preocupaciones, las expectativas. Solo existía el momento presente, y en ese silencio interior, algo más profundo emergió. Una sensación de paz y de presencia que nunca antes había sentido.

El anciano rompió el silencio. "Abrázate como el ser que eres, no como lo que crees que deberías ser. Durante toda tu vida, has estado mirando hacia fuera, buscando valor en el éxito, en las opiniones de los demás, en tus logros. Pero el verdadero "Ser" no se encuentra ahí fuera. Está dentro, en lo profundo de ti. Tu esencia no depende de lo que logras ni de cómo los demás te perciben. Es el núcleo que te hace sentir vivo, en conexión contigo mismo y con el mundo."

El joven, al abrir los ojos, miró nuevamente al espejo. Esta vez, no vio solo su rostro; vio a alguien más profundo, más real, alguien que no necesitaba validación externa para ser valioso. Era como si hubiera despertado de un largo sueño, comprendiendo que la paz y la realización que tanto buscaba siempre habían estado dentro de él.

El anciano concluyó: "Tu vida no es sobre acumular éxitos o alcanzar metas externas. Es un viaje de descubrimiento de ti mismo. Lo que realmente importa es cómo vives desde ese lugar de autenticidad, de conexión con tu verdadero 'Ser'. Cada día es una oportunidad para alinearte con esa esencia, para vivir desde la plenitud interior en lugar de la búsqueda externa."

El joven dejó la colina con un corazón más ligero, sabiendo que, aunque la vida seguiría teniendo desafíos, había encontrado una brújula interna que le guiaría hacia la verdadera paz.

¿Cuánto de nuestra vida está impulsada por lo que creemos que debemos ser o lograr? Y, más importante aún, ¿cuándo fue la última vez que nos detuvimos para escuchar quiénes somos realmente? El Ser no se encuentra en lo que acumulamos, sino en nuestra capacidad para vivir auténticamente y en paz con nosotros mismos.

Nota: esta es una historia nacida del conocimiento colectivo y la reflexión constante, inspirada por múltiples voces que resuenan en el vasto tejido de la información.

martes, 8 de octubre de 2013

¡Las experiencias de la vida con protector solar!

Disfruta de la belleza.
Disfruta de tu juventud.
Pasamos por el tiempo sin darnos cuenta.
Sólo vive.

No te preocupes por el futuro.
Los problemas reales no los aborda tu mente.
Cada día atrévete a romper al menos un miedo.
Siempre tendrás tiempo: el presente es eterno.

Canta... tu alma se fortalecerá.
No juegues con sentimientos... sólo te haces daño.
No compitas... porque sólo compites contra ti mismo.
Sé libre, perdona, comprende y olvida.

Conócete, estás para potenciar personas.
Ejercítate, tu cuerpo requiere energía vital.
No critiques, te evitarás muchos problemas.
Sé libre, ninguna persona puede esclavizarte.

El Jardín Salvaje lo dice claro:
las revistas solo sirven para bajar la autoestima.
Mi mano estará allí para ayudarte,
¡sólo tienes que tomarla!

No te olvides de la familia,
pero tampoco limites a otros de compartir con su familia.
Todos tenemos derecho a compartir porque seguramente
¡serán nuestro único vínculo!

Canta, baila, múdate de ciudades para que madurez.
Y si puedes, múdate a otro país para crecer aún más.
Pero siempre respeta a la gente mayor, porque
¡algún día serás gente mayor!

Nada es seguro en la vida.
Ahorra, nunca sabrás cuándo necesitarás dinero, pero disfrútalo.
No arruines tu piel, tu cabello, tus uñas ya que
nada mejorará tu genética

No al pasado, sí el presente.
El tiempo no pasa.
Nosotros pasamos por el tiempo.
El tiempo es eterno, el tiempo es el presente.

Sólo hay que aprender a vivir.
Sólo hay que conocerse.
Sólo hay que compartir.
Sólo hay que aplicar ágape.



Basado en el video de “El protector solar”. Recomiendo relajarse, olvidarse de las cosas, abrir la mente y reflexionar con cada frase del video.

martes, 18 de septiembre de 2012

Un poco de liderazgo

Los esquemas de liderazgo van desde unas meras cuestiones teóricas acompañadas de frases especialmente seleccionadas, hasta verdaderos cursos vivenciales que realmente desarrollan el potencial de una persona.

En esta entrada no hablaré de lo oculto detrás de este tema, sin importar si es o no positivo, pero hay una frase interesante de L. Ronald Hubbard:

“Cuando una persona es competente, nada puede inquietar su orgullo.
El mundo puede gritar, pero eso no le inquieta”.

Corresponde a un cartel de competencia y liderazgo, donde un amigo de la voca 2 estuvo presente.

Yo diría simplemente que cuando una persona se conoce, su paz interna es inalterable, aún y cuando el mundo grite.

¡Ningún líder será verdadero líder
si antes no se conoce!

viernes, 9 de marzo de 2012

El día de las siuajs

Cada día es especial. Cada día es único. Cada día hay que aprovecharlo al máximo. Cada día uno debe renovarse. Cada día es importante en la vida de las personas.

De la misma forma, cada persona es única, irremplazable e insustituible. Cada persona es valiosa y especial. Cada persona debe renovarse día a día.

Partiendo del principio que dice “Conócete a ti mismo y conocerás a los demás”, o si lo prefieren “Ámate a ti mismo para que ames a los demás”, hoy podemos decir entonces: “Felicítate a ti mismo para que felicites a los demás”.

Así es, ayer se festejó el día de las siuajs, que como cualquier otro día acordado de festejo, digamos un 10 de mayo o un 14 de febrero, se hacen miles de cosas para “estar bien”. Bueno, un día realmente no debe ser festejado por algo en particular, cada día debemos festejar que tenemos una nueva oportunidad de renovarnos. No estoy en contra de los días de este tipo, solo quiero resaltar que tenemos una forma de pensar tan conveniente, que marchamos como robots.

Disculpen si esto suena crudo, pero la gran verdad de todo esto deja en claro que si no tenemos un día para recordar algo, nunca apreciamos las cosas que tenemos a diario. Sí, atrévete a felicitar diario a las mujeres: mamá, hermanas, primas, tías, compañeras, amigas, etc., pero algo mucho más importante: ¿Cuántas veces te felicitas a ti mismo(a) por un nuevo día, por terminar una actividad, por vivir tranquilamente, o simplemente tan solo por vivir un día más? Te puedo asegurar que nunca lo has hecho, y si así ha sido, han sido tantas veces que los dedos de tus manos son demasiados en comparación a esas tantas veces.

Sospecho que la sociedad necesita de esos días como una forma indirecta (¿o directa?) de reconocimiento acordado, de estima acordado, de muchas cosas que emocionalmente y de forma personal un individuo no lo hace por miedo a sus emociones.

Muchos podrían decir: “es un reconocimiento a…”, y estoy de acuerdo. Pero si no es así, ¿no lo reconoces? No es congruente. Mejor reconócelo y exprésalo a diario con una sonrisa, con decir algo tan sencillo como “gracias” (que es increíble pero hasta esto no somos capaces de decir), con un “te quiero” o un “te amo” si se trata de tu familia o pareja (y hasta de aquellos grandes amigos), o con un abrazo si es que tienes la oportunidad de que te lo permitan.

sábado, 25 de junio de 2011

¡Bienvenido!

Al subir al elevador, un señor de intendencia me preguntó a qué piso iba...

- Tercer piso, por favor. Gracias.
- ¿De dónde eres?
- De México.
- ¿Cuánto tiempo vas a estar en Medellín?
- Una semana.
- ¡Bienvenido!
- ¡Gracias!
- Bienvenido también porque me hablaste bien.


Mi percepción en este pequeño diálogo fue que por tratarse de una persona de intendencia, generalmente las demás personas los tratan mal o al menos no les hablan bien. Solo puedo decir: “trata a la gente como quieras que te traten”.