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lunes, 2 de junio de 2025

La sed de aprender

Tengo mil cosas qué hacer, pero tengo también que darme tiempo para expresar el sentido de la vida mezclada con un poco de contemplación.

El día de hoy me tocó dar el resultado de una calificación bajo circunstancias especiales ya que la persona tuvo ausencia de medio semestre por cuestiones laborales. Pero sus antecedentes de rendimiento académico fueron muy buenos. Mantuvo una participación con su equipo resolviendo incluso parte del problema en cuestión, generando resultados interesantes que sus compañeros de equipo no podían explicar. Mi propuesta fue muy clara, ofrecerle la acreditación con el mínimo. La respuesta fue bien recibida desde luego. Sin embargo, la historia no acaba allí.

Ante los comentarios de que le ha gustado el mundo de la temática de la materia, y ver su inquietud sobre aprender aún más, le hice el ofrecimiento de que podía venir en algún rato libre a acabar de aprender. Esas palabras bastaron para que no solo expresara una sonrisa, no solo expresara gusto, sino expresara un cúmulo de emoción y alegría de que podría seguir aprendiendo. El contraste es interesante porque la expresión de acreditar su materia respecto a la expresión de la oportunidad para aprender fue completamente abismal.

Este tipo de reacciones son las que dan sentido a la vida y las que complementan con certeza que hay personas que necesitan un empuje para que posiblemente puedan iniciar una travesía que ni ellas mismas se imaginaron. Esa respuesta de emoción me confirma que la decisión que tomé fue la correcta. Posiblemente he cazado un pequeño talento que puede dar resultados impresionantes en lo futuro, y sobre todo en un área que generalmente por parte de los estudiantes se presume complicada. Hoy, una vez más, he visto una respuesta que obedece más que nada a la inquietud y a la sed de aprender. Ante esto, lo demás es nada.

lunes, 7 de julio de 2014

Azar y destino

[Dice una historia que una mujer checa se casó con un alemán. A través de contar sus antecedentes el uno al otro, se dan cuenta que el padre de ambos, quien había desaparecido en la segunda guerra mundial, es la misma persona.

Otra historia cuenta que una madre llevó a su hijo ante el astrólogo para saber su futuro y destino. Tras examinar las líneas de las palmas de la mano, el astrólogo le dijo que su hijo no tenía un futuro, que iba a ser un don nadie. La madre ante tal preocupación tomó una piedra afilada y trazó nuevas líneas en la palma de su hijo, para ir nuevamente con el astrólogo a preguntarle su futuro. La historia no dice qué dijo el astrólogo, pero ese niño llegó a ser un genio de la gramática. Su nombre era Panini.

Una historia más dice que unos amigos, hombre y mujer, viendo fotos del recuerdo, se sorprendieron al ver que una foto tomada en un viaje al extranjero que ella hizo años atrás, había captado sin querer a su amigo. En aquel entonces no se conocían.]*

¿Cuántas veces nos cuestionamos acerca de lo que sucede con el azar, con el destino y hasta incluso si es posible o no cambiar el resultado de lo que se observa es inminente? ¿Casualidad o causalidad? Siempre he dicho que todo es causal, todo lo generamos nosotros, todo está dispuesto para tomar las mejores decisiones y esa toma de decisiones es nuestro destino.

Insistentemente siempre he dicho que todo tiene un precio, el precio de Ser, Hacer y Tener. El orden es importante y es inviolable. Tras de ello, la toma de decisiones por las oportunidades que tenemos genera el resultado menos esperado de nuestras vidas. Ser consciente de ello nos hace tomar mejores decisiones y tener los mejores resultados.

¿Cuentas con la consciencia lo suficientemente despierta
para tomar las mejores decisiones?


* Basado en El Cuaderno Verde de José Gordon.

sábado, 2 de febrero de 2013

Todo es opcional

Cada una de las decisiones que se toman en la vida es opcional. Si una opción es algo por lo que se puede optar en completa libertad o con facultad de elegir, entonces se debería de seleccionar siempre la mejor opción. No obstante, pareciera que siempre hay una amenaza y se hace todo lo contrario.

¡Todo es opcional en esta vida y nada es obligatorio!

Esto una forma muy compacta de decir que cada una de las decisiones que se toman en la vida tiene un precio. Y por enésima vez, va de nuevo: dicho precio es el precio de Ser, Hacer y Tener… Y siempre será en ese orden.

El Ser, conformado por lo que define a una persona en su forma interna y con sus valores, lleva siempre a Hacer cosas que son permisibles por dichos valores, cuyas consecuencias forman lo que se Tiene. Y para ser más claros, hay una frase popular que dice: “Lo que siembras es lo que cosechas”.

El ser se fortalece con la eliminación de los egos que ciegan la vida diaria. Todo está en ti y de ti depende la selección de esas opciones.

sábado, 2 de junio de 2012

Un ejemplo más de esclavitud moderna (o de lo incompetente tras las competencias)

El trabajo que uno realiza día con día debe ser completamente libre, debe haber una completa satisfacción detrás de cada actividad desempeñada, la motivación debe estar a flor de piel. De la misma forma, no debería existir ningún tipo de condicionamiento para tener acceso a otras oportunidades de crecimiento, incluyendo aquellas en donde se reconoce el desempeño y productividad mediante becas.

En esta semana se giró la instrucción puntual de que para tener acceso a un recurso de beca es obligatorio tomar una capacitación en competencias, de lo contrario no será posible volver a participar en convocatorias futuras.

Veamos lo siguiente:
  1. La educación del país está por los suelos gracias a una serie de intereses personales de unos cuantos que sólo piensan en su propio beneficio.
  2. Es evidente que los profesores, en su gran mayoría, necesitan actualizarse no sólo en su área de experiencia, también deben hacerlo en estrategias docentes.
  3. Los pocos proyectos que realmente abordan la problemática de la educación se tiran por la borda ya que como no hay beneficio para los poderosos, no sirve de nada llevarlo a la práctica.
  4. Como lo he expresado previamente, el modelo de competencias no funciona porque la gran mayoría lo toma como pretexto para no hacer nada.
Es evidente que, para un poderoso, debe haber un beneficio para hacer algo. Ahora bien, ¿qué pasa si hubo un proyecto que no ha tenido el resultado esperado? Pues obliga a las personas a participar. Y ¿cómo hacerle para que haya participación obligatoria si a las masas no les interesa? Fácil, a los que son productivos y que regularmente dicha productividad les permite el acceso a becas, ¡condiciónalos! Así la respuesta será inmediata. Pero tenemos otro ligero detalle, ¿por qué funciona el condicionar? Porque la gente ya está acostumbrada a ese recurso y su vida ha girado de tal forma que si no lo tiene puede tener consecuencias económicas fuera de control.

Al final del condicionamiento y de la participación “generosa y voluntaria” de los interesados, al proyecto ahora sí valió la pena invertirle. Y una meta más que se cumple (a la fuerza) en la gestión de alguien.

Veamos la otra cara de la moneda. Si de competencias hablamos, ¿cuáles son las competencias reales de las autoridades actuales que recurren a este tipo de imposiciones? ¿Cuáles son las competencias deseables para una adecuada y correcta capacitación y que promuevan aún más la efectividad en la educación?

Seguramente se preguntarán yo qué hice… Simple y sencillamente disfrutar de la vida: NO a las imposiciones. Yo trabajo por el SER, HACER y TENER.

lunes, 14 de junio de 2010

Tlakitkiyotls

A veces me pregunto si la tlakitkiyotl que les podemos dejar a nuestros descendientes les hace bien o les genera problemas o al menos frustraciones.

Si una persona deja una tlakitkiyotl económica bastante generosa, ¿acaso se hará buen uso del dinero, o se despilfarra en un abrir o cerrar de ojos? De la misma forma, la tlakitkiyotl de un bien raíz, ¿se ocupará para vivir y tener realmente un patrimonio o lo venden para sacar dinero y botárselo en cualquier cosa? (Claro, hay justificaciones honrosas.) Ahora, si se trata de un trabajo, ¿habrá un buen desempeño de ese trabajo o por estar un espacio de confort (y asegurada su chamba), le dará lo mismo no prepararse para hacer las cosas igual en vez de mejorar?

Vaya dilema. Realmente no tenemos nada garantizado ante una herencia. Dicen que una persona que se saca la lotería se vuelve coda. Pero hay quienes dicen que la persona no se volvió coda, ya lo era desde siempre, solo que no tenía motivo para mostrarla. ¡Órale! Claro que también están las personas que no son codas.

Ante un trabajo heredado, llámese negocio o plaza, la persona que es responsable y que por principios le gusta dicho trabajo, será responsable de sacar el negocio adelante o de superarse para hacer un buen papel ante la plaza asignada. No obstante la realidad es otra. ¿Realmente beneficiamos y aseguramos a nuestros descendientes?

Creo que la mejor herencia que podemos dar son simplemente principios. Con o sin dinero, con o sin casa, con o sin trabajo, etc., una herencia no vale nada si no hay principios. Pase lo que pase, el ser humano es lo que es por esos principios y en la misma medida hará lo necesario para tener.

Este es un caso más del famoso ser, hacer y tener.

Finalmente, les dejo una pregunta: ¿Cómo generan un millón de pesos con un limón? Si lo pueden hacer, ¡qué no harán con una herencia!