lunes, 14 de marzo de 2011

Entre la conciencia y la consciencia

A lo largo de las múltiples entradas que pueden encontrar en este blog, he utilizado la palabra conciencia y consciencia. Algunas veces he utilizado más una que la otra y un día alguien me preguntó acerca de su uso. En aquella ocasión argumenté algunas cosas, pero en realidad nunca me puse a discernir las diferencias precisas y profundas de lo que implican estas dos palabras.

El diccionario de la Real Academia Española (RAE) define la conciencia como la propiedad del espíritu humano de reconocerse en sus atributos esenciales y en todas las modificaciones que en sí mismo experimenta. También se refiere al conocimiento interior del bien y del mal; al conocimiento reflexivo de las cosas; y a la actividad mental a la que solo puede tener acceso el propio sujeto.

Pasando a la palabra consciencia, el RAE la define como el conocimiento inmediato que el sujeto tiene de sí mismo, de sus actos y reflexiones; así como a la capacidad de los seres humanos de verse y reconocerse a sí mismos y de juzgar sobre esa visión y reconocimiento. También, esta palabra se refiere a la propia conciencia.

Es factible argumentar que son sinónimos, el propio diccionario así lo permite. Además, si observamos detenidamente, la conciencia distingue lo bueno de lo malo, mientras que la consciencia es la parte de juicio sobre eso que es bueno y malo.

En resumen, lo que uno hace en forma razonada (en mayor o menor medida) es conciencia y si juzgamos eso que hacemos es consciencia.

Finalmente, lo que he mencionado sobre pensar, razonar, meditar, discernir, es conciencia. Seamos concientes, seamos seres pensantes, ¡despertemos del letargo! Y si te portas mal, ¡no te espantes si te habla la voz de tu consciencia!

La razón de Ser es conciencia pura,
la razón del Ser es conciencia + consciencia.

De nada sirve ser conciente,
¡si no tienes consciencia!

domingo, 13 de marzo de 2011

¡Vive! Tan solo ¡VIVE!

Una de las primeras canciones que recuerdo dejaron huella en mí, fue la canción Vive de José María Napoleón. Me impactó bastante y desde aquel entonces me la sé prácticamente de memoria. Transcribo unas cuantas líneas, porqué sé que son un mensaje claro y reúnen lo que hoy necesitas.

Vive feliz ahora mientras puedes.
Tal vez mañana no tengas tiempo para sentirte despertar.
Siente correr la sangre por tus venas.
Deja volar libre tu pensamiento.
Deja el rencor para otro tiempo.
Echa tu barca a navegar.
Abre tus brazos fuertes a la vida.

Y cuando llegue al fin tu despedida seguro es que feliz sonreirás
por haber conseguido lo que amabas,
por encontrar lo que buscabas,
porque viviste hasta el final.


Y para todos aquellos que la conocieron en su momento y para las nuevas generaciones que tal vez no la conozcan, aquí está la canción completa.

¡Vaya dilema tecnológico!

Reunidos en un antro, donde al parecer no podrán volver a pintar debido a que en techos y paredes hay miles de firmas y dedicatorias de una gran cantidad de visitantes famosos y no famosos, y ante las coincidencias por los gustos entre los allí reunidos, ¡dos personas sacaron su súper tecnología portátil! Y la historia es más o menos así...

-¿Tienes cuenta en Flicker? Bien, intercambiemos datos para posteriormente entrar y comunicarnos.-
-No puedo buscar, algo pasa.-
-Veamos, creo que tienes que buscar en esta otra parte.-
-¿La entrada principal?-


Los minutos pasan...

-¡Es que estaba buscando en el contenido para móviles! Cambiaré.-

Los minutos pasan...

-¿Y si mejor intercambiamos correo?-
-Pero no sé porque no funciona esto, ya veo, ¡este no es touch screen!-
-Así pasa.-


Los minutos pasan... Y yo digo: ¿no tienen algo en dónde anotar y listo?

-Pero no tenemos bolígrafo.-

Y vuelvo a preguntar: ¿Entre tanta tecnología no tienen algo en dónde escribir y guardar su correo o cuenta y luego se escriben?

-¡Cierto!-

¡Asunto arreglado! “Mi no entender”... pero la dependencia tecnológica, independientemente de lo divertido, como en esta historia, nos sobrepasa. Y yo además me pregunto, con tanta tecla miniatura, hecha para dedos “no humanos”, ¿acaso no se estresan más?

Si algún día llego a tener un teléfono inteligente será solo por el hecho de no conseguir un modelo que solo funcione como un simple y sencillo teléfono celular.

¡Me declaro un individuo
antisocial virtual!

Imagine India

Muchas cosas me han llamado la atención de la India. Empezando por su naturaleza, como los tigres, hasta algunas costumbres y su kuikayotl. A esto último, lo mejor de la kuikayotl disco hindú, Disco Deewane cantada por Nazia Hassan, es desde luego una de mis favoritas y al mismo tiempo, grandes recuerdos.

Este sábado, una excelente y gran amiga y yo fuimos a ver un documental musical sobre la India. Ver las principales atracciones de ese país y al mismo tiempo escuchar música hindú en vivo, resultó magnífico. Despejar la mente, relajarse y deleitarse los oídos fue una combinación de maravilla. El evento precisamente se llamó “Imagine India”, y realmente se imagina uno muchas cosas (lo último que había disfrutado con combinaciones parecidas fue River Dance).

Escuchar la entonación de la única chica entre los músicos era algo mágico. Ella tocaba el arpa, otro músico un par de instrumentos al estilo de una guitarra-mandolina, uno más con el bajo y el cuarto con una percusión. Nos explicaban que en la música hindú “lo que se canta se toca”, es decir, cada nota musical tiene una correspondencia con alguna sílaba. Y para probarlo, hicieron varios tarareos y su equivalente en percusiones. Nunca había escuchado semejante parecido entre sílabas y notas musicales. Creo que esos 3 minutos son los que más disfruté. ¡Para mí hubiera sido maravilloso que así fuesen las dos horas del evento! Por cierto que algunas piezas tenían un toque oriental.

Creo que tendré que estar al pendiente de eventos de este estilo, es algo que rompe con lo tradicional.

jueves, 3 de marzo de 2011

Una instantánea de libertad

La unidad, la conciencia, el ser, el conocimiento, la ética, el carácter… de la realidad a la espiritualidad… ¡hacia el reino del eluayotl!

El camino sigue, el interior despierta poco a poco y la conciencia se nutre. ¡Qué razón tenia Plotino!

Todos somos UNO

El regreso a Aguascalientes

Mi segunda visita a Aguascalientes resultó interesante en varios puntos de vista. Primero, recordar que gracias al Maestro Manuel Cota Aguilar pude conocer el centro geográfico del País, capacitar al personal del INEGI y conocer un poco del frío que llega a hacer en ese estado. Segundo, visitar prácticamente los mismos lugares de aquella ocasión. Tercero, el arduo trabajo desarrollado en tan solo dos días que pareció como una semana completa. Cuarto, aprender algunas estrategias de evaluación de proyectos de investigación y al mismo tiempo presenciar ¡cómo evaluaban mi propio proyecto! Quinto, en esta ocasión conocí parte del inmenso calor.

Más allá de lo que pude o no haber aprendido, me tocó hospedarme en el hotel Hacienda de la Noria, un hotel bastante interesante, bonito y atractivo por sus adornos… por todos lados había ángeles, desde la entrada hasta en las habitaciones. No puedo decir que era un paraíso, pero sí es bastante impresionante hallarse entre un montón de ángeles. Entre fuentes, chapoteaderos alrededor de los principales pasillos y grandes ventanales, solo faltaban los cisnes. Al menos, entre el trabajo y el descanso, había algo que mantenía mi conciencia despierta: los ángeles por doquier.

Además, entre el pozole y los tsopelis...
¡tendré que regresar pronto!

jueves, 24 de febrero de 2011

La uetskayotl de la musa

Desde hace un año (o tal vez más) me di cuenta de que una musa se pasea a lo largo y ancho del lugar donde trabajo. Como fuente de inspiración, múltiples ocasiones me he puesto a divagar con su sonrisa encantadora e imaginado un sin número de grandes momentos apacibles tras la belleza de sus ojos y de su cabello. Para su corta edad, es de un vestir elegante y conservador, lo cual es algo muy raro en nuestros tiempos.

Para mi sorpresa y fortuna, muchas de las horas de la comida han sido bastante gratas pues, la musa llega al mismo lugar donde disfruto de excelentes comidas. Allí he podido conocer un poco más de ella, no solo por observarla, sino por comentarios de su mamá, persona también bastante agradable.

Las concomitancias en el área de trabajo ya no pasan desapercibidas, ahora van acompañadas de un agradable saludo, el cual al menos hace coincidir dos sonrisas: la sonrisa de la musa y la mía.

lunes, 21 de febrero de 2011

¿Real o irreal?

1) En cierta ocasión, en mi primer trabajo, una compañera casi me golpea porque en nuestra conversación mencioné la palabra “mente”. Ella, que es psicóloga, no maneja este concepto porque es algo irreal, solo existe el cerebro, el pensamiento y el discernimiento. Sin embargo, en el diccionario se hace referencia a esta palabra como “el potencial intelectual del alma”, “pensamiento y voluntad”, así como “actividad y proceso psíquico” (¡esta última en el contexto de la psicología!).

2) De acuerdo con los eruditos de las neurociencias, el cerebro no distingue entre la realidad que vivimos, lo que soñamos y lo que nos imaginamos. Para el cerebro, cualquiera de estas tres actividades se percibe exactamente de la misma forma, no hay distinción alguna. Al menos, esto lo demuestran los experimentos donde la actividad cerebral se manifiesta exactamente de la misma forma y en las mismas zonas. Por lo tanto, si nuestro cerebro es el encargado de percibir de esta forma las cosas, cerebralmente no sabemos en qué momento “vivimos realmente”. De aquí se desprende entonces que una persona a la que consideramos “deschavetada de la cabeza”, ¿está loca o no?

3) Alguna vez comenté que el tiempo presente es un instante tan insignificativo, que no nos es posible distinguirlo. Nuestro cerebro necesita de un lapso de tiempo para ser conciente de que estamos en el presente. Sin embargo no es así. Considerando que podemos percibir las cosas tan rápido como la velocidad de la luz (en el mejor de los casos), entonces siempre tenemos un tiempo de retrazo de lo que percibimos. Por lo tanto lo que perciben nuestros sentidos es en realidad la percepción de un pasado, la percepción de algo que ya no existe, la percepción de cosas que no son la realidad.

Con base a lo anterior, si la mente no existe, si nuestro cerebro no distingue lo que sucede y nuestra percepción corresponde solamente al pasado… ¡vivimos en un mundo irreal, ficticio!

La existencia verdadera y efectiva que describen las cosas “reales” es solo producto de nuestra maravillosa “mente” para hacernos “concientes” de un efecto de “presente”, aunque en “realidad” es cosa del pasado.

Se dice que nuestra conciencia es:
¡lo único real!

domingo, 13 de febrero de 2011

La Nada

El universo se encuentra en expansión, en algún determinado momento del tiempo llegará a su límite y se empezará a contraer. ¿Cuándo sucederá eso? No hay que preocuparse por ello porque cuando eso ocurra seguramente ni el sistema solar existirá, y quién sabe, tal vez ni nuestra galaxia.

Se dice que el universo es esférico, al menos es la teoría más aceptada. Y he aquí la pregunta más rara e inquietante: ¿qué hay más allá de esa esfera del universo? Durante mucho tiempo pensé que la Nada. Pero eso desprende otra pregunta tal vez aún más rara: ¿Qué es la Nada? Seguramente esto es el inicio de un sin número de preguntas que no solo retan a la parte filosófica y científica, retan a lo inimaginable. La mente del ser humano no está habilitada para responder a semejantes preguntas.

La Nada, por definición es Algo. Por consecuencia no es factible decir que simplemente hay Vacío, al no ser así, no es posible decir que no es parte del universo. Lo anterior, me da la impresión, es caer en un círculo vicioso de definiciones.

Retomando varias cosas de “El Semanauak Elegante”, me parece que la pregunta original es aún más compleja de lo que parece. No existe un solo universo, existen miles de universos, todos ellos inmersos en lo que se ha denominado el Multiverso. Además, cada vez que un universo roza a otro universo se genera un big-bang. Desde esta perspectiva, la Nada son los “huecos” entre los universos. Bien, creo que la pregunta se contesta, pero parcialmente. La pregunta ahora se transforma en algo más descabellado: ¿qué hay más allá del Multiverso? Si con trabajos podemos imaginar el Universo, menos se podrá responder lo que le sigue al Multiverso.

Lo mismo trae como consecuencia pensar en el cero absoluto: -273.15 grados centígrados. Todas las teorías dicen que el cero absoluto es la menor temperatura factible del universo, donde todo se queda inerte, donde ni una sola partícula elemental vibra y toda la materia es sólida. Los cálculos de la entropía así lo muestran, no es posible que haya temperatura menor a 0 grados Kelvin. Yo me pregunto: ¿hasta dónde nuestras leyes científicas son válidas? Al menos este universo en el que vivimos pareciera que así se comporta. Pero en otros universos, ¿es lo mismo? Por cierto que el cero absoluto está relacionado con la perfección.

Entonces, bien pudiera decirse que si las leyes son universales, ¿quién asegura que también son multiversales? Hasta donde sé, la teoría de cuerdas apenas dejó entrever que existe el Multiverso, mas aún no se sabe si las leyes del universo son multiversales. Ante esta consideración, la Nada sigue siendo un misterio.

Como nota interesante a esto, la conciencia es la única que puede percibir y explicar la Nada, tanto en espacio como en temperatura. He aquí una más de las razones del Ser.

martes, 8 de febrero de 2011

Nano-tratado de Libertad

Recientemente me encontré algo que es bastante interesante sobre la libertad. Pero antes, en el diccionario esta palabra se define como: “Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos”; y entre las variantes, aparece también como “privilegio”.

En el contexto en que vivimos, nuestra parte externa, los conceptos aplican excelentemente bien (aunque suene redundante). Pero en el contexto del Ser (nuestros valores), ¿cómo aplica? Bien, digamos que si somos capaces de ver la película de nuestra vida o de nuestras experiencias más impactantes, tanto positivas como negativas, y simplemente podemos retirarnos de la “sala de cine” y continuar con nuestras vidas sin mayor exaltación, somos libres.

Sí, nuestra libertad interna se define en términos de cuántas cosas arrastramos. Esto es una verdadera (y probablemente la única) razón de Ser y del Ser. ¿Eres libre? ¿Tienes tlanemakayotl? He allí lo iuani.