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domingo, 11 de octubre de 2015

De este lado del camino…

La vida es un sendero donde nada es reversible. En ese camino que todos recorremos, tarde o temprano encontramos la razón de ser. La parte reflexiva del sendero está siempre al alcance, pero por razones que raramente el ser humano entiende, la gran mayoría de las veces sólo en el final del sendero se es consciente y se decide tomarla. Para otros seres humanos esa parte reflexiva llega abruptamente por un incidente que impacta sus vidas. Pero indistintamente de cómo tenemos acceso a ella, la historia siempre es y será la misma: tomar consciencia.

Cuando se toma esa consciencia, estamos en el lado correcto para apreciar la vida. De este lado del camino las cosas son diferentes. De este lado del camino aprendemos la verdad. De este lado del camino te das cuenta que no necesitas buscar ningún destino. De este lado del camino simplemente tienes el mejor encuentro de tu vida… y entonces podrás comprender que la vida tiene un sentido muy especial y que el único compromiso real es contigo mismo.

Café Tacvba nos dice de forma simple lo que encontrarás o ya has encontrado en el lado correcto del camino…
¡El amor verdadero!

jueves, 6 de junio de 2013

Convergencia y confluencia

Como es arriba es abajo…

Todo es mente…

La consciencia despierta poco a poco…

Los veintes siguen cayendo y el cambio se sigue dando. Las alineaciones entre el respetuoso Axkankayotl y la consciencia convergen cada vez más. Ahora la confluencia es clara. Los sonidos del silencio son cada vez más claros. Pero todo es posible gracias al rompimiento del puente entre el pasado y el futuro.

¡Sé dueño de la muralla!

martes, 10 de abril de 2012

Religión: ¿Por qué creemos lo que creemos?

“El hombre no es creyente porque silencia su capacidad de juicio y acepta aseveraciones extraordinarias; acalla su capacidad de juicio porque ciertas aseveraciones extraordinarias le han resultado evidentes.”

Pascal Boyer, en su libro Y el hombre creó a los dioses, expone los escenarios más comunes sobre el origen de la religión. En resumen, dichos escenarios son:

La religión es una explicación.
  • El hombre creó la religión para explicar fenómenos naturales misteriosos.
  • La religión explica experiencias misteriosas: sueños, presentimientos, etc.
  • La religión explica el origen de las cosas.
  • La religión explica por qué existe el mal y el sufrimiento.
La religión brinda consuelo.
  • Las explicaciones religiosas hacen más tolerable nuestra mortalidad.
  • La religión alivia la angustia y compensa la incomodidad del mundo.
La religión fundamenta el orden social.
  • La religión es fuente de cohesión social.
  • La religión perpetúa un orden social particular.
  • La religión fundamenta la moral.
La religión es una ilusión.
  • La gente es supersticiosa; cree en lo que sea.
  • Los conceptos religiosos son irrefutables.
  • Es más fácil creer que refutar.

Como dice Boyer, lo interesante de todo esto es que ninguno de estos escenarios responde el porqué existe una religión, ni mucho menos el porqué una religión es como es.

Si observamos detenidamente los escenarios, se refleja una pereza mental, se nota la falta de capacidad de crítica, se aprecia la conveniencia de aceptar lo que se considera que está dictado por Dios y se destaca la presencia del poder para manipular.

He hablado de la verdad y las creencias (Entre la neli y las creencias), sobre algunos nuevos puntos de vista sobre ciertas cuestiones espinosas de religión (Héroe o traidor), y hasta de los jugosos negocios de la religión (México siempre netlakanekini). Pero más allá de todo esto, también he expuesto por dónde empezar con la congruencia para desprenderse de muchas cosas (El precio de ser, hacer y tener). Y la pregunta persiste:

¿Por qué creemos lo que creemos?

domingo, 18 de diciembre de 2011

Omeiluitl con mi viejo nemachtiani

¿Has encontrado a alguien con quién compartir tu corazón?
¿Estás aportando algo a tu comunidad?
¿Estás en paz contigo mismo?
¿Estás procurando ser tan humano como te sea posible?

Estas son unas simples preguntas, pero si pensamos en la parte física más importante de tu cuerpo, el corazón, tal vez pienses en ellas detenidamente. Si quieres saber cómo está físicamente tu corazón hoy y cómo lo estará en otro instante, has una prueba simple. Aspira 5 veces y en la última, mientras espiras, cuenta a partir del 1 todos los números que puedas antes de volver a aspirar. Toma nota hasta dónde llegas. Cada año o cada medio año repite la prueba, te darás cuenta cómo está tu corazón. Entre menos números cuentes, más cansado está.

Los siguientes puntos son el resumen de un testimonio sobre la vida, la amistad y el amor [*]. Espero sean de utilidad en tu vida.
  1. El mundo carece de amor. Lo más importante de la vida es aprender a dar amor y a dejarlo entrar... Levine lo dijo muy claro: “El amor es el único acto racional”.
  2. El sentimiento de lástima por uno mismo. Llora si es necesario, pero no llores tu vida.
  3. Los arrepentimientos. Cuenta tu vida a alguien, no te vayas sin que sepan de ti.
  4. Todo mundo se va a morir, pero nadie se lo cree. Si nos lo creyéramos, haríamos las cosas de otra manera. Cuando aprendes a morir, aprendes a vivir.
  5. La familia. Si tienes la oportunidad, el deseo, la solvencia y es parte de tu plan de vida, no hay experiencia igual a la de tener hijos.
  6. Las emociones. No te aferres a las cosas porque nada es permanente. Vive el dolor, vive el amor, vive la pérdida de un ser querido, vive tus triunfos... Pero no dejes que el miedo entre.
  7. El miedo a la vejez. Cuando creces aprendes más. El envejecimiento es crecimiento. No desees tener nuevamente 25 años, porque entonces es el reflejo de una vida insatisfecha y la verdad es que al final te vas a morir.
  8. El dinero. No necesitas el último coche deportivo, no necesitas la casa más grande, no necesitas el vestido de moda. Lo que da más satisfacción es ofrecer a los demás lo que puedes dar.
  9. El amor perdura. Cuando estás en la cama estás muerto. Y el amor es lo que te hace seguir vivo, aún después de que te hayas ido.
  10. El valor más alto es la fe en la institución de la vida en pareja. Si crees en el matrimonio, el valor más alto es la fe en el matrimonio, si no, el valor más alto es la fe en la vida en pareja.
  11. La cultura. Construye tu propia subcultura. Cómo piensas, lo que valoras... eso debes elegirlo tú mismo. No puedes dejar que nadie, ni que ninguna sociedad, las determine por ti.
  12. El perdón. Antes de morir perdónate a ti mismo, a continuación, perdona a los demás.
  13. El día perfecto. Hacer las paces con la vida. Piensas que por ser humanos estamos por encima de lo demás. No lo estamos. Todo lo que nace, muere.
Y bien lo dijo W. H. Auden:

“El destino hace sucumbir a muchas especies:
sólo una se pone en peligro a sí misma”.

[*] Martes con mi viejo profesor. Mitch Albom. Océano.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Yeyekolistli de consciencia

Una de las recomendaciones para tomar conciencia es el hecho de preguntarse a cualquier lugar donde un va: ¿quién soy y qué hago aquí? Es tan sencillo que cualquiera lo puede hacer.

Pues bien, resulta que me he dado a la tarea de hacerlo y hay cosas muy interesantes atrás de todo esto. Esencialmente puede uno perderse fácilmente tras un pensamiento cualquiera y olvidarse instantáneamente de las preguntas. Pero si uno se concentra un poco, los sentidos incrementan su percepción de las cosas. Desde sentir cada una de las partes del cuerpo al caminar, hasta darse cuenta de mayores detalles de nuestro alrededor.

Evidentemente mis ejercicios no han sido lo suficientemente frecuentes como para estar más despierto o tener un hábito nuevo. Pero lo poco que he hecho me permite decirles que es increíble lo que uno se pierde al estar dormido.

Los detalles al final sí importan y mucho.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Un mundo de mentiras

Recuerdo que cuando llevé química en mi carrera, el profesor nos dijo que en realidad se ha aceptado la teoría como un acto de fe. Cualquier otro “loco” puede llegar en cualquier momento a decir que nuestras bases son erróneas y que si funciona lo que hacemos es por coincidencia. En ese momento se me hizo fascinante lo que nos dijo, después no lo volví a considerar hasta que…

Hace algunas semanas me tocó revisar un pequeño proyecto y dentro de sus páginas apareció una frase que se me hizo interesante y que de alguna forma aborda lo que dijo mi profesor de química.

El filósofo y economista Bart Kosko afirma que cuando hablas científicamente, simplificas, y cuando simplificas, mientes. La ciencia aborda problemas como blanco o negro, para referirse a un mundo que es gris.

Desde esta perspectiva, nuestro entorno tecnológico y científico es una mentira impresionante. Y me parece que no solo la tecnología. Las palabras de Kosko aplican muy bien a la historia, a la política, a la sociedad, a la religión. Es indiscutible que todo es tajante: sí o no, y tiene sentido, no obstante nuestro razonamiento no es así, está lleno de ambigüedades e imprecisiones ya que usamos cosas como: más o menos, tal vez, puede ser, poco, mucho. He aquí lo gris.

Compatibilizar lo negro y blanco con lo gris evidentemente lleva a la mentira. No me refiero a que las cosas no sean ciertas, me refiero y estoy de acuerdo con Kosko, que para una mayor precisión de las cosas y de nuestro entorno, es necesario un enfoque diferente. Pero eso requiere consciencia.

Y para quienes van despertando, es evidente que aún sin teorías, ¡vivimos en un mundo de mentiras!

lunes, 14 de marzo de 2011

Entre la conciencia y la consciencia

A lo largo de las múltiples entradas que pueden encontrar en este blog, he utilizado la palabra conciencia y consciencia. Algunas veces he utilizado más una que la otra y un día alguien me preguntó acerca de su uso. En aquella ocasión argumenté algunas cosas, pero en realidad nunca me puse a discernir las diferencias precisas y profundas de lo que implican estas dos palabras.

El diccionario de la Real Academia Española (RAE) define la conciencia como la propiedad del espíritu humano de reconocerse en sus atributos esenciales y en todas las modificaciones que en sí mismo experimenta. También se refiere al conocimiento interior del bien y del mal; al conocimiento reflexivo de las cosas; y a la actividad mental a la que solo puede tener acceso el propio sujeto.

Pasando a la palabra consciencia, el RAE la define como el conocimiento inmediato que el sujeto tiene de sí mismo, de sus actos y reflexiones; así como a la capacidad de los seres humanos de verse y reconocerse a sí mismos y de juzgar sobre esa visión y reconocimiento. También, esta palabra se refiere a la propia conciencia.

Es factible argumentar que son sinónimos, el propio diccionario así lo permite. Además, si observamos detenidamente, la conciencia distingue lo bueno de lo malo, mientras que la consciencia es la parte de juicio sobre eso que es bueno y malo.

En resumen, lo que uno hace en forma razonada (en mayor o menor medida) es conciencia y si juzgamos eso que hacemos es consciencia.

Finalmente, lo que he mencionado sobre pensar, razonar, meditar, discernir, es conciencia. Seamos concientes, seamos seres pensantes, ¡despertemos del letargo! Y si te portas mal, ¡no te espantes si te habla la voz de tu consciencia!

La razón de Ser es conciencia pura,
la razón del Ser es conciencia + consciencia.

De nada sirve ser conciente,
¡si no tienes consciencia!