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martes, 15 de septiembre de 2020

El color del enigma

De la tranquilidad a la tempestad, del silencio al escándalo, de lo previsible a lo imprevisible… Pareciera que el caos se impone, sin embargo, desde lo más recóndito del disturbio se deja apreciar la llama de la tranquilidad, de la paz y del autocontrol.

El universo está lleno de sorpresas, los caóticos agujeros negros forman parte de un silencio formidable que permite hacer caso omiso a la incertidumbre del caos. El traslape de caos y tranquilidad es normal, aunque a veces pareciera lo contrario. Hay mucho más espacio para la tranquilidad que para el caos, así de simple. El universo es basto y se pinta solo para la paz abundante.

Independientemente de la paz abundante y de lo escaso del caos, el brillo de las estrellas siempre se hace presente inyectando un mundo de nuevas sorpresas positivas, especialmente si hablamos del formidable sistema binario que hace y deshace con sus abundantes lazos de energía. La atracción y rechazo que se genera entre ellos es formidable. Pero en lo general, esas estrellas que hacen presencia son los motores de la energía necesaria para acallar al caos. La brillantez de dicha energía es como el oro, y no solo brillante, también es radiante hasta el extremo contrario. En ese camino a través del túnel del tiempo, el enigma inherente se hace un reto diario que solo mediante la paz y la serenidad es posible descifrar.

Pero el brillo no es un brillo cualquiera, es un brillo amarillo intenso, como el oro… El oro, el metal por tradición humana más preciado y valorado queda asociado al enigma de la vida diaria.

Oro... el color del enigma.

jueves, 3 de septiembre de 2015

Un recorrido con plena yokoxkayotl

- Día anterior: salida tarde del trabajo.
- Consecuencia: sin terminar un pendiente e imprimir y trabajo extra en casa.
- Día de hoy: salir de casa 6:30 am para llegar a imprimir.
- Consecuencia: entregar todo a tiempo: 7:00 am.

Salir de casa temprano, 10 minutos antes de lo acostumbrado, resultó en una maravilla. Las calles tranquilas, libres de cualquier tipo de locos al volante (conocidos como cafres por cierto) y semáforos despejados.

Siempre he considerado que salir temprano, con el tiempo suficiente, hace que el estrés no llegue a un punto crítico. Me considero previsor en ese sentido. Pero salir aún 10 minutos más temprano es tener cero estrés. La hermosa Ciudad de México es complicada por la cantidad de carga vehicular que se genera, es comprensible, aunque el estrés es extremoso. Pero que una ciudad pequeña tenga complicaciones de tráfico tipo DF aunque sean 5 minutos, es increíble.

Me he dado cuenta que los locos al volante en ciudades pequeñas son peores que los que hay en las grandes ciudades. Pero no quiero entrar en esos detalles terroríficos, mejor dejemos todo en que un recorrido con el tiempo suficiente para no preocuparse de nada, aún con los locos, es siempre mejor que ser parte de ellos. Aprendamos a salir con tiempo, aprendamos a ser relajados al volante, aprendamos a ser eficientes en nuestra administración personal y familiar.

¡Un recorrido con plena tranquilidad es
un recorrido de calidad de vida!

viernes, 1 de agosto de 2014

Filas preferentes

Siempre he pensado que las filas preferentes que tienen algunos bancos, deben servir para la gente de la tercera edad, mujeres embarazadas y personas que desafortunadamente tienen alguna enfermedad o problema físico.

No obstante, dichas filas las ocupan los empresaurios que según no tienen tiempo de formarse porque sus negocios son muy importantes. Seguramente a muchos les ha tocado que la fila es enorme y llegan estas personas a la fila preferente y en 5 minutos salen, mientras uno se queda hasta una hora formado.

Para mi sorpresa el día de hoy, en uno de los bancos que más atiende empresaurios, observé que la fila preferente está dedicada a lo que debe ser. Ojalá fuera así en todas las sucursales de ese banco y por supuesto que también se corrija en todos los demás bancos que trabajan con esa idea.

jueves, 29 de mayo de 2014

Lo inevitable y lo imperdonable

“Sólo hay dos cosas que podemos perder: el tiempo y la vida.
La segunda es inevitable, la primera es imperdonable”

La segunda, la vida, no tenemos absolutamente ningún tipo de garantía que nos diga que somos eternos, si acaso podemos decir que unos son más longevos que otros. Podemos tan solo trascender y eso implica vivir en el presente, aprovechar el tiempo.

La primera, el tiempo, tenemos la responsabilidad de aprovechar cada instante de nuestra vida, simplemente en vivir, tan solo en hacer lo que tenemos qué hacer. ¿Acaso es pedir mucho? Insisto, solo haz lo que tienes que hacer. Sólo atiende tu interior. Sé feliz. Llega a casa, deja de estar de vago (casa es Uno, lo de vago es atender lo que no se debe, lo de otros).

Ante lo inevitable, simplemente hay que prepararse porque no sabemos el momento. Ante lo imperdonable, simplemente es autoconocerse y tienes TODO el tiempo antes de lo inevitable.

domingo, 23 de marzo de 2014

Axkankayotl: el eterno viaje por el tiempo

Tiempo, el tiempo, los tiempos, las épocas, el momento, los instantes… dile como quieras, el tiempo es el tiempo y siempre estará presente.

Científicamente, el tiempo es la cuarta dimensión. La teoría de cuerdas lo presume como una sola dimensión. La humanidad lo ve como un algo que pasa y pasa, y se va. Los niños lo disfrutan al máximo. Los adultos lo persiguen. Algunos cuantos adultos mayores, tal vez muy mayores, lo comprenden.

Según las formidables explicaciones de Brian Greene acerca de cómo las cuerdas tienen comprimidas 6 dimensiones espaciales, resulta tan fácil ver cómo viajamos a través del tiempo.

Veamos. Cuando observamos en la lejanía un cable de luz, simplemente vemos una línea plana. Conforme nos acercamos, nos damos cuenta que es incluso un conjunto de cables enroscados y que tiene cierto espesor. Así de fácil se perciben las dimensiones comprimidas en la teoría de cuerdas. Ahora, si hablamos de nuestro espacio tridimensional, veremos que si le quitamos la tercera dimensión, todo se hace un plano donde evidentemente no hay “arriba” ni “abajo”. Sólo podemos ver a la izquierda, a la derecha, la frente y atrás. Si ahora quitamos la segunda dimensión, sólo tenemos el frente y atrás, todo en una línea. En una sola dimensión, como no podemos voltear, simplemente miramos al frente, donde lo único que vemos es al de adelante y por consecuencia no percibimos a nadie más.

Si el tiempo es una sola dimensión, pasa exactamente lo que con la línea, sólo avanzamos al frente. Por lo tanto, si el tiempo es una línea, sólo avanzamos al frente, no hay paso atrás; si el tiempo es una línea, nosotros somos los que pasamos a lo largo de dicha línea, pero el tiempo está siempre presente a lo largo de su dimensión.

El tiempo está siempre allí, no permite nada más que transportarnos en su interior, siempre hacia adelante. Así es, nosotros somos los que pasamos a través del tiempo. Cuando “dejas pasar el tiempo” en realidad “el tiempo te deja pasar sin actividad alguna”.

Si el tiempo tuviese dos dimensiones, entonces, podemos regresar a un punto en el plano-tiempo y volver a recorrerlo. Mientras la teoría de cuerdas, la teoría M, la teoría de los multiversos no tengan más elementos para ver si tenemos o no una dimensión más del tiempo, sólo podremos viajar hacia adelante en la línea del tiempo con nuestro Axkankayotl.

viernes, 5 de julio de 2013

El sentido de tu kuikatl

¿Dejas pasar tu día sin sentido? ¿Te aferras a la superficialidad de la falsa sociedad y sus modas consumistas? ¿Sientes que se te cae el mundo? ¿Nadie te escucha? ¡Cuidado, te encuentras muerto en vida!

Así es, estas preguntas provienen de una excelente canción que hace reflexionar sobre la vida que llevamos cada día. El famoso grupo Duncan Dhu lo deja muy claro:

Hoy, este día ha vuelto a irse sin atreverse a advertir:
"Quizás ya nunca vaya a volver, sé que podréis pasar sin mí."

¿Dónde irá la luna a descansar cuando ya no quede un sólo día más,
cuando el oro se esconda tras el carbón, y en el suelo lo tengamos que dejar?

Hace tres días o seis semanas el cielo no se iba a caer,
y hoy un trozo se ha derrumbado sobre tu casa de papel.

De tu guitarra sale un mensaje, hay más recuerdos hoy que ayer,
y en el silencio corre tu vida, ya no hay más tiempo que perder.

Es el grito de guerra de una canción cuando nadie se preocupa por gritar,
las palabras se pierden en un rincón cuando ya no queda tiempo para hablar.

¿Dónde está el sentido de tu canción si no hay tiempo para poderla escuchar?
Algo suena en toda la región, es el grito del tiempo que se va.
 
 

sábado, 29 de diciembre de 2012

El arranque de la nueva era

Así como mucha gente tuvo una preocupación exagerada por la terminación del mundo, resulta que los días siguen pasando y seguimos respirando en cada uno de ellos. Parece ser que muy pocos comprendieron que sólo se terminó un período y una era, sólo se acabaron los registros de las observaciones de antiguas civilizaciones como los Mayas. O como en muchas otras creencias, sólo se cumplieron los 5 períodos de 500 años. Así, nuestra vida diaria sigue.

En lo personal, el 21 de diciembre se acabó una era solar, y el 22 de diciembre dio inicio una era planetaria de equilibrios duales. Las constelaciones de todos los multiversos se alinearon para dar paso a la nueva era. La nueva era, consecuentemente marca la llegada al templo de las máximas expresiones internas. La nueva era permite simple y sencillamente la adoración en su máxima expresión.

Como dice Osho, mucha gente llega al templo, pero se espanta ante su majestuosidad. Yo decidí entrar y no hay temor de nada, el templo es lo mejor que puede haber y el pasillo de bienvenida es esplendoroso. El templo por sí mismo es indescriptible... sólo se siente la paz y la felicidad, la armonía y la relajación, el complemento y el presente.

Bienvenidos a la nueva era, espero que sepan apreciar lo que eso significa, sobre todo si hay consciencia.

sábado, 11 de diciembre de 2010

El eterno Axkankayotl

La sensación de vida denotada por las acciones o estados de cosas simultáneos así como cuando nos referimos a algo es por definición nuestro inevitable axkankayotl.

Sí, prisioneros dentro de esta sensación somos capaces de salirnos mediante nuestros recuerdos, somos capaces de ir hacia adelante desafiando lo que es imposible ver, somos capaces de percibir el antes y el después. De esta forma, la sensación de vida toma un sentido más amplio convirtiéndose en vivencias, distinguiendo el paso del tiempo.

Tras la sensación de vida, generamos mentalmente cosas increíbles y discernimos que dicha sensación posiblemente tiene interacción con otras sensaciones de otras personas a lo largo del tiempo. Si esto es o no cierto, vivimos maravillados ante la posibilidad.

Se dice que algunas vidas están enlazadas a través del tiempo.
Conectadas por un antiguo llamado que se escucha
a lo largo de las eras... el destino.

Sabemos que no hay casualidad, solo causalidad. Las leyes así lo demuestran y muestran que en muchos casos las sensaciones (o cosas si es que les parece mejor) ocurren de forma simultánea. ¿Esto sustentará la interacción? Habrá que esperar a que alguien así lo demuestre, y si se demuestra entonces es plausible sólo enlaces en el tiempo mas no un destino. Mientras tanto, la prisión del axkankayotl es lo mejor que tenemos.

Disfruta hoy... es más tarde de lo que crees.

martes, 6 de julio de 2010

Aprovechando el kauitl

El cansancio se siente, el bostezo se hace presente y la hora de salida está por llegar. En espera de que dé la hora me pregunté cómo se puede aprovechar el kauitl cuando no es posible descansar plenamente y por obvias razones no se quiere hacer más trabajo. Encontré algo que incluso me ayudó a organizarme… ¿Organizarme? ¡Si lo que se quiere es menos trabajo! He ahí la cuestión.

Recurrí a las técnicas de romper papel en cachitos. Efectivamente, como no quería hacer nada, vi que mi alrededor era un mundo de papel innecesario, ya saben, de esas ocasiones (muchas) que no sé porqué decide uno guardar cosas que luego ya no tiene sentido. El punto es que seleccioné todo el papel que ya era obsoleto, desde impresiones de revisión hasta avisos que ya no tenían validez y cosas adicionales como propaganda. Tan solo de romper el papel, el estrés bajó, recuperé espacio en mi escritorio, quedó todo más organizado, encontré cosas que pensé ya no existían y llegó la hora de la salida.

No escribo más porque hay que ir a dormir y con el gran arrullo de la lluvia, la noche pinta excelente.

sábado, 5 de junio de 2010

¿Tú qué harías?

Hay una canción de Diego Verdaguer llamada “Usted qué haría” que, indistintamente del éxito que alcanzó, plantea una situación interesante y que muchos quisieran que fuera posible: detener el tiempo, regresar al pasado y corregir todo tipo de errores que se cometieron, esencialmente errores con la pareja y sobre todo la infidelidad.

Alguna vez mencioné que toda decisión tiene como precio el ser, hacer y tener. Nacemos con una serie de cualidades que nos definen y que poco a poco se moldean hasta ser lo que somos. A partir de ello hacemos acciones que reflejan nuestra esencia y finalmente obtenemos como resultado la cosecha de lo que sembramos. No hay otro camino.

Sin embargo, el tiempo es valioso, irrepetible y único. Independientemente de las decisiones tomadas, el tiempo pasa, no cuestiona, es silencioso. Tarde o temprano, se toma conciencia del tiempo. Posiblemente aparezca la frase: “si tan solo pudiera regresar el tiempo” o alguna parecida, pero estoy seguro que al menos el 95% de las personas lo ha pensado. ¿Qué se gana si en realidad el tiempo se pudiera regresar? ABSOLUTAMENTE NADA. Les aseguro que como ya somos lo que somos, haríamos lo mismo. Recuerdo vagamente a principios de los 80 un comercial en la radio que abordaba este tema y terminaba con una frase excelente:

Sabia virtud de aprovechar el tiempo.

Sí, sabia virtud que no solo impacta en el tiempo, impacta en el logro de cada una de las personas, en eso a lo que tanto me refiero con tener. Pero aparece la parte complementaria al problema: muchas personas quisieran tener una vida eterna para lograr cosas y sobre todo una muy especial: no morir. ¿Miedo a la muerte? Si es así, ¿porqué? No lo sé. Indistintamente de la razón, también es una realidad que muchas personas están muertas en vida. Me parece que estar muerto en vida es peor que morir físicamente. Y como dice la canción de Diego: ¿Tú qué harías?

No tengas miedo a la muerte,
ten miedo a la vida sin vivir.