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martes, 11 de octubre de 2011

Siamikki

Después de una jornada de trabajo evidentemente se amerita descansar. No obstante, cuando uno tiene movilidad extrema, el siauistli aumenta considerablemente.

Hoy es una de esas ocasiones donde hay que respetar lo que el cuerpo muestra como evidencia de siauistli. Así que en este pequeño espacio hago una pausa para iniciar la relajación que ya es necesaria. Evidentemente me encuentro siamikki.

Yo me pregunto cómo es que en un abrir y cerrar de ojos aparecen tantas actividades que en realidad a veces uno quiere huir a como dé lugar de todo tipo de responsabilidades. Lo único que puedo hacer es simplemente posponer algunos compromisos, pero no puedo cancelarlos.

Rius dice que “la panza es primero” y es un principio fundamental e inviolable en mis actividades diarias. Efectivamente, hoy, aún con la cantidad de trabajo, mi horario de comida es “mi horario de comida” y no lo comparto con ninguna otra actividad. La comida es sagrada. Aunque sea algo acelerado, pero mi horario lo respeto. Si no lo hago, entonces créanme que estaría súper extremadamente siamikki.

A descansar… zzzzzzzzzzz…

viernes, 17 de junio de 2011

Ir y venir = cansancio

Una ocasión platicaba con una amiga que tuvo la oportunidad de ir a Portugal muy frecuentemente. Le comenté que qué bien ir de viaje. Ella me dijo que realmente era muy agotador. Hasta hace algunos años comprendí a lo que se refería.

Ahora, en el ir y venir de un par de viajes separados por tan solo una semana, compruebo una vez más que realmente sí es agotador. Es divertido porque cambia uno la rutina, pero al menos para mí, el hecho de adelantar y recuperar tiempo para salir es lo que lo deja a uno noqueado.

Una semana en América del Sur y ahora una en el norte del País no es nada fácil. De hecho, ¡necesito unas vacaciones de medio año para recuperarme!

Solo puedo decir que el cansancio es como el baile… “ya lo bailado nadie me lo quita”.

martes, 6 de julio de 2010

Aprovechando el kauitl

El cansancio se siente, el bostezo se hace presente y la hora de salida está por llegar. En espera de que dé la hora me pregunté cómo se puede aprovechar el kauitl cuando no es posible descansar plenamente y por obvias razones no se quiere hacer más trabajo. Encontré algo que incluso me ayudó a organizarme… ¿Organizarme? ¡Si lo que se quiere es menos trabajo! He ahí la cuestión.

Recurrí a las técnicas de romper papel en cachitos. Efectivamente, como no quería hacer nada, vi que mi alrededor era un mundo de papel innecesario, ya saben, de esas ocasiones (muchas) que no sé porqué decide uno guardar cosas que luego ya no tiene sentido. El punto es que seleccioné todo el papel que ya era obsoleto, desde impresiones de revisión hasta avisos que ya no tenían validez y cosas adicionales como propaganda. Tan solo de romper el papel, el estrés bajó, recuperé espacio en mi escritorio, quedó todo más organizado, encontré cosas que pensé ya no existían y llegó la hora de la salida.

No escribo más porque hay que ir a dormir y con el gran arrullo de la lluvia, la noche pinta excelente.

lunes, 5 de julio de 2010

Entre el Olimpo y el Inframundo

El ir y venir del Olimpo al Inframundo y de regreso es bastante cansado. Los detalles minuciosos solicitados por las autoridades generan vía crucis personalizados entre ambos mundos, pero en forma masiva lo que realmente se observa es un éxodo revoltoso. Entre tanto revuelo, hay algunas almas inocentes que cuando llegan a entregar sus documentos, aparecen muchas sorpresas porque nunca hicieron su vía crucis, o al menos no como deberían haberlo hecho. Dichas almas regresan al Olimpo o al Inframundo llenas de furia, desesperación y desánimo. Aquí no importa de dónde eres, ni qué grado tengas, es evidente que todos somos iguales (y así debería ser siempre: todos iguales).

Hoy, ambos mundos se ven tranquilos, habrá que esperar los resultados para saber los beneficios del éxodo revoltoso. Al final vale la pena porque se aprende, se refinan ciertas estrategias de administración y se puede proyectar hacia futuro un mejor panorama para que en una siguiente ocasión el vía crucis sea menos doloroso. El éxodo es inevitable.

Gracias a aquellos mensajeros de ambos mundos que a la menor irregularidad daban el aviso oportuno para evitar documentos innecesarios o incorrectos.



Glosario
  • Éxodo revoltoso: Andar simultáneo de muchas personas dentro de un terreno enorme, entrando y saliendo de varios edificios y hablando con múltiples personas, donde cada individuo sigue el camino que más le conviene.
  • Inframundo: Aquellos edificios que por la irregularidad del terreno quedaron en la parte baja.
  • Olimpo: Aquel edificio que por la irregularidad del terreno quedó ubicado en la parte alta.
  • Vía crucis: Andar de una persona de extremo a extremo de un terreno enorme, de edificio en edificio y de oficina en oficina. Generalmente se considera un andar de aproximadamente 25 vueltas completas.