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domingo, 18 de diciembre de 2011

Omeiluitl con mi viejo nemachtiani

¿Has encontrado a alguien con quién compartir tu corazón?
¿Estás aportando algo a tu comunidad?
¿Estás en paz contigo mismo?
¿Estás procurando ser tan humano como te sea posible?

Estas son unas simples preguntas, pero si pensamos en la parte física más importante de tu cuerpo, el corazón, tal vez pienses en ellas detenidamente. Si quieres saber cómo está físicamente tu corazón hoy y cómo lo estará en otro instante, has una prueba simple. Aspira 5 veces y en la última, mientras espiras, cuenta a partir del 1 todos los números que puedas antes de volver a aspirar. Toma nota hasta dónde llegas. Cada año o cada medio año repite la prueba, te darás cuenta cómo está tu corazón. Entre menos números cuentes, más cansado está.

Los siguientes puntos son el resumen de un testimonio sobre la vida, la amistad y el amor [*]. Espero sean de utilidad en tu vida.
  1. El mundo carece de amor. Lo más importante de la vida es aprender a dar amor y a dejarlo entrar... Levine lo dijo muy claro: “El amor es el único acto racional”.
  2. El sentimiento de lástima por uno mismo. Llora si es necesario, pero no llores tu vida.
  3. Los arrepentimientos. Cuenta tu vida a alguien, no te vayas sin que sepan de ti.
  4. Todo mundo se va a morir, pero nadie se lo cree. Si nos lo creyéramos, haríamos las cosas de otra manera. Cuando aprendes a morir, aprendes a vivir.
  5. La familia. Si tienes la oportunidad, el deseo, la solvencia y es parte de tu plan de vida, no hay experiencia igual a la de tener hijos.
  6. Las emociones. No te aferres a las cosas porque nada es permanente. Vive el dolor, vive el amor, vive la pérdida de un ser querido, vive tus triunfos... Pero no dejes que el miedo entre.
  7. El miedo a la vejez. Cuando creces aprendes más. El envejecimiento es crecimiento. No desees tener nuevamente 25 años, porque entonces es el reflejo de una vida insatisfecha y la verdad es que al final te vas a morir.
  8. El dinero. No necesitas el último coche deportivo, no necesitas la casa más grande, no necesitas el vestido de moda. Lo que da más satisfacción es ofrecer a los demás lo que puedes dar.
  9. El amor perdura. Cuando estás en la cama estás muerto. Y el amor es lo que te hace seguir vivo, aún después de que te hayas ido.
  10. El valor más alto es la fe en la institución de la vida en pareja. Si crees en el matrimonio, el valor más alto es la fe en el matrimonio, si no, el valor más alto es la fe en la vida en pareja.
  11. La cultura. Construye tu propia subcultura. Cómo piensas, lo que valoras... eso debes elegirlo tú mismo. No puedes dejar que nadie, ni que ninguna sociedad, las determine por ti.
  12. El perdón. Antes de morir perdónate a ti mismo, a continuación, perdona a los demás.
  13. El día perfecto. Hacer las paces con la vida. Piensas que por ser humanos estamos por encima de lo demás. No lo estamos. Todo lo que nace, muere.
Y bien lo dijo W. H. Auden:

“El destino hace sucumbir a muchas especies:
sólo una se pone en peligro a sí misma”.

[*] Martes con mi viejo profesor. Mitch Albom. Océano.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

¿El corazón se rompe?

Tal vez el éxito principal de Miguel Mateos sea “Es tan fácil romper un yolotl”. Literalmente dice que no hay que jugar con situaciones peligrosas con la pareja ya que el resultado puede ser desastroso esencialmente porque el corazón tiene heridas que no han sanado. Los conflictos internos nos hacen comportarnos como dos personas diferentes, dependiendo qué tanto le dejemos al corazón y no a la razón.

Creo que el origen de tantas cuestiones dolorosas obedece a dos cosas esenciales: la primera es que casi nunca nos enseñan a amar, tenemos que ir aprendiendo conforme experimentamos y maduramos (si es que eso ocurre) y la segunda, las decisiones que tomamos para sentirnos mal e incluso al temor de enfrentarnos a nuestros miedos para liberar lo que decidimos guardar.

Independientemente de la complejidad que es todo esto, hace algunos meses pasaron un documental en el Canal Once donde se explica que el tipo de substancias químicas segregadas por nuestro cuerpo cuando se padece un “mal de amores” afecta directa y proporcionalmente al corazón, generando tensiones y una sensación especial de “dolor”. Si uno no es capaz de controlar los sentimientos, el cuerpo sigue segregando esas substancias y se puede llegar incluso a desarrollar enfermedades del corazón. Esto es realmente interesante porque no solo nos condenamos a padecer enfermedades, sino también a morirnos por algo que es ridículo. Lo pongo en estos términos porque finalmente uno es quien decide cómo manejar las emociones y cómo liberarlas. Si las emociones no se liberan entonces, independientemente del estrés, el corazón se “fractura” por tenerlo bajo sobredosis de substancias químicas, lo que se traduce a que “se rompió el yolotl”.

Y efectivamente, hay casos severos de desamor donde a las personas les dan infartos y algunas de ellas evidentemente no se recuperan y mueren. Se dice que esa persona “murió de desamor”, no de amor, eso es otra cosa que en otra entrada comentaré.

Mientras tanto, no droguemos al yolotl, dejemos que lleve una vida libre de drogas mediante el uso de la razón. Aprende y razona.