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sábado, 13 de enero de 2024

Diccionario versus RAE en línea

En estos tiempos líquidos con el avance de la tecnología y la inmediatez de la información, pareciera que la red es mejor que un simple diccionario impreso. La realidad es que, en este inicio del 2024, los diccionarios de hace unos 40 años son mejores que lo que actualmente ofrece el RAE. Un simple ejemplo es ampliamente ilustrativo de la situación: la palabra “cortésmente” no aparece en el RAE, pero si buscamos en el diccionario clásico y convencional, aparece la palabra.

¿La tecnología y su automatización nos lleva siempre a mejores cosas? NO necesariamente es así. Hay ventajas desde luego, pero no olvidemos que los grandes maestros de nuestra generación son los libros y que los grandes escritores o grupo de personas dedicadas a la escritura, fueron los eruditos de esos libros que nos enseñaron.

Desafortunadamente las nuevas generaciones saben que existen los libros, pero ya no es parte de una cultura educativa, de hecho, hasta maestros de esas generaciones ya se convirtieron lamentablemente en maestros “nuevos” donde su estilo de estudio o repaso para la enseñanza se ha convertido en un aceptable (aunque lamentable) RAE, o lo que es peor, en una flojera total donde un ChatGPT, Bard, Copilot, etc., pretenden que les resuelva todo. El cuadro resultante es tan nefasto que las actuales generaciones líquidas serán solo eso, un líquido que podrá sostenerlos unos pocos minutos en el conocimiento y en consecuencia, unos escasos minutos en sus trabajos.

martes, 6 de marzo de 2012

Trabajo, papelitis y otras cosas

La dinámica del trabajo hace que en ocasiones uno no se dé cuenta cómo es que el tiempo pasa y las cosas que realmente deben hacerse no se hacen.

Entre diferentes asignaciones laborales, tras revisar varios proyectos de toda índole, desde los externos hasta los de los altos jefes, el trabajo propio que debo realizar no lo he podido hacer. La única excepción son las clases. Han pasado dos semanas desde que no hago nada de lo mío. Son dos semanas que si no fuese por ese tipo de trabajos adicionales, podría haberme paseado, tal vez dormir todo el día, o si me pongo activo pudiera ser que leyera un par de libros de entre muchos que tengo pendientes. Todo lo retrasado es evidente que hay que ponerlo al corriente.

Si me pusiera a hacer cuentas, resulta que trabajo horas extras, las cuales no son remuneradas. Pero el problema no es ese. Finalmente estoy a gusto con lo que hago y estoy aprendiendo. Lo preocupante de fondo es que hay ciertas encuestas que tienen preguntitas chistosas como: ¿Considera que hace más trabajo que sus compañeros? No sé que pensar al respecto. Cada semestre pasa ese cuestionario y la verdad que nunca se hace nada con lo que se responde. Lo que yo digo es entonces, ¿para qué tanto rollo con algo que nunca revisan?, y si lo revisan, ¿qué sentido tiene? Nunca he visto una estadística de ello. Mejor no perdamos tiempo y hagamos lo que tengamos que hacer: trabajar.

No cabe duda que la papelitis, con todo y un área tecnológica que se supone debe evitarlo, cada vez crece y crece y crece y… los árboles bien gracias.

jueves, 15 de diciembre de 2011

En la víspera del seuilistli

Los exámenes de grado han concluido. Después de dos exámenes todo ha sido satisfactorio. Así, tras escuchar las felicitaciones de los colegas para ambos alumnos por sus trabajos, el relajamiento llega y prácticamente todo listo para las vacaciones.

Ahora solo hay que preparar lo necesario para ciertas actividades que son inevitables y que gracias a que hay vacaciones podré realizarlas sin distracciones. Solo tendré que apurarme para que todo quede listo en la primera semana, ya que posteriormente me desconecto de este mundo virtual y solo sabré acerca del seuilistli y sus bondades.

Espero que todo mundo esté también preparando sus vacaciones y entre en seuilistli. Y que además, lo aproveche porque luego resulta que… ¡quieren vacaciones para descansar de las vacaciones!

lunes, 28 de noviembre de 2011

Tekipanoa y tekipanoa…

Una semana trabajosa, actividades laborales por doquier, negociaciones de última hora para recuperar tiempo de donde sea posible, compromisos cumplidos y por cumplirse, exámenes y más exámenes, cuestiones administrativas, actividades personales, planeación de vacaciones, papeleo de todo tipo, búsqueda de información entre un enorme concentrado de datos y documentos, atención a alumnos y tesistas, algunas desveladas, … y la dedicación de unos minutos a este blog son solo algunas cosas por mencionar de entre miles que no hace falta decir.

El tekipanoa es una actividad diaria. Pero lo que siempre he dicho es que mientras uno se sienta a gusto, todo es factible. A tres semanas de salir de vacaciones, y con el riesgo de llevarse trabajo a casa, el tiempo se hace eterno. Bueno, el tiempo es eterno mientras el universo se lo permita. Pero para nosotros parece que todo se tarda más. El dicho de aquel personaje Kalimán: “Paciencia y serenidad mi querido Solín”, es algo que uno debe aplicar en la vida diaria y a cada instante.

Si uno no tiene paciencia, todo es insoportable. Si uno no tiene serenidad, podemos generarnos conflictos innecesarios. El tekipanoa no es lo único que requiere de la filosofía de Kalimán. Toda la vida la requiere. Así, cuando lleguen las vacaciones, todo será relajamiento bien merecido.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Síntomas vacacionales

Entre miles de cosas que se hacen día a día, a estas alturas del año lo que se empieza a querer son unas vacaciones. Pero no es solo el producto de trabajar, es también una cuestión de clima, ya que con estos fríos es más bien para estar solamente en casa, viendo tele y con un montón de cobijas encima… casi como listos para invernar.

Pero aún hay un mes de trabajo y como dicen en muchos lados: “esto no se acaba hasta que se acaba”.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

¿Borrachera laboral?

Para muchos el entretenerse con actividades laborares es bastante grato e incluso pareciera que es una adicción. Pero esto es como el alcohol: todo debe ser con medida.

Tras lo anterior, solamente puedo decir que estoy ebrio de actividades... ¡Salud!... 2.

sábado, 21 de agosto de 2010

A once años del inicio

Indagando entre mis múltiples cosas guardadas desde hace algunos años, me encontré con un cuaderno que tiene once años de haber sido un espacio para realizar apuntes que nunca pensé me llevarían a hacer grandes cosas. Ese cuaderno lo empecé a hojear, página a página, viendo cada una de las anotaciones que hice en aquel agosto de 1999.

Tomaba clases de oyente con un profesor cubano, un verdadero experto en su área, no como otros que se dicen expertos y que ni a aprendices llegan. Sus clases iniciaban realmente con verdaderas cátedras proyectando algo que actualmente trato de hacer lo mejor posible: la precisión en los conceptos. Para él era imperdonable decir algo que no fuera realmente firme en cuanto a su definición. Interesante postura: ¡no hay lugar a ambigüedades! Debo confesar que por estar de oyente nunca me atrevía a hacer sus exámenes, tenía cierto temor de no hacer un buen papel, no obstante adquirí buenas bases teóricas para muchas cosas.

Cuando se enteraron que estuve tomando clases con este profesor, inmediatamente me llamaron para dar clases, algo que no quería porque no era lo mío, no obstante, había algo que me decía que sí. Así empezó todo un ciclo de cursos que me llevó a refinar muchas cosas, a comprender, a analizar, a ser crítico de lo que viene en los libros, a superar lo que me enseñaron en ese curso. Hoy veo las notas y veo mi presente. Creo que el haber tomado la iniciativa de entrar al curso me ha dejado un espacio para experimentar lo que se me ocurra. Así es, el disfrutar de un trabajo con el lujo de hacer lo que quiero y cambiarlo cuantas veces quiera es algo invaluable.

Solo me resta decir que ese cuaderno lo he guardado y lo seguiré guardando en un espacio especial de mi librero.

viernes, 11 de junio de 2010

Una mañana tranquila y sus responsabilidades

Definitivamente tengo que agradecer a la afición del fútbol el permitirme tener una mañana placentera, llena de tranquilidad y concentración para avanzar en mis actividades primordiales, entre ellas (desde luego) un espacio como este para expresarlo. Hasta la conexión a la red funciona en forma excelente. Aunque no puedo evitar decirles que llegar a un espacio de trabajo prácticamente vacío es una irresponsabilidad total.

Y como la mañana es una maravilla... seguiré aprovechándola antes de que el resto del mundo regrese a su realidad y no me dejen trabajar.

jueves, 25 de marzo de 2010

Tekipanoa y equilibrio

El tekipanoa, algo indispensable en nuestro mundo moderno y, al mismo tiempo, un elemento que para muchos llega a alterar drásticamente el ritmo de vida. Existen personas adictas al trabajo, que desde luego, si no trabajan se deprimen y por el contrario, hay quienes desearían no tener que trabajar nunca en toda su vida.

Al respecto, estas últimas dos semanas han estado llenas de muchas actividades. Tal pareciera que se trata de una trampa maliciosa que para salir de vacaciones hay que trabajar más para merecerlas. El punto es que mientras las actividades sean de nuestro interés, no hay problema.

Sin embargo, indistintamente de las cosas de trabajar mucho, hay otras muy importantes que no debemos dejar pasar. Primero, como diría una amistad del mundo de la ciencia: “no importa qué tengas que hacer, nunca dejes de hacer lo que te gusta porque esas actividades te mantendrán en la vida”. Segundo, no hagas de tu trabajo el centro de tu vida. Tu vida debe ser un equilibrio de persona, familia, trabajo y gustos. Tercero, lo más importante es tu salud, nunca permitas que el trabajo (u otra cosa) te estrese de tal forma que te enfermes. He allí la importancia del equilibrio. Cuarto, no te aísles porque por naturaleza, el ser humano necesita de otros. Somos interdependientes, aunque nos cueste trabajo reconocerlo. Quinto, tu trabajo es solo eso, tu trabajo, y no debes permitir que invada tus otros espacios para mantener tu equilibrio. Sexto, si no te gusta tu trabajo, cambia, pero lo que hagas, hazlo con gusto, porque así, el día de mañana no sentirás que dejas algo y ni que te hizo falta algo más. Sabrás que lograste lo necesario. Séptimo, no olvides que el trabajo te dará siempre el potencial de realización (no de ambiciones) que necesitas para tus otros tres ingredientes del equilibrio (segundo punto).

Por lo pronto, a descansar…