Año con año, sexenio con sexenio, cualquier nuevo gobierno en México ha mencionado sus grandes planes de batalla contra la pobreza. La famosa cifra de que en nuestro país tenemos la mitad de la población en la pobreza extrema realmente sigue siendo la misma aún y con todos los “esfuerzos” que se anuncian. Pero creo que sólo es eso, se anuncian.
En estos días, me tocó ver un anuncio en Telerisa, perdón, Televisa, donde se menciona la batalla contra los 7.5 millones de pobres en México. Hay dos opciones para esta cifra: 1) es una cifra real, siempre y cuando se refiera exclusivamente a los que no están en la extrema pobreza, que serían algo así como 50 millones de personas o, 2) se les perdió un cero y trataron de evitar la cifra real de todos lo que están en el concepto de pobreza. Pero, veamos, dejen tomo aire, es que esta cifra de unos cuantos pobres me da tanta risa… Digo, si esto fuese cierto México tendría otro tipo necesidades y nuestro panorama sería diferente. Por favor, si yo me burlo de esto, la burla de ese comercial es exorbitantemente millones de veces más grande.
Y así se escribe y se anuncia un comercial más que como siempre, se trata de tapar el sol con un dedo. La realidad es que seguimos con gobiernos que les importa mantener sólo el neoliberalismo para su propio beneficio familiar de los que están en el poder. ¿O acaso estoy mal y veo un México a mi conveniencia?
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miércoles, 10 de julio de 2013
jueves, 28 de junio de 2012
El cambio y la política
En estos días de fuerte actividad política, con miles de mensajes honestos y deshonestos (y sobre todo estos últimos) provenientes de Televisa y TV Azteca que manipulan todo lo que se les antoja, aunado a un pueblo que desafortunadamente no tiene un criterio para tomar decisiones propias, junto con un sin número de personas que tienen poder y lo mal usan en su propio beneficio, aparece una pregunta muy trillada y hasta parece que no hay respuesta: ¿Tendremos finalmente un cambio, independientemente de quien sea el próximo presidente?
Muchos ya estarán pensando que evidentemente no hay respuesta, o posiblemente hasta carcajadas sueltan porque se hace un chiste, y tienen razón en ambos casos. Es evidente que yo no voy a responder esa pregunta. Pero he aquí lo interesante, y la pequeña historia dice así: Una persona dijo que quería cambiar al mundo, al no poder, quiso cambiar a su país, al no poder, quiso cambiar su estado, al no poder, quiso cambiar su colonia, al no poder, quiso cambiar a su familia, al no poder, lo único que quedaba era cambiarse a sí mismo; esto trajo como consecuencia, que pudo ver cambios en su familia, colonia, estado, país y mundo (si captas el mensaje, actúa).
Pero todavía hay algo más. Muchas personas piensan y creen que su partido político les va a dar lo que siempre han buscado, que los va a sacar de pobres, que va a hacer las cosas más justas, que harán realidad sus ideales y por consecuencia, llegar a estar en un mundo feliz. Ahora permítanme a mí reírme y carcajearme. No digo que no haya personas que ayuden tras la política, pero mientras no se comprenda el verdadero significado de las cosas, el mundo feliz que promueve un partido político, será siempre una verdadera falsedad total.
El punto medular de esto es que el ser humano es extremadamente pobre en su interior, pero verdaderamente tan pobre, que si lo comparamos con un centavo, eso es una riqueza invaluable. Así es, tan sólo un centavo de riqueza interna bastaría para que todo fuese diferente. Ante tal pobreza interna, el único medio de satisfacción externa es el dinero y el poder. En términos sociales, cualquier cambio es inútil sin haber comprendido nuestra propia pobreza interior. No importa cuántas veces se haga un cambio político y/o social, la necesidad de dinero y poder siempre estará disponible para obtener satisfacción personal a costa de los demás.
Desde luego que necesitamos ser conscientes de lo que hagamos el próximo 1 de julio. Es evidente que se necesita respeto a las decisiones del pueblo, es inminente que se requiere de una persona realmente comprometida consigo misma para que pueda comprometerse con todo el pueblo.
Esperemos que los dueños del sistema, aquellos que no quieren dejar su poder, los que no quieren dejar su dinero, esas personas que se venden por unos cuantos ridículos pesos, a esos individuos que no dejan progresar, a aquellos que cada vez marcan negativamente la educación del país, esos que se espantan si se cae el régimen, y a muchos otros que harían esta lista interminable y que evidentemente están en la extrema pobreza interna, afronten su miedo y dejen fluir el llamado real del pueblo.
Y para terminar, reflexionemos sobre la otra pobreza, aquella que nadie se ha atrevido a afrontar. Cada sexenio se habla de disminuirla. Pero la verdad es que llevamos varios sexenios con la misma situación real: la mitad del país es pobre. Como lo comenté en otras entradas, esas fundaciones (que por cierto marchan con dos banderas, la de la ayuda y la de evasión de impuestos) realmente no ayudan en nada. La parte de ayuda es tan ridícula, que no hay un efecto real en disminuir la pobreza. No cuestiono la poca ayuda que hayan dado, que bueno que lo han hecho, pero cuestiono que eso no va a sacar de la pobreza a la mitad del país.
Pero no te esperes a que el cambio llegue de arriba. Como lo dije, si captas el mensaje, actúa. Libérate de tu propia pobreza interna y deja de pensar en el dinero y en el poder como una forma de satisfacción y de sensación.
Muchos ya estarán pensando que evidentemente no hay respuesta, o posiblemente hasta carcajadas sueltan porque se hace un chiste, y tienen razón en ambos casos. Es evidente que yo no voy a responder esa pregunta. Pero he aquí lo interesante, y la pequeña historia dice así: Una persona dijo que quería cambiar al mundo, al no poder, quiso cambiar a su país, al no poder, quiso cambiar su estado, al no poder, quiso cambiar su colonia, al no poder, quiso cambiar a su familia, al no poder, lo único que quedaba era cambiarse a sí mismo; esto trajo como consecuencia, que pudo ver cambios en su familia, colonia, estado, país y mundo (si captas el mensaje, actúa).
Pero todavía hay algo más. Muchas personas piensan y creen que su partido político les va a dar lo que siempre han buscado, que los va a sacar de pobres, que va a hacer las cosas más justas, que harán realidad sus ideales y por consecuencia, llegar a estar en un mundo feliz. Ahora permítanme a mí reírme y carcajearme. No digo que no haya personas que ayuden tras la política, pero mientras no se comprenda el verdadero significado de las cosas, el mundo feliz que promueve un partido político, será siempre una verdadera falsedad total.
El punto medular de esto es que el ser humano es extremadamente pobre en su interior, pero verdaderamente tan pobre, que si lo comparamos con un centavo, eso es una riqueza invaluable. Así es, tan sólo un centavo de riqueza interna bastaría para que todo fuese diferente. Ante tal pobreza interna, el único medio de satisfacción externa es el dinero y el poder. En términos sociales, cualquier cambio es inútil sin haber comprendido nuestra propia pobreza interior. No importa cuántas veces se haga un cambio político y/o social, la necesidad de dinero y poder siempre estará disponible para obtener satisfacción personal a costa de los demás.
Desde luego que necesitamos ser conscientes de lo que hagamos el próximo 1 de julio. Es evidente que se necesita respeto a las decisiones del pueblo, es inminente que se requiere de una persona realmente comprometida consigo misma para que pueda comprometerse con todo el pueblo.
Esperemos que los dueños del sistema, aquellos que no quieren dejar su poder, los que no quieren dejar su dinero, esas personas que se venden por unos cuantos ridículos pesos, a esos individuos que no dejan progresar, a aquellos que cada vez marcan negativamente la educación del país, esos que se espantan si se cae el régimen, y a muchos otros que harían esta lista interminable y que evidentemente están en la extrema pobreza interna, afronten su miedo y dejen fluir el llamado real del pueblo.
Y para terminar, reflexionemos sobre la otra pobreza, aquella que nadie se ha atrevido a afrontar. Cada sexenio se habla de disminuirla. Pero la verdad es que llevamos varios sexenios con la misma situación real: la mitad del país es pobre. Como lo comenté en otras entradas, esas fundaciones (que por cierto marchan con dos banderas, la de la ayuda y la de evasión de impuestos) realmente no ayudan en nada. La parte de ayuda es tan ridícula, que no hay un efecto real en disminuir la pobreza. No cuestiono la poca ayuda que hayan dado, que bueno que lo han hecho, pero cuestiono que eso no va a sacar de la pobreza a la mitad del país.
Pero no te esperes a que el cambio llegue de arriba. Como lo dije, si captas el mensaje, actúa. Libérate de tu propia pobreza interna y deja de pensar en el dinero y en el poder como una forma de satisfacción y de sensación.
domingo, 26 de junio de 2011
Empobreciendo a los que menos tienen
Hace unos meses los medios publicitarios anunciaban un comercial que tenía una frase similar a ésta: “Te prestamos 9 mil pesos y si pagas puntualmente te ahorras 8 mil”.
Aparentemente no hay nada raro en esto pero poniendo atención resulta que: ¡si no pago puntualmente significa que tendré que pagar al menos 17 mil pesos!
Déjenme decirlo, pero es realmente una verdadera grosería hacer esto y explotar el poco tipo de recursos que tiene la gente para que termine pagando el doble o más de lo que le prestan.
Es increíble cómo se desarrollan las estrategias para amolar a los que menos tienen, ya que este tipo de “oportunidades” desde luego que no está dirigida a la gente que tiene dinero para comprar, está dirigida a aquellas personas que desafortunadamente no tienen liquidez y que a costa de otro tipo de liquidez les roben, literalmente hablando.
Yo me pregunto: ¿acaso no hay una forma de controlar a este tipo de robo y/o estafa “legal”? Evidentemente unos dirían que sí, pero ¿los involucrados serán capaces de perder los beneficios ante jugoso negocio? Otros dirían que no, pero ¿hasta dónde se va a seguir permitiendo esto?
Evidentemente, esto es una muestra del neoliberalismo que tenemos y que repercute hasta lo más mínimo, hasta lo micro, y creo que hasta lo nano de la economía.
Y este es solo un ejemplo de los múltiples que existen en nuestro país sobre cómo quitar dinero a la gente que menos tiene, sobre cómo ofender a un pueblo que necesita otro tipo de modos de subsistir sin que tengan que pagar al menos el doble de lo que les prestan. Ya se imaginarán si esto lo hacen los negocios dirigidos a la gente de bajos recursos, ¿qué pasa si indagamos un poco en los grandes “empresaurios” de los bancos y otros más?
Aparentemente no hay nada raro en esto pero poniendo atención resulta que: ¡si no pago puntualmente significa que tendré que pagar al menos 17 mil pesos!
Déjenme decirlo, pero es realmente una verdadera grosería hacer esto y explotar el poco tipo de recursos que tiene la gente para que termine pagando el doble o más de lo que le prestan.
Es increíble cómo se desarrollan las estrategias para amolar a los que menos tienen, ya que este tipo de “oportunidades” desde luego que no está dirigida a la gente que tiene dinero para comprar, está dirigida a aquellas personas que desafortunadamente no tienen liquidez y que a costa de otro tipo de liquidez les roben, literalmente hablando.
Yo me pregunto: ¿acaso no hay una forma de controlar a este tipo de robo y/o estafa “legal”? Evidentemente unos dirían que sí, pero ¿los involucrados serán capaces de perder los beneficios ante jugoso negocio? Otros dirían que no, pero ¿hasta dónde se va a seguir permitiendo esto?
Evidentemente, esto es una muestra del neoliberalismo que tenemos y que repercute hasta lo más mínimo, hasta lo micro, y creo que hasta lo nano de la economía.
Y este es solo un ejemplo de los múltiples que existen en nuestro país sobre cómo quitar dinero a la gente que menos tiene, sobre cómo ofender a un pueblo que necesita otro tipo de modos de subsistir sin que tengan que pagar al menos el doble de lo que les prestan. Ya se imaginarán si esto lo hacen los negocios dirigidos a la gente de bajos recursos, ¿qué pasa si indagamos un poco en los grandes “empresaurios” de los bancos y otros más?
Lo sabemos, la ley está diseñada para el beneficio del rico.
¡Gracias gobierno querido, por quitarnos lo poco que tenemos!
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