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jueves, 9 de abril de 2015

Entre la tlamakitilistli y la seguridad

Estos dos conceptos suelen ser muy reclamados por las personas, se les exige a las personas tener libertad y se le pide a las autoridades tener seguridad. Efectivamente, dos conceptos que todos queremos ver plasmados a lo largo de nuestras vidas. Pero veamos un par de detalles alrededor de estas cuestiones, que no tienen nada que ver con las demás personas (ni como autoridades).

Primero, el concepto de libertad lo centraremos (por enésima vez) en ese camino interno que cada uno debe seguir para autoconocerse y llegar al objetivo: ser libre. Ser libre de tus miedos y ansiedades.

Segundo, el concepto de seguridad, que desafortunadamente entre más creencias políticas, sociales y religiosas se tengan, más inseguridades se arrastran. Lo interesante es que cuando vives en la inseguridad (sin esas reglas de creencias) automáticamente te conectas con la libertad. Así es, la libertad requiere consciencia y es la única forma de responder ante la inseguridad y el peligro… porque el vivir exige estar fuera de la seguridad dogmática de las creencias.

En la vida no hay nada seguro,
todo es incertidumbre y así es la libertad.

No tengas miedo a la libertad, aprende a ser valiente para afrontar la incertidumbre de la vida. Si te atas a una creencia, si te encierras en un cuarto, entonces te limitas de por vida, pero te aseguras que nada te va a pasar porque hay alguien que te dice lo que hay que hacer y te quedas en la protección de tus cuatro paredes.

¿Estás en la seguridad o en la inseguridad?

sábado, 1 de marzo de 2014

Dime

¿Por qué la gente no sonríe?

¿Por qué las armas en las manos?

¿Por qué los hombres mal heridos?

¿Por qué los niños maltratados?

¿Por qué los viejos olvidados?

¿Por qué los sueños prohibidos?

¿Por qué los hielos ya no lloran?

¿Por qué los ríos ya no cantan?

¿Por qué las manos inactivas?

¿Por qué el mendigo de la calle?

¿Por qué las bombas radioactivas?

¿Dónde se encuentra toda la verdad?

TODA LA VERDAD se encuentra en el interior de cada uno de nosotros, toda la verdad se encuentra perdida en el EGO, perdida entre los MIEDOS y las ANCIEDADES de cada uno de nosotros.

No esperemos a que la muerte nos consuma para darnos cuenta que pudimos haber hecho lo correcto. El arrepentimiento no es la solución, el perdón no es la solución, las donaciones no son la solución.

¡La solución es el cambio interior!

sábado, 8 de junio de 2013

La libertad tras la honestidad

¿Alguna vez has estado ocultándote por algún detalle que no quieras que se sepa, algún compromiso no cumplido o por una irresponsabilidad de tu parte y nunca mencionaste? Y peor aún, tienes el compromiso de asistir a ese lugar de deuda y temes encontrarte con la o las personas a quienes debes una explicación… ¡Quisieras ser invisible para que no te vean!

Se dice que la verdad te hará libre. Haciendo a un lado la parte filosófica y teológica que esto implica, esta frase dice algo muy puntual: sé honesto y podrás disfrutar de la libertad de que nadie te cuestionará, te interrogará o te pedirá una explicación porque entregaste cuentas claras. Es decir: cuentas claras, amistades largas.

Así de simple. No tiene caso que te andes escondiendo por cosas incluso triviales, por cuestiones que tal vez puedan estresarte, o por cosas que basta y sobra con un “disculpa”. La gran mayoría de las veces basta con eso, con una simple palabra.

Hay que disfrutar de la libertad de
estar bien con todos y con uno mismo.
 
Deja que tu cuerpo esté sano
quitándole estrés.
 
No te enfermes por nada.

lunes, 25 de enero de 2010

La verdad te hará libre

El ser humano, con todas sus virtudes y defectos es muy complicado y complejo. Independientemente de la situación, ocasión y época, el miedo y la ansiedad impera en su forma de pensar y por ende en sus decisiones.

Una de esas cosas complicadas, por increíble que parezca, es que el ser humano generalmente dice mentiras para justificar sus acciones. La verdad queda en el misterio y en un negro sendero que en el momento menos esperado ofrece una salida y entonces es cuando se cumple eso que conocemos como: “la verdad tarde o temprano se sabe”. Supongo que habrá honrosas excepciones donde realmente la muerte es la única que termina conociendo esa verdad. Lamentable.

Veamos el caso de un asesino. ¿Porqué no dice a quién ha matado? ¿Por miedo? No sabemos. Si lo atrapan y se declara inocente, pero le comprueban todo, seguro que lo condenan por algunos años o hasta cadena perpetua, según los crímenes. Si dice la verdad, de todos modos puede ganarse aún así una cadena perpetua. ¿Entonces cuál es la diferencia? ¿No que la verdad te hará libre? Pareciera contradictorio.

Hay muchos puntos de vista en esta frase. El primero es que decir la verdad libera la culpa interna, aunque en muchos casos no se piense así, pero está comprobado que el estrés muscular se reduce considerablemente. Si nosotros lo creemos o no, es diferente. Lo segundo es que si el asesino se confiesa culpable (cuando realmente lo es), la condena puede disminuirse y, si de cadena perpetua hablamos, al menos se gana que la gente lo deje de acusar, y en ese sentido se siente libre (de las acusaciones). El tercer punto es que al decir la verdad se cumple con el principio de la congruencia humana.

Pero no es necesario un ejemplo así. Pensemos simplemente cuando dos personas mienten (o al menos una de ellas), independientemente del tipo de relación que tengan. ¿Para qué mentir? Yo me pregunto: ¿Cuánta energía, tiempo, dedicación y tal vez dinero se necesita para mantener viva esa mentira y pasarla como verdad? ¿Porqué tantos recursos gastados en algo que al final se sabrá?

Seguramente conocen uno de los grandes clásicos: “es que le mentí para no lastimarlo(a)”. Vaya forma de pensar. La incongruencia del ser humano lo puede delatar, puede haber un error en el plan, o simplemente cualquier tipo de descuido lo hecha todo a perder. ¿Y para qué? Cuando algo así sucede, todos sabemos que de alguna manera se le hecha en cara su falsedad, mediante palabras, gestos o acciones. ¿Qué libertad puede tener una persona antes y después de descubrirse la verdad?

Hay otro clásico en donde seguramente muchos más se podrán identificar: ¿Y si me dice que no? (y que no solo aplica entre dos personas, también en lo familiar, laboral, etc.) ¿Dónde está la mentira en esta última pregunta? No hay mentira, pero hay una verdad que también tarde o temprano se sabe y sacarla con la persona indicada (independientemente de la respuesta) es sentirse libre y no frustrado (estresado) por ocultarla.

Decir la verdad es ser transparente. Decir la verdad es mostrar lo que realmente somos. Decir la verdad es ser congruente. Decir la verdad es tener menos estrés. Decir la verdad es estar en paz ante cualquier situación, ya que nadie podrá decir lo contrario porque pase lo que pase, no hay nada que pueda contradecirla. Decir la verdad te hará libre.

Sé que muchos dirán que hay oportunistas, o que es exponerse y muchas cosas más, pero así somos, complejos e incongruentes. Sin embargo, me parece que al menos podemos contar con mayor libertad al decir más verdades.

En los últimos días he disfrutado de mayor libertad.

martes, 27 de octubre de 2009

Temachtli: un gran reto entre las personas

Este sábado 24 pasé una velada muy agradable en compañía de dos excelentes personas. Entre las múltiples cosas que se platicaron, apareció el tema de la gente insegura y la desconfianza, principalmente aquella que se da entre una pareja, sean novios o estén casados.

¿Cómo se puede confiar en una persona? Simple: solo se trata de COMUNICACIÓN. Lo malo es que no sabemos comunicarnos, ni somos capaces de hablar con la verdad o caemos en el clásico "no pasa nada" o "no es importante". Esto es consecuencia de cómo nos educaron, las carencias que tuvimos y de cómo afrontamos (¿o evadimos?) nuestros miedos y nuestras ansiedades (en cualquier contexto).

Si desde un principio jugamos a la confianza, mas que desarrollarla, entonces estamos perdidos. Los celos, un tipo de miedo mezclado con ansiedad son una combinación no deseable (¡dinamita pura!), de hecho me pregunto: ¿cuantas personas no son celosas? Esta es una de las preguntas de los 64,000. Y las cosas se complican más si a esto le agregamos un toque de lo que algunos llaman "mente abierta" y una de las partes no coincide con esto. ¡Olvídenlo!

En fin, no quiero entrar en mundo polémico, solo dejo de manifiesto que todos manejamos miedo y ansiedad, dos motores esenciales en la toma de decisiones. Y finalmente dejo dos preguntas para todo lector: ¿Sabes confiar? ¿Eres confiable? Esto es quizás el más grande reto entre las personas.