Mostrando entradas con la etiqueta ayer. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ayer. Mostrar todas las entradas

jueves, 9 de febrero de 2017

Los días en que no es posible hacer algo

Hay días en que uno dice “no se puede hacer nada”. Y desde luego me pregunto: ¿realmente no es posible hacer alguna actividad? Quizás dirán que hasta dormir es hacer algo… y sí, es una actividad, la cuestión es si uno necesita dormir o es simplemente ocio. Pero, ¿por qué quisiéramos no hacer nada?

No hacer nada es no existir. Así de simple. Sin embargo existimos y podemos hacer alguna actividad. Creo que más bien el no hacer nada es no querer hacer cosas porque aunque seamos conscientes, simplemente ponemos excusas. Aquellas frases como “Sabia virtud de aprovechar el tiempo” y “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy” dejan muy en claro que sólo hoy, sólo el día de hoy es suficiente para hacer las cosas. Decidir no hacer nada productivo es muy respetable, sólo no hay que quejarse después de que el tiempo no nos alcanza.

Asociado a nuestro día en que vivimos, asociado a nuestro único momento en que podemos hacer las cosas, asociado a nuestro Hoy y asociado a nuestro presente, la siguiente frase es verdaderamente interesante:

“Sólo existen dos días en el año en que no se puede hacer nada. Uno se llama ayer y otro mañana. Por lo tanto hoy es el día ideal para amar, crecer, hacer y principalmente vivir”.

Así que si en algún momento pensamos en que no se puede hacer nada, entonces no es posible existir porque no podemos estar en el ayer ni tampoco estar en el mañana. Y como expresan los Enanitos Verdes:

La muralla es el presente,
¡pasarla es desaparecer!

domingo, 7 de marzo de 2010

Ayer

El tiempo corre, el espacio y la concomitancia fueron interesantes, se dejan ver otras cosas, otras más se corroboran, el intercambio y la retroalimentación en acción... algunos instantes perdidos en el limbo para razonar sobre los hechos. ¿Es el camino correcto? La incertidumbre amenaza. Ese puente parece seguro, pero hasta no cruzar se sabrá. Parte de la neblina se va y en el extremo contrario se dejan ver otras estrellas, muy brillantes, muy bonitas, muy interesantes. ¿Será que hay una estrella polar que marque otro camino a seguir y por consecuencia tal vez no se necesite un puente? Ayer se acortó la distancia, pero el puente es aún distante.