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lunes, 25 de abril de 2011

¡México $$$$$$iempre netlakanekini!

Como dice Rius [1] y ajustando sus palabras a este blog: “esta entrada, y otras previas (y futuras), pueden provocar trastornos pecaminosos al lector o lectora que tengan cerradita su mente y no quieran abrirla a la verdad”.

En este librazo de Eduardo del Río, se cuestionan varias cosas, empezando por cuál es el verdadero rostro de Jesús, que desde luego existen muchas versiones al respecto (aunque creemos en una bastante conocida y muy bien aceptada), hasta los pecados graves de la Iglesia. Se habla de Marcial Maciel (lamentablemente hecho en México), el mejor modelo de pederastas, creador de los Legionarios de Cristo (orden religiosa, fundada en 1941), con poder no solo en México, sino además en Estados Unidos, Chile, España, Irlanda y otros países más (llegando a más de 40). Todo tipo de abusos cometidos por Marcial Maciel y sus legionarios fueron denunciados en periódicos, revistas, libros, algunos programas de televisión (¡qué raro!) y desde luego en la red. Rius también menciona que movimientos como Un Kilo de Ayuda y otros más, destinan fondos para estos legionarios.

Lo anterior es importante porque en próximos días se llevará a cabo la beatificación del polaco Karol Wojtyła, quien durante su papado se ocultó todo tipo de atrocidades por parte de Marcial Maciel y su orden. Como lo dice Cynthia Rodríguez [2] en su columna de Proceso: “sus críticos señalan algunos de los pecados que cometió durante su largo papado: su dogmatismo respecto a la moral sexual, sus ataques a la Teología de la Liberación, su apoyo al dictador Augusto Pinochet, el encubrimiento de los casos de pederastia en las filas de la Iglesia… En este último punto no parece tener salida: protegió a Marcial Maciel, dirigente de los Legionarios de Cristo, pese a las denuncias en su contra.

A lo largo de sus visitas a México (la primera en 1979), Karol manifestó siempre una frase interesante: “México siempre fiel”. Pero como dice Juan Miguel Zunzunegui [3]: ¿fiel a qué?; ¿fidelidad a Dios, a su representante, al Estado Vaticano, a la Iglesia? Había que mantener sano el negocio y en sus tiempos iniciales de papado, México era la mejor clientela para la Iglesia Católica [3, 4]. Evidentemente solo podemos decir:

¡México $$$$$$iempre fiel!

¿Y cómo que nuestro presidente se irá a la beatificación? Bueno, una prueba más de que los tratados iglesia-estado hay que refrendarlos. Pero no pensemos mal, digamos que como buen católico quiere estar presente en acto tan importante, solo pregunto: ¿quién pagará los gastos? No, no, no, no, no, no me digan ¡no sean mentirosos! Claro que lo pagará él...[*]

Y para terminar esta trilogía de entradas escandalosas, si a alguien le interesa saber un poco más de los cuestionamientos alrededor de la religiosidad, recomiendo dos libros excelentes: El Evangelio según Jesucristo de José Saramago (Alfaguara), premio novel de literatura 1998, quien interroga, cuestiona y acusa la religiosidad. Y el segundo es La Revelación de Gerald Messadié (Grijalbo), escritor histórico de distintos personajes bíblicos y generador de grandes polémicas entre los estudiosos de las Sagradas Escrituras por sus sorprendentes y bien documentados planteamientos. Aunado a esto, recomiendo también dos documentales de Discovery Channel: El Evangelio de Judas y The Lost Tomb of Jesus, este último lo pasaron en el Canal 22 el jueves santo del año pasado, súper atacado por la Iglesia, y que curiosamente no se vende en México, ¿por qué será?

Nota final. Recuerden que la fe es la fe y se solventa de manera personal y en el interior de cada quien, si esto les “mueve el tapete” entonces retomo la pregunta de la entrada anterior: ¿Por qué creemos lo que creemos? Tomar conciencia a veces duele, moral y/o espiritualmente.

[1] Rius. ¿Sería católico Jesucristo? Grijalbo. 2008.
[2] Cynthia Rodríguez. Los pecados del beato Juan Pablo. Proceso.
[3] Juan Miguel Zunzunegui. El Mito Guadalupano. Editores Mexicanos Unidos S. A. 2010.
[4] Gabriela Rodríguez. ¿Lo encubrió Wojtyla o miente Ratzinger? La Jornada, 2008.
[*] ... ¡pero con el dinero del pueblo!

viernes, 22 de abril de 2011

¿Héroe o traidor?

Si todos los evangelios fueron escritos en promedio 120 a 150 años posteriores a la muerte de Jesús, es evidente que todos están llenos de interpretaciones y ajustados a las formas de pensar de cada uno de los que transmitían las enseñanzas de forma oral, de persona a persona. Desde luego que entre esos 120 ó 150 años hay un teléfono descompuesto que no refleja la verdad entre Jesús y sus apóstoles.

La tradición “cuenta” que Judas Iscariote fue un traidor que por unas cuantas monedas, entregó a Jesús identificándolo con un beso en la mejilla. Posteriormente le llega el arrepentimiento y se ahorca.

La novedad “establece” que Jesús fue una persona judía iniciada en el movimiento gnóstico y esenio. Tal movimiento es el fruto que inspiraba el Deuteronomio. Entre todo esto, Judas Iscariote fue tan solo un instrumento mediante el cual se trató de substituir el culto de muchos dioses, conocidos como los Elohim, por un único y Dios verdadero: el Dios espiritual de bondad. Así, Judas pasa a ser de tal importancia para el cristianismo, que actualmente se considera el segundo personaje más importante en este contexto porque sin “traición” no hay crucifixión y sin ésta no hay “salvación”.

Seguramente palabras como "gnóstico", "esenio", "Deuteronomio" y "Elohim" nunca las han escuchado, excepto si han tenido curiosidad de indagar un poco en las profundidades histórico-religiosas de todo lo que envuelve una sola palabra: Jesús. Veamos, gnóstico se dice que es aquella persona que tiene conocimiento, pero no es el conocimiento común que se encuentra en los libros, es aquel conocimiento de que se tiene una chispa de divinidad. Esenio, es aquella persona judía que en tiempos de Cristo practicaba el ascetismo (perfección espiritual), el celibato y la comunidad de bienes y observaba celosamente los preceptos de la Tora (ley de judíos). El Deuteronomio, para ser breves, es uno de los cinco libros de la ley mosaica, es decir, de Moisés.

Y finalmente Elohim, es plural de Dios; y éste último es el más espinoso porque conlleva a tocar las fibras más sensibles de las creencias, pero lo diré de la siguiente forma tratando de ser lo más claro posible: Jesús distinguió entre el Dios creador y sus hijos (también dioses), de los cuales, solo uno de ellos es totalmente bueno, el resto son tanto buenos como malos. Ese Dios bueno es Yahvé o Jehová (como le quieran decir) y es al que le llamó el único Dios verdadero, lleno de bondad y que todo y a todos perdona.

Después de un poco de explicaciones extremadamente necesarias, regresemos a lo importante de esta entrada: Judas Iscariote. Cuando Jesús dice que será traicionado, Judas pregunta: ¿Seré yo Rabí? ¡Error! Jesús no era rabino. En la madrugada de la “traición”, los que fueron a aprender a Jesús llevaban espada. ¡Error! La espada era de uso exclusivo para los romanos, y ellos no aparecen en escena hasta que Jesús es entregado. Por lo mismo ningún discípulo de Jesús podía llevar espada, no obstante uno de ellos le corta la oreja a uno de los aprehensores con la “espada”. ¡Error! Y cuando Jesús “pega” la oreja, su último milagro... ¡Error! Jesús solo curaba a quienes creían en él. ¿Y el beso? ¿Por qué no señalar simplemente a la persona? Si todos dormían esa noche, ¿acaso no soñarían el beso de Judas? Los cuatro evangelios del Nuevo Testamento son un mundo de errores, imprecisiones, incongruencias, contradicciones y confusiones.

Ahora, retomemos al Dios de bondad, al único que perdona TODO y a TODOS. Si Judas se arrepintió y luego se ahorcó, ¡desde luego que sería también perdonado! ¡Estaría libre de pecado! ¡Tendría el acceso a los cielos como cualquier otra persona! Sin embargo, si consideramos al Dios creador (el Demiurgo o... ¿big-bang?), seguro que no sería así. (¡Vaya lío!) Pero Jesús lo dijo muy claro, el reino de Dios es de todos los que se arrepienten, no importan sus pecados.

La frase “Lo que has de hacer hazlo pronto” parece, según lo más congruente, un acuerdo entre Jesús y Judas. Desde el punto de vista gnóstico, el cuerpo humano es una prisión para el espíritu, por lo que es importante liberarse de él. Así, Jesús buscó liberarse de su prisión y la forma de hacerlo era mediante un plan, un plan en donde Judas se sacrifica para hacer cumplir las escrituras y Jesús “encajara” de acuerdo a ellas.

El beso de Judas, entonces se puede interpretar como el beso a Judas. Un beso donde el mismo Jesús le agradece que haya cumplido la parte del pacto.

¿Judas es entonces un temaktekauani o un héroe por liberar a Jesús de su prisión?

¿Judas fue condenado a los infiernos o fue absuelto de pecado y está en los cielos?

Judas fue un personaje de gran importancia. Algunas evidencias muestran que Judas fue el apóstol más cercano a Jesús y el único que pudo comprender su palabra y su enseñanza.

Finalmente, la conciencia requiere cosas claras y mientras la iglesia con su nefasto poder manipulador de la ignorancia del pueblo no se detenga, siempre habrá héroes y traidores falsos.

¿Qué cosa es verdad? No lo sé y tal vez nunca lo sabremos. Solo cada uno de nosotros podremos resolver en nuestro interior este tipo de cuestiones espinosas y para muchos hasta consideradas como herejías (lamentablemente por la ignorancia). ¿Cambia la fe por enterarse de esto y difundirlo al mismo tiempo? Esa es una cuestión de cada quién y es a lo que me lleva a preguntar ¿En qué crees? ¿Por qué lo crees? El hombre es el único animal que se cree saber, pero lo que ignora es que no sabe que es un ignorante.

¿Por qué creemos lo que creemos?