viernes, 13 de junio de 2025

La iconicidad de la década de los 80

Como miembro de la Generación X, siempre me he preguntado los motivos por los cuáles se dice que la década de los 80 fue la mejor década de todos los tiempos. Es evidente que toda la generación podría decir que sí, pero para los que no son Generación X, a la vez esa expresión les parezca exagerado y podrían ubicarse en la década de su juventud como la mejor década. Esto puede ser muy debatible porque caemos en las creencias y en las vivencias de la codiciada juventud. Y todos tienen el derecho de expresar lo mismo según a la generación a la que pertenezcan, lo cual es totalmente válido.

Algunas cosas que se dicen sobre la década de los 80 es que fue cuando hubo muy buena música y cine. Social, cultural y políticamente mente también hubo cosas interesantes, generalizando se podría decir que hubo estabilidad. Sin embargo, también hay que considerar la parte geográfica, ya que en algunos países desde luego dirán que no hubo nada de estabilidad. Sin embargo, de alguna forma prevalece que los 80 fue la mejor década.

Veamos algo interesante. Musicalmente, sí hubo verdaderos éxitos; cinematográficamente hubo un florecimiento de los efectos especiales; tecnológicamente se vivió la masificación de muchas tecnologías emergentes, tanto a nivel personal, computacional y de videojuegos; los países occidentales reflejan crecimiento económico y se percibe la noción de progreso; incluso se puede decir que hubo una estética vibrante.

Es evidente que otras décadas tienen cosas similares e incluso elementos transformadores, pero algo curioso se cuajó en los 80. Veamos, los 70 tienen la disco y el punk, una oleada de microprocesadores, política y arte por televisión. Los 90 se caracterizan por la explosión de Internet y la Web, los teléfonos móviles, el dance, la ubicuidad del CD-ROM. Los 2000 vieron el nacimiento del iPhone y las redes sociales. Los 2010 vieron la convergencia algorítmica como las aplicaciones en los smartphones, las empresas que cambiaron de ser tienditas a ser empresas de tecnología como Amazon, la proliferación de las tecnologías de blockchain. Finalmente, los 2020 tienen el metaverso, los LLM o IA generativa (ChatGPT como el mejor representante), así como cosas relacionadas a conciencia ambiental como la descarbonización.

Pareciera que los 80 tiene rasgos culturales fuertes y asociaciones musicales ligadas al pop. Posterior a los 80 todo es estructura y tecnología al por mayor. Si precisamos un poco en las últimas dos décadas, 2000 y 2010, no tienen la misma peculiaridad que los 80 aún con todo y la IA y otras cosas, es decir, las generaciones de esas décadas no perciben de la misma forma esos eventos como las generaciones que vivimos la tecnología en los 80. La percepción generacional de los 80 es colectiva porque por la naturaleza tecnológica, todos veíamos y escuchábamos lo mismo, mientras que las décadas posteriores, la tecnología permite que cada individuo genere su propia burbuja digital.

Podemos decir entonces que los 80 fueron icónicos: simplemente sincronización cultural pura. De hecho, los 80 no se perciben como una década de reciclaje de todo tipo de cosas, algo que sí se percibe con toda claridad en las décadas posteriores. A lo largo de diversas entradas en este mismo blog, he expresado la cantidad de refritos musicales, he dicho que ya no hay creatividad musical, he mencionado que tenemos actualmente una cultura líquida donde todo es instantáneo. Las cosas ya no se perciben como duraderas. Esta liquidez impide la cristalización de íconos, impide tener si quiera algo similar a los 80. ¿Será esta repetición la nostalgia de los 80? La transición analógica a lo digital fue para todos un descubrimiento, a diferencia de la tecnología actual que es parte del paisaje.

Pero detengámonos un poco en los 90, década que no tiene esa parte icónica, aún y cuando hay una secuencia generacional. Esta década se percibe como un híbrido tecnológico, entre analógico y digital; se observa una diversificación de todo; musicalmente hubo grandes éxitos, pero no fueron suficientemente fuertes para crear una imagen congelada en el tiempo; podríamos decir que fue una década caracterizada por la fragmentación del relato cultural. Los 90, una década llena de contenidos, pero no hubo una cohesión simbólica.

¿Y qué decir de los 60 y 70? Los 60 se caracterizaron por el rock and roll, con muchos éxitos y auge, pero no hay algo comparable a los 80. Los 70 con todo y su música disco, padecen lo mismo que los 90. Dos décadas de identidad histórica, innegable, pero la parte icónica no llegó a ser tan fuerte como en los 80. Se vio a los 60 como la década de los grandes movimientos estudiantiles, pacifismo, feminismo; y tecnológicamente “insuperable” con la llegada de la humanidad a la Luna. Los 70 se puede resumir como una década de transición.

¿Cómo se proyecta la década 2030? Sé que es complicado, pero no creo que ni siquiera se parezca a la década actual. No se observa que pudiera existir continuidad cultural o tecnológica. La ruptura de todo (la parte líquida y exprés de las cosas) no garantiza nada para la próxima década. Se vislumbra aún más la fragmentación en la cultura, las burbujas individuales que genera la tecnología harán que cada uno viva una década diferente provocando que la memoria histórica se debilite. La tecnología generará adaptaciones culturales de tal manera que las interacciones dejarán de ser persona a persona, dando paso a las interacciones persona-máquina al por mayor. La vida oscilará alrededor de los eventos que genera la tecnología, mientras que los períodos de tiempo que aún vivimos pasarán a ser historia. Adiós a alguna posibilidad de ícono para la década. Posiblemente los nuevos 30 sea una década verdaderamente discontinua.

Por todo lo anteriormente expresado, la década de los 80 fue una década altamente relevante, con una identidad global única. Esto y más la hacen una década insuperable y con toda razón y justificación, la mejor década de los últimos 70 (y más) años.

lunes, 2 de junio de 2025

La sed de aprender

Tengo mil cosas qué hacer, pero tengo también que darme tiempo para expresar el sentido de la vida mezclada con un poco de contemplación.

El día de hoy me tocó dar el resultado de una calificación bajo circunstancias especiales ya que la persona tuvo ausencia de medio semestre por cuestiones laborales. Pero sus antecedentes de rendimiento académico fueron muy buenos. Mantuvo una participación con su equipo resolviendo incluso parte del problema en cuestión, generando resultados interesantes que sus compañeros de equipo no podían explicar. Mi propuesta fue muy clara, ofrecerle la acreditación con el mínimo. La respuesta fue bien recibida desde luego. Sin embargo, la historia no acaba allí.

Ante los comentarios de que le ha gustado el mundo de la temática de la materia, y ver su inquietud sobre aprender aún más, le hice el ofrecimiento de que podía venir en algún rato libre a acabar de aprender. Esas palabras bastaron para que no solo expresara una sonrisa, no solo expresara gusto, sino expresara un cúmulo de emoción y alegría de que podría seguir aprendiendo. El contraste es interesante porque la expresión de acreditar su materia respecto a la expresión de la oportunidad para aprender fue completamente abismal.

Este tipo de reacciones son las que dan sentido a la vida y las que complementan con certeza que hay personas que necesitan un empuje para que posiblemente puedan iniciar una travesía que ni ellas mismas se imaginaron. Esa respuesta de emoción me confirma que la decisión que tomé fue la correcta. Posiblemente he cazado un pequeño talento que puede dar resultados impresionantes en lo futuro, y sobre todo en un área que generalmente por parte de los estudiantes se presume complicada. Hoy, una vez más, he visto una respuesta que obedece más que nada a la inquietud y a la sed de aprender. Ante esto, lo demás es nada.

sábado, 22 de marzo de 2025

Las margaritas

Una palabra muy común en nuestro vocabulario, en nuestro día a día y para muchas ocasiones. Pero iniciemos con el significado de Margarita. Según el diccionario de la Real Academia Española, hay varios significados, pero el principal es sobre una “planta herbácea de la familia de las compuestas, de 40 a 60 cm de altura, con hojas casi abrazadoras, oblongas, festoneadas, hendidas en la base, y flores terminales de centro amarillo y corola blanca, que es muy común en los sembrados”. De hecho, en la RAE al inicio se indica: “Del lat. margarīta 'perla', y este del gr. μαργαρτης margarítēs”. Del latín, tenemos la cuarta descripción: perla de los moluscos. Entonces tenemos descripciones de la naturaleza, las perlas y las flores.


Pasemos a otro contexto, Margarita se usa como nombre propio. Así que solo podemos decir que esas personas son unas hermosas perlas o unas flores admirables. Siguiendo en este contexto social, nos encontramos con que hay una bebida llamada margarita, un coctel mexicano y muy popular compuesto por tequila, triple seco y jugo de limón, a menudo servido con sal en el borde del vaso o copa.


Ahora veamos un contexto diferente, el musical. Primeramente, nos encontramos con Margarita, la diosa de la cumbia, una cantante colombomexicana de cumbia, bachata, boleros, vallenato y música tropical; tan conocida en la Sonora de Margarita.


Pero ahí no termina la historia de las margaritas ya que hay un par de piezas musicales llamadas Margarita, una de la cantante Lucía Méndez y la otra es una pieza del ritmo de la salsa, muy popular en la película del mismo nombre: Salsa.


Podríamos entonces crear una historia breve: Margarita se encontraba en una fiesta disfrutando de una margarita cuando escuchó su pieza favorita de baile, Margarita. Pero su vida solitaria le hacía recordar frecuentemente a Margarita, cuya letra expresa peculiaridades del destino. A pesar de todo, Margarita se siente como una margarita frondosa. Esta historia puede ser más minimalista: Margarita toma una margarita bailando Margarita, pero su destino es como en Margarita y se conforta al imaginarse como margarita en un jardín.



lunes, 7 de octubre de 2024

La lectura de números extraordinariamente grandes

Después de década y media, por primera vez en el salón de clase con estudiantes de maestría, revisando uno de los ejercicios apareció un factorial, particularmente el factorial de 33. Como siempre lo he hecho en cada generación, pregunté qué número era y me encontré con la grata sorpresa de que un estudiante por primera vez pudo leer de forma correcta el número resultante. Desde luego, lo hizo dividiendo en grupos de 6 cifras la cantidad obtenida. Veamos el resultado:

33! = 8683317618811886495518194401280000000

Lo que describió el estudiante fue lo siguiente:

Ocho sextillones seiscientos ochenta y tres mil trescientos diecisiete quintillones seiscientos dieciocho mil ochocientos once cuatrillones ochocientos ochenta y seis mil cuatrocientos noventa y cinco trillones quinientos dieciocho mil ciento noventa y cuatro billones cuatrocientos un mil doscientos ochenta millones.

La separación del número fue la siguiente:

8  683317  618811  886495  518194  401280  000000

Si bien todo esto no es algo que normalmente leemos, debemos ser capaces de hacerlo ya que contamos con el conocimiento necesario. Sin embargo, el no saber cómo se lee un número grande es una especie de analfabetismo matemático.

Para mí fue una verdadera sorpresa que por fin alguien pudiera leerlo correctamente. Mi reacción fue simplemente decir:

¡Felicidades!

Y por mera curiosidad, después de sextillones, tenemos lo siguiente:

  • Septillones
  • Octillones
  • Nonillones
  • Decillones
  • Undecillones
  • Duodecillones
  • Tredecillones
  • Cuatordecillones
  • Quindecillones
  • Sexdecillones
  • Septendecillones (este número con 102 ceros supera el orden de magnitud de un Gogol, es decir, 100 ceros), por lo que debemos ser capaces de leer cifras muy grandes, aunque sea tardado.
  • Octodecillones
  • Novendecillones
  • Vigintillones

sábado, 14 de septiembre de 2024

El espejo del Ser

Había una vez un anciano sabio que vivía en lo alto de una colina. Gente de todos los rincones del mundo acudía a él en busca de respuestas sobre la vida, la felicidad y el propósito. Su sabiduría era conocida, pero lo que lo hacía especial no eran las respuestas que daba, sino las preguntas que hacía.

Un día, un joven llegó hasta él, cargado de angustia y confusión. Había alcanzado el éxito material que siempre había soñado, pero, a pesar de ello, se sentía vacío y perdido. "Sabio, he logrado todo lo que me propuse, pero no encuentro paz. ¿Cuál es el propósito de mi vida? ¿Por qué, a pesar de todo lo que he alcanzado, no me siento realizado?"

El anciano lo escuchó pacientemente y luego lo condujo a una pequeña habitación en su casa. En medio de la habitación había un espejo antiguo, de marco dorado y brillante. El sabio señaló el espejo y dijo: "Mira dentro".

El joven obedeció y vio su reflejo. "Solo me veo a mí mismo", dijo, confundido.

"¿Qué ves exactamente?", preguntó el sabio.

"Veo mi rostro, mis ojos cansados, mi expresión de insatisfacción."

El anciano sonrió suavemente. "Ahora, cierra los ojos por un momento y respira profundamente. No pienses en quién eres o lo que has logrado. Solo siéntete a ti mismo, aquí, en este momento."

El joven cerró los ojos e inhaló profundamente. Durante unos instantes, todo lo demás desapareció: los logros, las preocupaciones, las expectativas. Solo existía el momento presente, y en ese silencio interior, algo más profundo emergió. Una sensación de paz y de presencia que nunca antes había sentido.

El anciano rompió el silencio. "Abrázate como el ser que eres, no como lo que crees que deberías ser. Durante toda tu vida, has estado mirando hacia fuera, buscando valor en el éxito, en las opiniones de los demás, en tus logros. Pero el verdadero "Ser" no se encuentra ahí fuera. Está dentro, en lo profundo de ti. Tu esencia no depende de lo que logras ni de cómo los demás te perciben. Es el núcleo que te hace sentir vivo, en conexión contigo mismo y con el mundo."

El joven, al abrir los ojos, miró nuevamente al espejo. Esta vez, no vio solo su rostro; vio a alguien más profundo, más real, alguien que no necesitaba validación externa para ser valioso. Era como si hubiera despertado de un largo sueño, comprendiendo que la paz y la realización que tanto buscaba siempre habían estado dentro de él.

El anciano concluyó: "Tu vida no es sobre acumular éxitos o alcanzar metas externas. Es un viaje de descubrimiento de ti mismo. Lo que realmente importa es cómo vives desde ese lugar de autenticidad, de conexión con tu verdadero 'Ser'. Cada día es una oportunidad para alinearte con esa esencia, para vivir desde la plenitud interior en lugar de la búsqueda externa."

El joven dejó la colina con un corazón más ligero, sabiendo que, aunque la vida seguiría teniendo desafíos, había encontrado una brújula interna que le guiaría hacia la verdadera paz.

¿Cuánto de nuestra vida está impulsada por lo que creemos que debemos ser o lograr? Y, más importante aún, ¿cuándo fue la última vez que nos detuvimos para escuchar quiénes somos realmente? El Ser no se encuentra en lo que acumulamos, sino en nuestra capacidad para vivir auténticamente y en paz con nosotros mismos.

Nota: esta es una historia nacida del conocimiento colectivo y la reflexión constante, inspirada por múltiples voces que resuenan en el vasto tejido de la información.

jueves, 8 de agosto de 2024

La Gestalt a los 80 y 90

El mes pasado estuve en casa de mi papá haciendo diversas cosas, entre ellas descubrí que había un pequeño arsenal de recuerdos que por alguna extraña razón quedaron congelados desde los 80 y 90 hasta la fecha. Particularmente fueron recuerdos de la vocacional y de la carrera. Inicialmente pensé en simplemente tirarlos, pero “algo” me dijo que debía leerlos y después tirarlos. Independientemente de lo que había, el efecto fue muy interesante no solo porque recordé muchos detalles que ocurrieron, sino porque al mismo tiempo entré en una etapa de relajación que hasta el día de hoy predomina.

Pareciera que ese “volver a vivir” cerró y concluyó inquietudes que incluso por la misma distancia del tiempo, tampoco percibía. No puedo expresarlo de otra manera, pero lo cierto es que esa paz interior se disfruta bastante. De hecho, las actividades en casa de mi papá evidentemente me llevan a toda la infancia y adolescencia disfrutada y no disfrutada en ese espacio especial, seguramente también influyeron en cerrar muchos elementos que son necesarios para hacer crecer el Ser y estar mental y emocionalmente más estable.

Nuestro pasado es relevante, y como lo dije una ocasión: el pasado es referencia, no residencia. Esta pequeña referencia hoy por hoy es una herramienta para vivir mejor, vivir feliz, vivir intensamente. 


jueves, 6 de junio de 2024

El extraordinario tsatsilistli de los instrumentos musicales

Siempre me he considerado un amante del rock and roll, de la música disco, del high energy y del new age. Algunas atracciones hacia la música tropical y el pop también las he considerado parte de esa trayectoria musical que he disfrutado a lo largo de cinco décadas. En el tercer año de la pandemia y aún encerrado en casa, jugando al Cerdo Loco, redescubrí una tendencia y afinidad hacia un selecto grupo de piezas musicales del rock. Encabezada por Paranoid de Black Sabbath y otras piezas interesantes como House of the Raising Sun de The Animals, Thunderstruck de AC/DC, Black Dog de Led Zeppelin, etc.

No puedo decir que todo el rock me gusta, definitivamente no es lo mío, pero en esa delgada línea detrás de ese redescubrimiento puedo decir que la calidad musical es extraordinaria. No hablo simplemente del posible gusto por un género, hablo en general de que había calidad musical por que la música se hacia con verdaderos instrumentos musicales, verdaderos genios de las notas del pentagrama y verdaderos conciertos donde se entregaba todo para un excelente espectáculo.

Hoy, a pesar de la nueva música que hemos ido conociendo, y que seguramente nos gusta fuertemente, no es lo mismo. El apoyo musical a partir de la electrónica no sustituye en nada a un instrumento musical. Desde luego puedo mencionar a los italianos con su música electrónica y que a lo largo de 30 años o más han sido unos genios que no tienen rivalidad. Pero el instrumento musical es insustituible. Prueba de ello es la tendencia que se ha visto de hacer presentaciones en vivo con apoyo de orquestas para reforzar el sonido y la calidad musical de muchos éxitos.

Gracias Equus Ferus y a Papúm he conocido música reciente muy pegajosa, y lo interesante es que muchas de esas piezas son refritos de otras, incluso remasterizaciones sobresalientes. Pero se extraña la calidad musical de los verdaderos instrumentos musicales, aquellos que hacen que realmente se perciba la alta vibración de la música y que permite liberar el estrés. Así es, una orquesta será siempre una orquesta. Tenemos a un Yanni que destaca con una parte electrónica, pero que en vivo con orquesta no tiene comparación. Tenemos en el otro extremo a Los Ángeles Azules que son buenos para hacer bailar, pero sus presentaciones con orquesta son sobresalientes. Si hablamos de personalidades que no tienen orquesta y que hacen música con esos verdaderos instrumentos musicales, encontramos a un Ottmar Liebert cuyas presentaciones en vivo son una maravilla. En otra vertiente, tenemos también la música ranchera que desde luego hace uso de los instrumentos musicales y no hay comparación en la calidad musical. Incluso dentro del pop, hay un Luis Miguel que incorporó la música mexicana en su repertorio y es música con mariachi, y obvio, verdaderos instrumentos musicales.

Los dejo, porque ¡voy a disfrutar de un espacio con música que se toca con verdaderos instrumentos musicales!

martes, 4 de junio de 2024

El gran reto de romper “el sistema”

El poder de las redes sociales es impresionante. Recuerdo que un día me dijeron: “cómprame un café de esa tienda” y esa persona hizo difusión en redes sociales a modo de broma que yo no quise comprarle un buen café estando en tierra cafetalera. La reacción fue inmediata, que yo debería de comprar café del bueno, en restaurantes prestigiados que lo sirven de primera. La lluvia de cuestionamientos, recomendaciones y “llamadas de atención” era descomunal en tan solo cinco minutos. Lo bueno que fue una broma. Ahora imagínense cuando los ánimos están fanatizados, ni mencionar lo que se genera.

El extremo de esta situación son aquellos casos donde en las redes sociales se ha hecho difusión de cierta información política bien estructurada que genera un alto impacto y en consecuencia viene el derrocamiento de gobiernos y todo por el fanatismo en el que se encuentran todas las personas. Y el impacto de todo esto es más fuerte si las personas no leen y se dejan llevar por lo primero que escuchan y ven.

Ahora que han pasado los comicios de este mes, resumo que me ha tocado ver hasta lo que no: desde los bandos que se dicen de todo y se atacan por todo, pero sin un fundamento real y tangible, hasta aquellos que de alguna forma argumentan un poco tratando de calmar las aguas. Si bien la libertad de expresión nos da derecho a decir lo que pensamos, lo que no es correcto es caer en el insulto o tratar de decir que alguien tiene la razón absoluta.

No importa quién esté en el poder, no importa de qué partido hayan salido. Todos tienen sus pecados, sin excepción, nadie se escapa. Lo realmente relevante es a qué nos comprometemos cada uno de nosotros como personas para hacer de este grandioso México un país diferente. Las quejas no sirven de nada, lo que sirve es el cambio que cada uno se compromete a hacer para evitar lo que no queremos. No podemos influir, cambiar o reeducar a la gente, si acaso, eso lo podemos hacer con nuestros hijos, personas que aún podemos moldear con criterios, valores y principios, para que cuando crezcan tomen decisiones con bases y argumentos sólidos. En este proceso es inevitable la lectura. Pueblo que no lee, pueblo que es manipulado. Es compromiso hacer lectura, nunca es tarde para ello.

Hay una frase interesante que dice: “Tienes la decisión de quedarte sentado y ver cómo pasan los demás y avanzan, o pararte y avanzar para ver a los demás que se quedan sentados”. Eso es justo lo que nos toca, ser de los que nos paremos y tomar acciones en beneficio del país.

Sin embargo, hay una barrera intermedia entre las altas esferas de la política y el pueblo, el famoso “sistema” que está a prueba de todo con tal de mantener el poder y control a su propia conveniencia. Romper ese “sistema” es un reto. Habrá quiénes puedan imponer sabiamente apertura entre sus murallas, pero habrá otros que no puedan ni siquiera hacer un rasguño. Mi papá siempre ha dicho: el problema en México es “el sistema”, aunque una persona quiera permear cambios, el sistema estará rechazando todo o acomodándolo a conveniencia para que el pueblo siga igual o peor.

Al parecer, y lo curioso al mismo tiempo, es que no ha habido hasta hoy una persona que dirija al país de tal forma de realmente rompa “el sistema” y haga que verdaderamente haya un cambio en pro de todo el pueblo. De toda la lista de candidatos presidenciales de todos los partidos, desde que recuerdo, no tengo un solo nombre por mencionar que se haya comprometido verdaderamente a darle pelea al sistema, a desmembrar hasta las entrañas las edificaciones de sus barreras. No hay nombres.  La lista está vacía y veo que seguirá vacía. Ojalá y en lo que resta de mi vida, pueda ver al fin, un nombre en la lista, una persona que tome al toro por los cuernos y que aniquile al sistema. Podría decir que hasta soy vidente y que, en los próximos 30 años, seguiré viendo mi lista vacía.

Todo presidente tiene en sus manos la oportunidad de romper “el sistema”, todo presidente tiene la obligación de rodearse de asesores que realmente sepan del tema por el cual se contratan (porque a veces pareciera que, en vez de asesorar, es desaconsejar para beneficio del “sistema”). Y si le sumamos que incluso el mismo presidente obedece al sistema tras bambalinas, entonces el cuadro es peor. En lo que llevo de vida, no he conocido presidente alguno que sea ajeno al sistema.

Termino esta entrada con dos cosas relevantes: 1) es obligación leer, pero leer documentos serios y formales, no lecturitas de redes sociales que, en vez de informar, desinforman; y 2) formar a quienes podemos en valores, principios, criterios y ética. El resto llega solo.

lunes, 15 de enero de 2024

La basura líquida – Parte 2

Recuerdo que muchas ocasiones me tocó ver palabras o pequeñas frases en carreteras, que decían cosas como “Estudia para no ser esclavo”, “Maestro, enséñale al pueblo”, “Que el gobierno no te manipule”, y cosas muy similares, todas refiriéndose a que la ignorancia desencadena una manipulación muy fuerte en las personas, tanto con estudios como sin estudios.

Ahora con las redes sociales en plena acción, donde todo mundo, preparado y no preparado, lee (o eso parece al menos), oye y ve todo tipo de información líquida, se incrementa el número de falsas creencias, de verdades a medias, de “expertos” creados al vapor. Lo más interesante detrás de todo esto es que, aunque las personas lean, realmente no leen, solo pasan la vista sobre el texto y se van con lo primero que el cerebro les deja captar. Así es, nos encontramos saturados de tanta información y no somos capaces de procesar con claridad todo lo que vemos. Si a esto le agregamos el problema de que cada vez leemos menos, entonces la problemática se acrecienta significativamente en una falta de compresión de lectura.

Con todo lo anterior quiero dar paso algunas cosas interesantes, divertidas e increíbles que son principalmente el resultado de la desinformación, el fanatismo, la creencia sin sentido y la falta de compresión de lectura: la gente que piensa que una persona de ciencia es alguien que esconde cosas ultrasecretas, las personas que con tanta revoltura mezclan diferentes contextos para justificar o tratar de encontrar una verdad personal, individuos que se guían por un sentido común equivocado y por una evidencia no científica que les hace pensar que vivimos en una tierra plana e incluso infinita, gente que usa alguna religión para explicar o tratar de entender nuestro planeta o el universo, hasta grupos que piensan en grandes conspiraciones para tener un planeta esclavo a costa de cualquier cosa.

En este caos, hay revolturas de apreciaciones que por sí solas son válidas, pero que al mezclarse no encajan para nada. Por mencionar un ejemplo: pensar en la interpretación religiosa de la creación del mundo que nos rodea es correcta por sí sola, pensar en la interpretación científica del origen del mundo que nos rodea también es correcta por sí sola. Pero mezclar ambos enfoques no es lo correcto. Considero personalmente que estos dos enfoques tienen una riqueza extraordinaria al mantenerlos separados, ambos cumplen con un objetivo complementario a nuestras vidas y creencias. En este caso, es responsabilidad de cada quién vigilar que su pensar y actuar sea en consecuencia de valores y principios, no de fanatismo.

La solución única a este problema de la basura líquida
es simplemente LEER, LEER y LEER.

domingo, 14 de enero de 2024

La basura líquida – Parte 1 de 2

Sabemos perfectamente que en la red circula todo tipo de información, desde información confiable, verdadera y comprobable, hasta información basura que mucha gente considera una verdad absoluta. Los factores por los cuales pasan este tipo de cosas son innumerables y si a todo esto lo complementamos con la información generada por una inteligencia artificial, entonces el escenario se pone peor. No en todos los casos es posible identificar, tanto en lo verdadero como en lo falso, pruebas reales de pruebas generadas computacionalmente.

Me ha tocado darme cuenta de que algunos expertos trabajan en investigación y generan proyectos para apoyar a los estudiantes a filtrar precisamente la información confiable de la no confiable. Sin embargo, con todo y la preparación académica de esas personas, no dominan el contexto y sus planteamientos no apoyan de forma correcta el objetivo de rescatar las cosas confiables de la red. Entonces, si algunos “expertos” no son realmente expertos, ¿qué hacen en contextos que no dominan?

Por otro lado, se encuentra la gente que cae erróneamente, con todo y una preparación ejemplar tanto de academia como de industria, en la simple creencia. He visto en documentales, científicos prestigiados que abandonan la ciencia y se postran en un punto religioso para explicar la parte científica. No quiero cuestionar las creencias que un científico pueda tener, es muy respetable que aún siendo alguien de ciencia tenga su creencia religiosa. En otros casos, fuera de la postura religiosa, también gente de ciencia abandona su formación para simplemente creer en otras cosas, algunas de las cuales se derivan de la información no confiable de la red. Esto me recuerda aquella frase de un excelente pensador que dijo: “el doctorado no quita lo burro”. Si bien esto último suena muy fuerte, tiene mucho de cierto.

Desde otra perspectiva, y regresando a la academia, algunos de aquellos buenos y excelentes profesores que me tocaron en mi carrera, hoy por hoy no mantienen su calidad frente a grupo porque se han volcado a la parte zen. ¿Dónde quedó su capacidad de enseñanza? Estoy de acuerdo que con el paso del tiempo la energía que tenemos para hacer nuestras actividades diarias va disminuyendo gradualmente. Son cosas naturales. Pero no es lo mismo decir que uno se siente cansado a pasarse a un rollo zen que no concuerda con los principios educativos.

Quisiera mencionar también que las instituciones educativas han acrecentado su crisis debido a nuevos modelos educativos que han permitido que materias fundamentales y esenciales pasen a formar parte opcional del plan de estudios, y materias como arte, danza, música, pintura, etc., sean obligatorias. ¿Resultado? Mejor no les digo. Como dice un buen amigo: “¿Recuerdas a X persona que no daba una en nuestra generación? Pues hoy es un experto comparado con los estudiantes próximos a egresar”. Con eso lo digo todo. Aclaro que no estoy en contra de materias complementarias a la formación académica fundamental de una carrera, de hecho, es deseable pero no en la forma en cómo algunas instituciones lo han llevado a cabo.

Si conjuntamos la basura de la red, la inexperiencia del contexto, la creencia, la confusión zen y desafortunadamente el desastre académico de la actualidad, nos lleva a una combinación explosiva de deformaciones de la realidad y de lo evidente. Y no mencionar los casos en donde desafortunadamente muchas personas no tienen el acceso a una educación media superior y superior, ya que son más fácilmente presas de la desinformación y el panorama se nos complica aún más.